Horizon Zero Dawn se lanza el 28 de febrero, y con él Guerrilla Games sale de su zona de confort para presentar un game de mundo abierto y acción en tercera persona. Conocé nuestras impresiones del más reciente exclusivo de PlayStation 4, ¡en esta nota!
Horizon Zero Dawn es el más reciente juego exclusivo de PlayStation 4, creado por Guerrilla Games (el equipo detrás de Killzone). En este game de acción en tercera persona vas a controlar a una chica jóven, Aloy, que va a deambular por un mundo abierto con arco en mano, cazando dinosaurios robot. Cultura Geek pudo probar el juego antes de su lanzamiento, y en esta nota vas a poder leer nuestros comentarios.
Lo primero que vas a notar ni bien comiences Horizon Zero Dawn es lo innovador de su ambientación. A lo largo de los últimos años, cada vez se ven más futuros distópicos (Half-Life, Watch Dogs, o Deus Ex, por nombrar dos referentes) o directamente post-apocalípticos (Fallout). El mundo de Horizon no tiene nada que ver con estos sino que más bien es un post-post apocalipsis. La humanidad está reducida a un estado tribal y nadie recuerda exactamente por qué ni cómo llegaron hasta allí. Eso sí, el mundo está lleno de robots gigantes que pululan la tierra en lugar de criaturas salvajes. Descubrir porqué el planeta está habitado por estas máquinas es el centro de la historia, y uno de los aspectos más destacables del juego.
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La protagonista, Aloy, es mucho más que una chica curiosa, y emprende un espectacular viaje por un mundo abierto lleno de quests y objetivos opcionales en donde, de a poco, revelará algunos de estos misterios. Ella va a tener que superar varias de las criaturas que habitan este mundo, e incluso luchar contra humanos para poder avanzar. Su arma principal es un arco con el que puede disparar, y puede mejorar a medida que gana recursos y experiencia. Como los enemigos son robots no es que les podés pegar un flechazo en cualquier lado, sino que cada criatura tiene sus puntos débiles que vas a tener que encontrar usando un modo de visión especial.
El sistema de combate y exploración, que son lejos el centro del gameplay, les va a hacer acordar a juegos como The Witcher 3. No se trata de atacar frenéticamente al enemigo, sino de analizarlo, aprender a esquivarlo, y buscar soluciones inteligentes. Por ejemplo, tus flechas se pueden cargar con elementos para explotar puntos débiles, pero también podés tender trampas y hacer que las criaturas se tropiecen. Como la acción es tan rápida por momentos, una gran adición es un modo donde podés ralentizar los movimientos para apuntar mejor con tu arco, o analizar lo que tenés enfrente tuyo. Incluso existen otros métodos para despachar enemigos con sigilo, aunque no hay realmente un arma melee que sea efectiva a corto alcance fuera de este modo. Además, como los enemigos son peligrosos en serio, mientras más lejos te mantengas, mejor porque si morís vas a volver a un save anterior y perder progreso.
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El detalle que le aporta mucha magia al juego es que las criaturas son muchas, son variadas, y son reconocibles. Por ejemplo, se pueden identificar depredadores, herbívoros, y más, pero también vas a ver manadas de dinosaurios que avanzan juntos como si fueran animales reales. Además, también hay criaturas orgánicas que también se pueden cazar para obtener recursos, e incluso campamentos de bandidos con oponentes humanos. La variedad es muchísima y te va a mantener preguntándote qué vas a ver después con cada nueva misión que arranques. Eso sí, tené en cuenta que hay enfrentamientos más duros que otros, y a veces algo que parece sencillo puede terminar con hordas de enemigos que se abalancen sobre vos, por lo que vas a tener que juzgar la situación bien antes de mandarte como Rambo.
Horizon Zero Dawn llevará al jugador por varios asentamientos y tribus, cada una con sus leyendas e historias. Como nadie sabe bien de dónde salieron estos robots, cada pueblo tiene su versión, pero lo que tienen en común es que la mayoría lo consideran un castigo para la humanidad por parte de los dioses. Esta idea no convence a Aloy, que es lo que la hace emprender su aventura. A lo largo de los diferentes pueblos, podés hablar con otros habitantes que te asignarán misiones principales u opcionales, y si bien el juego principal es un viaje increíble. las opcionales se vuelven un tanto repetitivas con el paso de las horas. Es clásico: necesitan un pedacito de dinosaurio para armar algo, algo que se olvidaron en una cueva, o rescatar a alguien en peligro. Estas misiones tienen un groove muy a lo Ubisoft, con cosas de Far Cry y Assassin’s Creed, y un mapa enorme con muchos puntos marcados para hacer cosas.
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Otra comparación que se puede hacer para con Horizon Zero Dawn son los juegos de Batman de Rocksteady. Las misiones no sólo tienen una potente carga emocional sino que también muchas de ellas son las que desbloquean mejoras y gadgets para usar en combate y poder progresar. El mundo siempre es abierto, pero muchas veces vas a elegir volver para probar una nueva habilidad en un punto anterior o enemigo anterior, por ejemplo. Entre estas habilidades desbloqueables, quizás la mejor sea la posibilidad de “domar” dinosaurios y eventualmente usarlos como montura o como apoyo táctico en la lucha. Una de las cosas más divertidas en el juego es armar peleas entre dinosaurios distintos y ver cuál de los dos gana mientras vos te reís, mirando a la distancia cual Julio César en el circo romano.
Tras jugar Horizon Zero Dawn unas 40 horas y terminar la campaña, te vas a quedar con la idea que viviste una experiencia bastante interesante, pulida, y casi sin bugs. Este título no es una tormenta de originalidad, pero si una fantástica combinación de cosas que otros juegos hacen bien. Su enorme mundo abierto lleno de objetivos te retrotrae a Assassin’s Creed y Far Cry, su combate a The Witcher 3 con esteroides, el arco y la protagonista, a Lara Croft de Tomb Raider, y así sucesivamente – pero la estética y personajes son el ingrediente secreto que une todo. Puede parecer una locura mezclar todas estas cosas, pero seguramente le dijeron lo mismo al señor que inventó los cócteles helados con licuadora, y acá estamos.
