Review Final Fantasy VII Remake Intergrade: un lado B necesario donde no sobra nada

Final Fantasy VII Remake ya está entre nosotros y te contamos de qué se trata la nueva aventura de Yuffie y Sonon en Midgard. Te contamos todos los detalles en PS5, ¡en esta nota!

¿Cómo hacés que Final Fantasy VII Remake, uno de los mejores juegos de 2020, sea todavía mejor? La respuesta es sumándole más contenido y mejor performance, por supuesto. Y para eso es que llega Intergrade, con mejoras propias para PS5 en texturas y gráficos, tiempos de carga… y el nuevo contenido de capítulo extra. Con nuevo contenido historia, villanos, personajes, y más, este paquete suma 4 horas de experiencia, o 10 si sos fanático de explorar absolutamente todo y derrotar a los más poderosos enemigos.

Vamos a los hechos. En este momento, si compraste Final Fantasy VII Remake para PS4, tenés el juego gratis en su versión PS5, y podés volver a experimentarlo con todas las mejoras pertinentes de la nueva generación. Sin embargo, si comprás el paquete intergrade, lo que se suma también es Intermission, un nuevo contenido descargable de dos capítulos con otros personajes. El juego base sigue siendo brillante como te contamos en la primer review, así que es eso, pero más lindo gracias al salto de generación. De lo que vamos a hablar en esta nota es más bien del contenido nuevo.

Cuando arrancás Intermission, el nuevo capítulo, te reencontrás con un viejo personaje clásico del juego original. Se trata de Yuffie, quien en oposición al juego de PS1, está en Midgard en una misión y debe entrar en contacto con Sonon, otro enviado de Wutai, para obtener una materia muy especial. Este DLC asume que ya pasaste por el juego base así que no explica mucho y más bien te deja experimentar con tus nuevos personajes. Así, tomaremos control de Yuffie, que arranca en nivel 25 y desde el vamos da acceso a muchas más opciones de personalización que lo que vimos con Cloud en el juego base.

Controlar a Yuffie es una experiencia absolutamente diferente a la de usar a Cloud o cualquier otro personaje del juego base. Ella porta un shuriken que le permite pelear a rango corto y largo, una mezcla entre los estilos de Barret y Cloud. Una vez que le pegás al enemigo, podés consumir tus barras de habilidad para dar efectos de fuego, trueno, hielo o viento, y así manejar el tipo de daño que hacés. Es bastante completo y nunca te deja con la sensación de que ojalá tuvieras a los personajes originales para jugar.

La mecánica del shuriken no se usa solo dentro del combate, sino también afuera. A medida que circules vas a encontrar cajas cerca y lejos que podés destruir para obtener items, por lo que siempre conviene ir atento a ver si ves cosas en el fondo que te den recompensas. Sonon, por su lado, es mucho más pasivo y no lo controlas directamente sino que es un aliado que pelea por su cuenta y deja que le indiques como usar su barra ATB. Así, podés usarlo de modo más ofensivo, de soporte, o lo que se te ocurra. A veces, hasta podés combinar técnicas a lo Chrono Trigger para devastadores ataques, pero el modo de pensarlo es más bien como los acompañantes de Kingdom Hearts, pero con un control un toque más directo.

Como te dijimos arriba, si solo pensás recorrer el contenido del juego una vez, esto suma unas 4 horas para completar el capítulo. Si bien todo el contenido está buenísimo, las sidequests son una fiesta, y se suman mil cosas super divertidas para explorar, el juego requiere de tu curiosidad para mostrar qué tan profundo van sus nuevos sistemas y las ideas nuevas que propone. Fuera de eso, te vas a encontrar con algunas áreas que ya viste y otras áreas nuevas; algunos personajes que ya conocés en un momento de la historia que no experimentaste, y algún que otro punto de vista alternativo.

Lo que va a sumar muchísimas horas de contenido, si te interesa, es el minijuego de Fort Condor. Lo que era una sidequest en el juego original está ahora recreado como una especie de autochess cruza con LoL del mundo Final Fantasy donde tenés que ubicar unidades en el campo de batalla con dos carriles y destruir la base enemiga. Mientras recorras Midgard, vas a encontrar varias personas que podés retar a jugar, y así ganar mejores unidades, tableros, y armar tu kit a lo largo de 5 niveles de dificultad. Es tan fácil de ignorar como de dejar seducirse por su encanto.

El otro aspecto a remarcar, y donde te vas a enfrentar a los desafíos más grandes del juego, es en el combat simulator. Una vez más, Chadley está ahí para que obtengamos Materia nueva, nuevos objetivos, hechizos… y que tengamos desafíos que parecen imposibles, donde vas a tener que armar estrategias, mirar tu arsenal, y armar tu juego como si fuera un puzzle.

En conclusión

Final Fantasy VII Remake Intergrade Intermission es un paquete excelente pero que no va a cambiar fundamentalmente tu opinión sobre el juego. Sí, es necesario porque suma muchos detalles a la historia, y seguramente tenga repercusiones en el futuro, a la vez que profundiza más en el aspecto de Shinra contra Wutai que el juego base apenas menciona sin aclarar demasiado. Es un contenido corto, pero donde no sobra absolutamente nada. Honestamente, si hubiera más DLCs así de otros personajes como Red XIII, no estaría nada mal.