Tomó casi 25 años pero Final Fantasy VII Remake ya está entre nosotros y nuevamente nos pone en control de Cloud y Avalanche para salvar el planeta. ¿Qué hay de nuevo, de viejo, y más en esta remake? Te lo contamos, ¡acá!
En el mundo de Final Fantasy VII Remake, el reactor de Mako es una estructura capaz de aprovechar la energía espiritual del planeta como energía eléctrica. El reactor finalmente explotó producto de un atentado, como viste en la demo. Cloud Strife, mercenario que apoyó al grupo ecoterrorista Avalanche, avanza entre la gente que horrorizada observa el fuego y los escombros que caen sobre la ciudad. Con miedo y un hilo de voz comentan los destrozos o se pregunta si sus seres queridos viven. “Esto es por el dinero“, le afirmaba el rubio a sus aliados, pero ahora que ven los resultados de lo que hicieron, algunos se empiezan a cuestionar sus propios métodos. Va a demorar unas horas de diálogos e interacciones enterarte que Shinra, dueña de los reactores, es el enemigo real de todos modos… ¿pero es justa tu lucha?
Final Fantasy VII Remake es una recreación de uno de los grandes videojuegos de todos los tiempos, Final Fantasy VII de 1997. Cuando debutó en la PS1 literalmente cambió el mundo y convirtió a Squaresoft (ahora Square Enix) en uno de los gigantes más importantes de la industria gracias a una historia cuidada, valores de producción altísimos, y una propuesta completamente única para la época. Los gráficos y estilo de arte envejecieron bastante mal y su estilo de juego quizás parezca pasado de moda, pero esto es justamente lo que actualiza la nueva versión, en principio exclusiva de PlayStation 4, y que lanza el 10 de abril de 2020.
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¿De qué se trata?
En Final Fantasy VII Remake jugamos en tercera persona con la cámara por detrás desde la perspectiva de Cloud, un mercenario que comienza a trabajar con la agrupación eco-terrorista Avalanche a medida que intenta construirse una nueva vida en Midgard. FF7 Remake tendrá varias entregas por lo que esta remake no adapta el juego original completo sino una primera porción de este ahora expandida a duración de juego completo. Esta es quizás la más recordada, donde Cloud se reencuentra con su amiga Tifa y con Barret, miembros de Avalanche, y una extraña chica que se llama Aerith. Sin entrar en terreno de spoilers, los cuatro y más personajes cruzarán su camino mientras combaten a Shinra, un poderoso conglomerado que busca… ¿qué?
La exploración y los cambios
Final Fantasy VII Remake es más que una mejora gráfica de un título viejo. El segmento original de PlayStation 1 que esta versión adapta tomaba apenas unas cuantas horas, pero ahora es un monstruo que perfectamente te puede llevar 40 horas de juego solo en experimentar la historia principal. Midgard es ahora una serie de mundos semi-abiertos a los que tendrás acceso en diferentes capítulos, y cada uno contará con sus propios personajes que te podrán pedir favores, ayuda, y más. Ahora lejos de la cámara fija del original, recorreremos una minuciosa recreación de Midgard llena de detalles, del excéntrico mundo de arriba y la dura vida que llevan los barrios marginales, debajo de la ciudad.
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Las áreas se componen de largos pasillos que conectan, ahora sí, poblados y amplios centros de ciudad donde tendremos absoluta libertad para recorrer, comprar equipamento, encontrar secreto y hablar con los habitantes. La gracia de Final Fantasy VII Remake es justamente lo bien que hace estos segmentos: si tenés aunque sea un interés casual en la saga, conoces más o menos la personalidad de los personajes, y acá los vas a ver hablar entre ellos, negociar con otros que tienen diferentes objetivos o entablar relaciones con las personas de sus barrios a lo largo de diferentes quests principales y secundarias.
Sin spoilers, te vas a enterar de detalles que no existían en el original, como por qué Jessie se unió a Avalanche, cómo llegó Tifa a Midgard, quienes son los amigos de Marlene, o qué hace Aerith además de vender flores. Mucho de este contenido es opcional, pero crea un mundo con mucha textura en comparación al original, y la caracterización es de lo más destacable. El juego no está estirado, sino expandido y el espacio extra para respirar le hace muy bien al ritmo de la historia.
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El combate
Final Fantasy VII Remake deja de lado sus orígenes como JRPG para convertirse en un ARPG. La diferencia principal es que el combate ahora no es puramente de menú sino que nos permite movernos libremente por el campo de batalla en control de hasta 3 personajes en simultáneo, y podremos golpear a los enemigos con cuadrado para cargar nuestra barra ATB. Esta, justamente, es la que nos permite hacer los movimientos especiales del juego como hechizos, habilidades, y más. Cada personaje tiene movimientos únicos, y por ejemplo mientras Cloud y Tifa están orientados más al combate melée, Barret y Aerith destacan en los duelos a distancia, pero la personalización de armas y materia permite cambiar de roles.
Cuando empezás, cada personaje tiene su arma predeterminada pero vas a obtener más a medida que juegues o las compres en tiendas. Cada una de ellas da acceso a una nueva habilidad atada a cada personaje (por ejemplo, un golpe fuerte, varios golpes cortos, un ataque a distancia, un cambio de estado) y a medida que la usemos podremos memorizarla para luego poder usarla con armas diferentes.
Sin embargo, tus armas viejas no dejan de ser útiles y por ejemplo, si querés usar una espada para Cloud que tenga más ataque mágico, podes mejorarla desde el menú consumiendo SP que obtenés al subir de nivel que permiten subir sus atributos o darle más espacio para Materia. Te puede pasar que un arma que obtuviste en los primeros capítulos, por ejemplo, sea la que tiene más ataque físico para el final del juego.
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El otro aspecto clave de personalización es la Materia. Cada personaje cuenta con un arma y pieza de armadura que da espacio para equipar orbes de Materia que dan acceso a hechizos (verdes), acciones (amarillos), modificadores (azules) o bonificadores (violetas). Por ejemplo, Barret puede tener un orbe para usar magia de fuego, uno azul conectado a él que le permita recuperar vida cada vez que lo usa, uno violeta que suba su vida total, y uno amarillo para darle acceso a una nueva acción como robar del enemigo. Estos no están atados a un personaje como las armas, así que cada uno puede equipar lo que vos quieras. Entonces, el flujo del combate será lanzarse al ataque usando cuadrado, conectar golpes para subir las barras ATB, y finalmente consumir para lanzar los comandos especiales, y mientras más juegues, más acceso a habilidades vas a tener.
El último aspecto a remarcar del combate pasa por el bloque de materia roja que podés ocupar, que permite traer invocaciones. Esto hace que clásicos monstruos de la saga como Shiva, Ifrit o Chocobos luchen a tu lado por tiempo limitado, y puedas usar tus acciones para lanzar sus más poderosos ataques, con el definitivo en un timer. A esto, se suma que al recibir daño cargás tu barra de límite, y tengas acciones o no, podrás lanzar un ataque de efecto único con cada personaje. Es un sistema rico, donde podés jugar con las posibilidades, y experimentar para obtener mejores resultados. Además, el juego tiene dos dificultades, una más que desbloqueas tras superar el modo historia, y finalmente un modo clásico donde la barra ATB se llena sola y jugas exclusivamente desde el menú, como en 1997.
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¡Más contenido!
El juego es bastante lineal en su progresión está diseñado para contar una historia donde los personajes, sus personalidades y sus interacciones son protagonistas. Sin embargo, en varios capítulos la trama se abre, o tenemos acceso a actividades paralelas y minijuegos. Cloud y su grupo pueden explorar para encontrar música, ayudar a las personas de la ciudad, tirar dardos, competir en un coliseo y hasta combatir sobre una moto. El juego se va a estirar o acortar muchísimo dependiendo de cuánto quieras experimentar de la historia y su mundo porque contenido no falta. Si con todo esto no te alcanza, una vez que completes la historia vas a poder rejugar capítulos para experimentar detalles que pasaste por alto y explorar más.
Los gráficos y valores de producción son increíbles
El obstáculo más grande si hoy quisieras jugar FF7 de PS1 son los gráficos. Lo que en su momento fueron revolucionarios polígonos hoy tiene una estética que envejeció bastante mal, y es increíble ver que Final Fantasy VII Remake trae todo esto a la actual generación. Ahora los escenarios parecen enormes, las torres se elevan en el cielo, y todos los personajes tienen su look renovado. La ropa de Cloud tiene textura, que es increíble si lo comparás con los polígonos sólidos de 1997, mientras que el atuendo de Tifa es mucho más coherente con lo que una artista marcial utilizaría, dejando de lado la sexualización gratuita por ejemplo. Además, la actuación vocal es espectacular, y podés cambiar de idioma en cualquier momento que quieras entre inglés y japonés, con subtítulos en tu idioma favorito. Las voces son expresivas y se ajustan muchísimo a la percepción de los personajes que redondea mucho la experiencia donde el aspecto cinemático es fundamental.
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Conclusión
Final Fantasy VII Remake tiene una tarea durísima por delante: hacerle justicia a lo que varios gamers consideran el mejor videojuego de todos los tiempos. Los tiempos cambiaron y esta es una experiencia que puede ser considerada de nicho por su estilo de juego, pero que destila amor y cuidado en cada detalle de su vasto mundo. Seguramente si tus sensibilidades te llevan a evitar juegos donde la historia es una parte fundamental de la experiencia, este juego te pierda en el camino con sus largas cinemáticas donde los personajes hablan, se emocionan y te emocionan.
Además, FF7 Remake puede ser, por su estilo de juego y gráficas impresionantes, un punto de entrada para otros miles de gamers que siempre evitaron los Final Fantasy. Este remake deja la puerta abierta un nuevo público que nunca jugó ni es fan de la saga.
Ahora, si te gustan los RPGs o simplemente sos uno de los millones que jugaron el juego original, este es un título a la altura de lo que imaginabas y recordás. El contenido nuevo forma parte del grueso de la experiencia y si bien la historia es a líneas generales la misma, son los detalles los que conforman a la bestia. Todo lo que amabas sigue ahí, cuidadosamente expandido, recreado, y aumentado para que te pegue con mucha más fuerza. Si Final Fantasy VII Remake es el mejor juego de todos los tiempos o no, eso es cuestión de gustos, pero si lo que te preocupa es saber si el original fue respetado y cuidado, la respuesta es sí, y que jugarlo hoy se siente más actual que nunca.
FECHA DE LANZAMIENTO | 10 de abril de 2020 |
DESARROLLADOR | Square Enix |
DISTRIBUIDOR | Square Enix |
PLATAFORMAS | PlayStation 4 |