Un sensor tan elástico como una venda, desarrollado por la Universidad de Carolina del Norte, podría ser el futuro de la tecnología wearable, debido a su fácil adaptación a texturas y formas. Preparate para que tu dedo gordo sea tu control remoto.
El proyecto comenzó en 2013, cuando Dr. Yong Zhu lider de la investigación, desarrolló conductores elásticos hechos de nanotubos de carbono. La técnica era bastante simple, nano conectores de plata, eran colocado en un plato de silicona, y luego un líquido de polímero era vertido sobre ellos y calentado, convirtiendo esto de líquido a un plástico flexible. Luego a este resultado se le extrae la silicona, pero ya con los nano conectores dentro. Esta es la nueva tecnología desarrollado por Zhu, la cual puede estirarse y doblarse hasta un 150% más que sus capacidades originales sin perder funcionalidad.
En esencia, es una sensor que puede almacenar y monitorear cargas eléctricas, de una forma que es tan fina como estrecha a la vez. Esta funcionalidad capacitiva, es utilizada en muchos equipos, como utensilios y lápices stylus, pero no tienen la capacidad de flexibilidad que podrían llegar a tener con la nueva tecnología desarrollada.
Por ahora las pruebas realizadas con este prototipo, estuvieron basadas en mover robots utilizando el pulgar como control y en monitoreos realizados a corredores que salieron a hacer ejercicio con este sensor en la rodilla. Todavía falta tiempo para ver que otros usos se le puede dar a esta tecnología y donde será aplicada.