Pasó otro domingo y, por ende, otro capítulo de House of the Dragon, uno que sin lugar a dudas nos hizo acordar más que nunca a Game of Thrones con una de sus particulares bodas. Si ya viste el episodio 5, en esta nota hacemos un recap de todo lo que pasó.
House of the Dragon ya está a mitad de temporada y las cosas no podrían estar por ponerse mejor. Si viste el quinto episodio que salió ayer, seguramente tuviste unos cuantos flashbacks de Game of Thrones y las particulares bodas que esa exitosa serie nos dio. En caso de que todavía no lo hayas visto, te aclaramos dos cosas: el capítulo está disponible en HBO Max y cuidado con los spoilers que siguen, ya que vamos a hacer un recap de lo que pasó.
Antes de adentrarnos en el episodio 5 recordemos que este capítulo es el último en el que veremos a Rhaenyra Targaryen como una joven princesa interpretada por Milly Alcock, ya que la semana que viene Emma D’Arcy tomará el lugar de esta heredera del Trono de Hierro. Este no va a ser el único cambio para demostrar el paso del tiempo. La reina consorte, Alicent Hightower, también tendrá un cambio de actriz: pasará de ser interpretada por Emilia Carey a Olivia Cooke.
Ahora sí, el quinto episodio llamado “We Light the Way” comienza presentándonos a un personaje que ya se nombró varias veces: Lady Rhea Royce, la esposa no tan querida de Daemon. Como vimos, el príncipe Targaryen nunca mostró ningún tipo de afecto por Rhea, todo lo contrario en realidad. Incluso, en el capítulo anterior, Daemon le propuso al Rey Viserys casarse con Rhaenyra, cosa que se le negó porque ya tenía una esposa.
En este episodio vemos que el “cariño” entre ellos es mutuo y que Rhea desconfía tanto de su esposo como él de ella. Mientras estaba cabalgando por el Vale, Rhea se encuentra con un Daemon encapuchado. Entre varios comentarios para molestarlo, ella se burla de su pérdida del Trono de Hierro ante “una niña pequeña”, pero no pasa mucho tiempo hasta que se da cuenta de que Daemon trama algo malo. Antes de poder agarrar su arco, el príncipe Targaryen asusta al caballo de su esposa provocando que ella se caiga y lastime. Ya en el suelo y sin poder moverse, Rhea lo acusa de cobarde y le dice que sabía que él no podía terminar nada. Daemon agarra una roca para golpearle la cabeza y matarla.
Mientras pasa todo eso, Rhaenyra se dirige a Driftmark junto a su padre (bastante enfermo y débil), su nueva Mano, Lyonel Strong (quien reemplazó a Otto Hightower), y su séquito real para proponer el casamiento entre ella y el hijo mayor de Lord Corlys y la princesa Rhaenys: Laenor Velaryon. Este matrimonio unirá dos casas de Old Valyria, marcando el comienzo de una nueva Era de Dragones, al menos, según el Rey Viserys.
Si bien no recibieron al Rey Viserys como corresponde (cosa que lo hace ver aún más débil), a Corlys no le parece mal la idea de casar a Rhaenyra con Laenor, pero tiene un par de dudas sobre la sucesión. Le gustaría que los hijos de ese matrimonio llevaran el nombre de su padre, como es tradición (esperando que un Velaryon se siente en el Trono de Hierro), pero Viserys solo permitirá que los niños lleven el nombre Velaryon al nacer y que, una vez que uno ascienda al Trono, se le cambien a Targaryen.
Pero eso no es todo. Si bien Corlys acepta el trato, Rhaenys tiene miedo de poner a su hijo en peligro, ya que una vez que Rhaenyra se convierta en reina habrá guerra. Además, hay un tema que preocupa a ambos: que se sepa la “verdadera naturaleza” de Laenor, ya que prefiere la compañía de los hombres. Rhaenyra parece que está al tanto de esto y le propone a su futuro esposo un trato para que ambos puedan estar con quienes quieran, luego de cumplir su deber de traer herederos al mundo, claro.
Ese acuerdo parece sentarle bien a Laenor y a su amante llamado (desafortunadamente) Joffrey, ya que podrán continuar con su relación sin problema. Sin embargo, Ser Criston Cole no piensa lo mismo y, en el viaje de regreso a King’s Landing, le propone a Rhaenyra dejar Westeros por Essos, lugar donde pueden casarse y vivir una vida libre de política. La princesa se niega y le explica que el acuerdo que hizo con Laenor les permitirá seguir saliendo, algo que no le gusta para nada al caballero, ya que cree que solo casándose con ella podría restaurar su integridad y dejar atrás la tortura por romper su juramento de celibato.
Mientras tanto, en King’s Landing vemos a Alicent despedirse de su padre, quien culpa a su hija por su despido, ya que dice que eligió ponerse del lado de Rhaenyra y la defendió. Sin embargo, la preocupación de Otto no es tanto por la inocencia de la princesa, sino por su derecho al Trono y el peligro que corren los hijos de Alicent si el reino no acepta a Rhaenyra como Reina. “O preparas a Aegon para gobernar o te unes a Rhaenyra y rezas por su misericordia“, le dijo a su hija.
Con la advertencia de su padre todavía en mente, Alicent se encuentra con Larys Strong, quien curiosamente (al estilo de Littlefinger o Varys de GoT) le cuenta que estaba preocupado por el bienestar de Rhaenyra, ya que le habían llevado una especie de té de ruda la misma noche en la que Otto fue despedido. Él sabe que Alicent conoce el propósito de ese té, y esta revelación hace que la Reina desconfíe de la inocencia de Rhaenyra.
Cuando los barcos reales regresan de Driftmark, Alicent se encarga de descubrir la verdad sobre Rhaenyra y llama a su guardia personal, Criston Cole. Con la esperanza de que el caballero le dé una idea de lo que sucedió entre la princesa y Daemon, Alicent se lleva una sorpresa cuando Criston (quien creía que la reina se refería a él mismo) le confiesa haber roto el voto de castidad de la Guardia Real con Rhaenyra. Sorprendida por la noticia, Alicent decide dejar ir a Criston sin castigo.
Ahora, segura de que Rhaenyra ya le mintió una vez y que podría volver a hacerlo, Alicent ve que parte de la profecía de su padre se hace realidad a medida que la salud del rey empeora todavía más. Viserys busca tratamiento para las diversas dolencias que lo aquejan y, mientras soporta otro baño de sanguijuelas, reflexiona sobre su legado con Lyonel y se lamenta de que no tendrá ninguna buena canción que hable de su reinado en el futuro.
El reino se prepara para la boda entre Rhaenyra y Laenor con una fiesta de bienvenida para todos los invitados y una celebración de siete días para la unión real. Entre los asistentes vemos a los Lannister, los Hightower, los Velaryon, Gerald Royce (primo de Rhea) y, a pesar de estar desterrado, Daemon.
Una ausencia que estaba dando de qué hablar era la de Alicent, quien (justo en el medio del discurso del Rey) decide llegar con un llamativo vestido verde, color que usan los Hightowers cuando van a la guerra. Viserys concluye su discurso, el cual remarca que la unión de Rhaenyra y Laenor marcará “una segunda era de dragones en Westeros”, pero el comportamiento frío de Alicent es evidente.
Mientras Rhaenyra y Laenor entretienen a los invitados con un baile coreografiado, pasan varias cosas. Por un lado, el tío de Alicent elogia su liderazgo y dice que Oldtown (la sede de la Casa Hightower), la respalda. Por el otro, Gerald Royce confronta a Daemon (frente al Rey y Lyonel Strong) sobre la muerte de Rhea, culpándolo de que él tuvo algo que ver, a lo que el príncipe responde que planea cobrar su herencia, incluido todo Runestone. Luego de esto, Daemon va a bailar con la ya crecida Laena Velaryon, a quien rápidamente encanta.
Sin embargo, lo que realmente hace que la fiesta explote nace de una conversación entre Laenor y Joffrey. Ambos se dieron cuenta (por la manera en la que la mira) que Ser Criston es el amante de Rhaenyra. Joffrey se acerca al caballero y le habla sobre sus lugares individuales en las vidas de Laenor y Rhaenyra y en cómo deberían protegerlos a ellos y a sus secretos… cosa que aparentemente no le gustó para nada a Cole.
Daemon cambia de pareja de baile y se acerca (un poquito de más) a Rhaenyra, a quien le dice que se va a morir de aburrimiento con Laenor. La princesa le responde que desafíe a la guardia real de su padre, que se la lleve Dragonstone y que se casen. Sin embargo, este momento (que también estaban viendo muy preocupados el Rey y Alicent) se ve interrumpido por un grito y caos.
Ser Criston Cole no se tomó a la ligera lo que le dijo Joffrey sobre guardar el secreto del otro y no vio mejor opción que golpearlo hasta destrozarle la cara y matarlo. House of the Dragon no podía ser un spin-off de Game of Thrones sin tener una boda con alguien que sale muerto. La casualidad que, en este caso, el que termina asesinado también se llama Joffrey. Mal día para Laenor Valeryon, quien se arrastra llorando hasta el cuerpo de su amante.
Tras ese momento, Ser Criston sale del castillo y se prepara para acabar con su vida, pero Alicent lo detiene. Para finalizar el capítulo de House of the Dragon, nos muestran como una rata se acerca al charco de sangre de Joffrey, mientras Rhaenyra y Laenor se casan. Momentos después de que la unión se sella con un beso incómodo, el Rey Viserys cae al suelo.
Así termina el quinto episodio de House of the Dragon, dejándonos en el borde del asiento y con la pregunta de qué pasará. No nos queda otra que esperar al domingo que viene el estreno del próximo capitulo en HBO y HBO Max. Acá les dejamos el avance de lo que se viene en el episodio que sigue.