Life is Strange True Colors llega a revivir la saga, con una premisa más adulta que creció junto a los fanáticos. Te contamos todo lo que querés saber ¡Lo probamos en PC en esta nota!
Hay juegos que dejan un antes y un después en la historia del gaming... Y marcas indelebles -*tos* estrés pos traumático *tos*- en los jugadores. Life Is Strange es un gran ejemplo. Allá por 2015 de la mano de Dontnod Entretainment y Square Enix conocíamos a Max Caulfield, una adolescente con el poder de volver el tiempo atrás. El juego ahondaba en temas profundos como la depresión, el abuso, el suicido y el miedo desde una mirada muy preadolescente. Incluía también la premisa de “las decisiones que tomes influirán en el curso de la historia” y una banda sonora que destacaba por sobre todas las cosas.
Después de una precuela y una secuela que los fanáticos recibieron con opiniones muy disimiles, el equipo de Deck Nine Games fue el encargado de volver a traer esta franquicia. Quizás Life Is Strange ya no necesita una presentación, pero si sos nuevo en este género debés saber que es una aventura narrativa más al estilo de ‘película interactiva’ que un juego de acción o puzzles.
Life is Strange True Colors es una premisa que se acerca y se aleja de su predecesor en partes iguales. Pudimos jugar la versión Beta y queremos contarte con qué nos encontramos.
El superpoder que hay en sentir
Life is Strange True Colors viaja lejos de Arcadia Bay, Max, Chloe y todo el universo armado en torno a los tres primeros juegos. El único personaje que se mantiene es Steph, quien aparece en Before The Storm, pero sin mucha explicación de cómo llegó hasta aquí -en el menú de juego nos comentan que más adelante podremos comprar la historia de Steph como DLC-. Esto significa que podés comenzar por este juego, aún sin haber jugado los anteriores.
En esta oportunidad seguiremos la historia de Alex, una joven adulta que regresa a vivir con su hermano, luego de tener vida conflictiva en distintos hogares de niños. Ella tiene un secreto: el poder de la empatía. Esto significa que si una persona siente emociones lo suficientemente intensas como miedo o tristeza, puede sentir lo mismo que esa persona como si fuese algo propio. Si la emoción es muy fuerte, corre riesgo que se apodere de ella y la haga actuar por impulso. El poder parece no tener nada de especial, pero si hurgamos en las conversaciones del teléfono de Alex nos encontramos que sentir lo que el otro siente puede ser muy difícil.
Alex es un personaje tan alternativo que termina por ser mainstream. Su personalidad, su ropa, sus lentes de vidrios grandes y marco fino, su corte de pelo, su gusto por la música independiente… la vuelven quizá un estereotipo dentro de este tropo de ‘mujer alternativa introvertida que en realidad es muy cool’. Pero por si quedaba alguna duda de que es un bicho raro y no pertenece, la hacen cantar una versión acústica de Creep de Radiohead.
En el lado positivo del desarrollo de los personajes, podemos decir que Life Is Strange True Colors se conserva fiel a sus raíces de inclusión de una forma natural, aspecto que lo volvió un juego icónico y relevante -en especial en la comunidad LGBT+.
El poder de la empatía es para Alex una maldición. Es algo que ella ya sabe que tiene y que le ha generado más de un conflicto. Las decisiones que tomaremos a través de la trama ayudarán a mostrar sus verdaderos colores y transformar su ‘maldición’ en un ‘superpoder’, construir un lugar para llamar hogar y -con la premisa de la canción de Radiohead- por fin pertenecer sin sentirse “un fenómeno”. Igual volver atrás el tiempo es más copado, sorry.
Life is Strange True Colors se aleja del componente sobrenatural que tenía el primer juego con la situación de la tormenta, para tratar problemáticas mucho más humanas desde un punto de vista más adulto y poner un énfasis fuerte en la salud mental.
Fiel a su estilo, de pronto los personajes se verán involucrados en una trama mucho más siniestra y complicada de lo que ellos pensaban que era. No vamos a comentarte demasiado sobre de qué se trata el conflicto principal de esta historia, pero sí te diremos que tiene un gustito a la historia de Twin Mirror. Como todo Life is Strange, está llenísima de golpes bajos y vas a llorar como un desquiciado. Estás advertido para ir sacando turno al terapeuta.
Los verdaderos colores de un Life Is Strange
A nivel jugabilidad, Life is Strange es un point and click como cualquiera de sus antecesores, sin grandes puzzles o desafíos. Descubrirás distintos escenarios, personajes y recuerdos para armar una historia un poco más grande de la que se presenta.
En los dos primeros capítulos, la narrativa se vuelve por momentos pesada, como si al diálogo entre los personajes le faltara dinamismo. Pero, escala exponencialmente pasado el tercero, al punto que cuesta separarse del juego hasta terminarlo. A medida que la trama avanza se incorporan pequeñas sorpresas a la jugabilidad que lo vuelven muy entretenido y que sacarán tanto sonrisas como lágrimas en partes iguales.
A nivel gráfico, los modelos son un poco acartonados para un juego de 2021 y algunas texturas se ven demasiado estáticas. La versión beta que probamos nosotros, tenía problemas para poder renderizar algunos escenarios, que terminaban por verse rotos. Esto seguramente estará arreglado en la versión comercial.
El mundo de Life is Strange True Colors es como ver a través de un filtro de Instagram. Todas las horas que pasaremos en Haven Springs estarán teñidas de un dorado cálido, como una perpetua golden hour. Los escenarios se ven preciosos… Hasta que necesitan verse fríos, helados y desesperanzadores. El manejo visual de este aspecto está muy bien logrado.
El componente musical no falla ni destaca. La música es una gran parte del perfil de Alex, por lo que uno podría esperar más. Caer en comparaciones odiosas es casi inevitable si pensamos en lo fácil que el primer juego introdujo el componente musical y lo hizo sobresalir al incorporar canciones en el momento justo. Aquí la música es casi siempre diegética e incluso se aleja un poco de lo indie. Como la mayoría de las canciones de Life Is Strange están licenciadas, tendrás también un modo streaming que te evitará problemas de copyright al momento de transmitir el juego EN CIERTA PLATAFORMA QUE NO VAMOS A NOMBRAR.
Conclusión
Life Is Strange True Colors es un juego que quizás pierde peso por lo grande que es la franquicia que tiene detrás. Todos los juegos que sucedieron al primero -con mayor o menor aceptación- han caído en el limbo de ‘no son tan buenos en comparación’ y acá ocurre lo mismo. Pero esto no lo hace un mal juego ni mucho menos. Es solo que, al contrario de lo que pasa en tu vida amorosa, la vara está muy alta.
La historia que plantea esta entrega de la saga es mucho más madura y sabe a quién apuntar. Entiende que quienes jugaron los primeros juegos ya rozan los 10 años de aportes jubilatorios y no tiene miedo en tratar temas para “gente grande”. Las decisiones que tomaremos nos harán pensar como adultos y sus consecuencias también, aunque los resultados nos hacen sentir que hay cierta tibieza en ellas. Life Is Strange True Colors tiene 5 finales que podrás desbloquear según tus decisiones a lo largo del juego, esto demuestra que el equipo de desarrollo comprendió la ‘mayor falla’ de la primera entrega: la decisión final termina por ser la única que importa.
Es fácil entender a Alex, es fácil EMPATIZAR con la historia. En ese sentido, es un juego muy logrado. El desarrollo de personajes podría haber sido mejor: un poco menos de lugares comunes y un poco más de matices. Es más que disfrutable, pero que muy probablemente sufra por comparación con el primero. Principalmente cuando en este tiempo hemos visto tantas aventuras iguales que tratan las mismas temáticas como Twin Mirror o Tell Me Why.
FECHA DE LANZAMIENTO | 10 de Septiembre de 2021 |
DESARROLLADOR | Deck Nine Games |
DISTRIBUIDOR | Square Enix |
PLATAFORMAS | PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, PC, Nintendo Switch |