Review Ruiner: el futuro más estilizado e intenso en la Nintendo Switch

Ruiner llega con su estética cyberpunk para traer brutal combate y múltiples habilidades personalizables en un frenesí que suena increíble. Leé todos los detalles, ¡acá!

Ruiner, lo nuevo de Reikon Games y Devolver Digital, nos lleva a un futuro cyberpunk para enfrentarnos a tremendos desafíos. Con 14 brutales niveles, este twin stick hack and slash es tan frenético como estilizado. Ya lo podés jugar en PS4, Xbox One y PC, pero preparate para que te suban las pulsaciones ahora también en Switch.

Ruiner es una historia de venganza. Controlamos a un personaje detrás de un casco que oye la voz de una mujer por los parlantes de este, y nos dice que deberemos rescatar a nuestro hermano, y en el camino habrá que enfrentarse a todo tipo de enemigos. Este juego brilla por su estética cyberpunk que toma en partes iguales de grandes clásicos de los 80s y 90s como Akira, Escape From New York, y hasta por momentos Daft Punk gracias a los cascos e increíble synthwave que podes oír mientras jugas.

Así, progresaremos por mapas relativamente lineales con vista isométrica, y encontraremos diferentes desafíos con varias olas de enemigos que nos van a matar muchas veces hasta que nos demos cuenta qué estamos haciendo mal y cómo mejorar. Esto no es un Enter the Gungeon, sino que el sistema de progreso, y las armas que desbloqueamos a medida que jugamos son la carne del juego. Así, vas a estar armando y desarmando builds para enfrentarte a cada encuentro y encontrar el modo de sobrevivir.

La situación siempre estará a favor de los enemigos, con hordas y hordas de unidades que salen de la nada para cortarte, balearte, y mutilarte, pero el preciso control y variedad de movimientos te harán sentir siempre que cuando inevitablemente mueras es porque podrías haberlo hecho mejor. El punto más alto, sin embargo, son las batallas con jefes porque requieren más estrategia y observación para encontrar esas aperturas que te permitan contraatacar y traerles dolor. Ruiner recompensa porque el desafío es alto, pero la satisfacción por ganar lo es todavía más.

Uno de los detalles más interesantes de Ruiner es que nos da la capacidad de devolver todas nuestras skills a cero para poder acomodar diferentes estilos de juego, dado que no todos nuestros talentos servirán contra todos los enemigos. Por ejemplo, tu barrera puede ser muy útil para bloquear disparos, pero es un desperdicio si el enemigo decide ponerse cerca y personal. La idea es que vas a tener que improvisar constantemente para sobreponerte a los desafíos.

Entre cada secuencia de acción existe un mundo semiabierto, un nexo que conecta las otras áreas del juego, y ahí vas a poder acceder a la parte más “rolera” de la experiencia. Se podrá charlar con los habitantes de este futuro distópico, tomar misiones paralelas, y más. Estas no se siente que tengan consecuencias, pero si un par de puntos de habilidad es lo que hacen la diferencia en el próximo combate, quizás te las plantees dos veces antes de pasarlas de largo.

Conclusión

El placer de jugar Ruiner o no, va a pasar por lo mucho o poco que te enganches con sus frenéticas mecánicas y feroz combate. El mundo es misterioso y atrapante, pero desafortunadamente no nos cuentan muchas historias que ocurran en este, y todo está al servicio de un paseo bastante lineal donde deberemos pelear, pelear y pelear. Eso sí, si te gustan este tipo de juegos brutales y con acción en el ADN, pocas propuestas son tan sólidas como este juego, que en ningún momento pretendió ser algo que no es – placer estético y frenesí de sangre… y si esto no te llama, la música es increíble igual.