En Cultura Geek probamos a fondo el nuevo Moto G4 de Motorola, el rey de la gama media que vuelve a destacarse en la relación precio-calidad de la serie G.
La línea G de Motorola es conocida y amada por muchos alrededor del mundo por ser tradicionalmente económica y de buen rendimiento. De hecho, podemos ver que todavía están en circulación los modelos de las generaciones anteriores (varios miembros del stadd de Cultura Geek aún usan el Moto G2 y Moto G3 y se niegan a desprenderse). La cuarta generación de Moto G no sólo mantiene esa “tradición” en sus tres versiones (Moto G4, Plus y Play) sino que hasta mejora los estándares a los que nos tenían acostumbrados. Esta vez sometimos a prueba a la versión básica de este modelo durante 3 semanas de usa constante, y estos fueron nuestros resultados:
El embalaje y el contenido de la caja son las primeras cosas que analizamos, y esta reseña no es la excepción. Se trata de una caja con el diseño clásico de Motorola, bastante sólida pero que, lamentablemente, nos decepciona con el contenido. En el interior, además del smartphone, están el clásico manual con garantía y un cargador. El problema que le encontramos, además de la ausencia de auriculares, es que el cargador incluido no es compatible con Turbo Power, la opción de carga rápida de la marca. Si queremos aprovechar al máximo la batería de 3.000 mAh, tendremos que comprarlo por separado.
El diseño merece un apartado especial. Es particularmente sobrio y tiene un estilo profesional. Todavía no trae el logo de Lenovo, pero sí el de Motorola, en una pequeña parte cóncava en la tapa trasera muy atractiva para ubicar uno de los dedos a la hora de usar al G4. Se trata de un detalle mínimo pero bien pensado.
El Moto G4 es un smartphone bastante grande, especialmente comparado con las generaciones anteriores. Si bien la transición desde un celular más pequeño al G4 es notoria en la sensación y el uso, no es aparatoso ni incómodo, aunque las personas con manos pequeñas podrían tener que usar las dos manos. Pero el armazón no viene solo; tiene una pantalla de 5,5 pulgadas Full HD con una resolución de 401 ppi (píxeles por pulgada), una clara ventaja sobre los modelos anteriores.
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Sobre la pantalla también cabe destacar el brillo: no tuvimos problemas para ver claramente las imágenes en lugares con distintos niveles de iluminación y desde distintos ángulos. Además, cuenta con una mejora importante en el sistema automático de ajuste de brillo, que lo actualiza rápidamente para adaptarse a la iluminación del ambiente.
La cámara principal es de 13 MP, lo que no significa un avance de calidad de imagen en relación a los Moto G anteriores, al menos en cuanto a hardware, mientras que la frontal es de 5 MP y tiene un modo Auto-HDR para sacar selfies en alta definición, si eso es lo que buscamos. Por el lado del software, la cámara trasera tiene la interfaz clásica pero ofrece un modo semi-manual, en el que podemos ajustar el balance de blancos, la calidad de la foto, la exposición y no mucho más. Podemos jugar un poco con esas opciones, pero está pensado más para sacar una foto rápida que para uso “profesional”.
Por dentro, el Moto G4 trae un procesador Qualcomm Snapdragon 617, 2 GB de memoria RAM y 16 GB (expandibles hasta 128 GB) de almacenamiento, lo que lo convierte en uno de los smartphones más potentes de la gama media en el mercado actual. El rendimiento es una cuestión que puede resultar espinosa. La potencia es indiscutible y no presenta stuttering ni lag en la carga de aplicaciones pesadas, especialmente juegos o streaming, pero esto tiene un altísimo coste de batería que, recordemos, es de 3.000 mAh. Aunque promete 24 horas de uso, flaquea bastante.
Lo sometimos a dos pruebas de benchmark: una de uso diario y una de uso intensivo. Superó cómodamente la primera (conectividad WiFi, 4G y localización activadas, streaming de música y video esporádicamente y brillo medio) al llegar al final del día con entre 10% y 20% de carga. En la segunda (con todas las opciones de conectividad activas, brillo al máximo y aplicaciones exigentes), se quedó corto; sólo alcanzó alrededor de 6 horas antes de mostrar la notificación de batería baja.
Como apartado final, queda la experiencia de uso. Como es ya costumbre en la marca, el Moto G4 viene con el launcher de Google, en este caso para Android 6, que se caracteriza por ser “puro”; es decir, que no trae aplicaciones innecesarias. Esto también significa que algunas aplicaciones que para algunos son casi esenciales en la vida diaria no vienen instaladas por defecto, como Google Translate. Esto no es necesariamente un problema, ya que tiene una gran capacidad de almacenamiento y se pueden descargar sin problemas de la tienda, pero sí genera una cierta incomodidad para el usuario poco experimentado. Eso si, el hardcore user lo festeja.
Considerando todos estos factores, el balance es positivo. El Moto G4 es el campeón indiscutido de la gama media este año, con su rendimiento relativamente balanceado y un precio de $7.000 en cadenas argentinas de retail o la web de Motorola.