Una nueva tecnología permite chequear el interior de la fruta y verdura para que puedas calcular cuánto falta para que madure o se pase. Te contamos cómo funciona, ¡en esta nota!
Si compras paltas en Holanda, el proceso es bastante interesante: antes de llegar a tus manos, la verdura importada pasa por una cinta transportadora donde un proceso se asegura que esté en el mejor estado posible. Primero se le aplica una capa comestible e invisible de producto para que dure más. Después, se usa tecnologia de imágen hiperespectral, la misma que la NASA usa para buscar vida en Marte, para ver su interior sin remover la cáscara. Con este proceso, se puede ver el interior de la fruta y la verdura.
“Esta tecnología nos da la capacidad de ver cosas en la fruta y verduras que el ojo humano no puede“, contó James Rogers, el CEO de Apeel. Esta es una compañía que no se pudo llamar Apple por obvias razones, pero desde el 2012 trabaja en tecnología para crear capas protectoras para que la comida dure más y así producir menos basura. Hasta ahora, el proceso se aplicó a manzanas, limones, naranjas, mandarinas, y pepinos. Recientemente adquirieron la compañía ImpactVision, que es lo que permitirá sumar la tecnología de imágenes a su equipo.
Desde la empresa explican que la utilidad de esta tecnología es que el modo que muchos productos se comportan tras ser cosechados no es una constante sino que varía de acuerdo a factores climáticos. “Es una función del ambiente, de cómo fue manipulada. Sumás toda esta variabilidad adicional en algo que ya es variado. Y por eso poder tomar medida de piezas individuales de producto, y saber exactamente qué pasa con esa pieza suma un nivel de predecibilidad y garantía de calidad a la cadena que no es un standard en la industria hoy“.
La compañía sumará esta nueva característica a todo su equipamiento, y algunos de sus clientes ya lo están usando. Entre ellos destaca Nature’s Pride, el importador de paltas más grande de Europa. “Al integrar esta tecnología en sus plantas, les damos la capacidad de mirar el producto después de llegar y tomar decisiones acerca de la clase de condiciones que debería experimentar antes de llegar a los clientes“, explica Rogers. “Esto sirve para repensar el modo en que hacen operaciones hoy. En vez de tratar a todo el producto del mismo modo, y luego tirar el desperdicio, pueden medir y separar la fruta que se va a comportar de cierta manera y tratarla de forma acorde… como debería ser óptimo“.