Llega Dishonored: Death of the Outsider para terminar de atar los cabos sueltos y ponerle fin a las andanzas de “The Outsider”, una especie de dios neutral y engañoso que disfruta ver qué hacen los humanos cuando se les da algo de poder por sobre otros. Enterate si esta experiencia “stand alone” está a la altura de la saga, en esta nota.
Dishonored es una saga de stealth en primera persona cuyos orígenes se dieron en PC, PS3 y Xbox 360, donde competía con el ya veterano “Thief“, pero logró transformarse en su propia bestia y ganar fans por todo el mundo. Su historia entremezcla mitología y visuales “Steampunk“, y se desarrolla en un mundo sumido en la desesperación debido a las plagas y corrupción. Así, nos mete en un universo fantástico y terrorífico que nos atrapa durante toda la aventura.
Si a Dishonored le sumamos un gameplay dinámico y extremadamente divertido gracias a los superpoderes de asesinos que tenemos como teletransportarnos o poseer ratas para infiltrarnos en casi cualquier lugar, nos da como resultado una saga única que supo llegar, asombrar y retirarse antes de empezar a hacer juegos de baile con sus personajes (cualquier similitud con la realidad es mera coincidencia).
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Desarrollado por Arkane Studios y distribuído por Bethesda, Dishonored: Death of the Outsider nos cuenta una historia no demasiado complicada y que va directamente al grano, llevándonos en una experiencia agradable y sin escalas en sus entre 4 a 6 horas de juego en PS4, PC y Xbox One. Nuestro personaje será Billie Lurk, una asesina que, buscando a su mentor Daud, termina encontrándolo y ayudándolo en una misión casi suicida: Encontrar y matar a The Outsider.
Si bien el propósito de este juego no va más allá de ponerle un lindo moño a la saga y aclarar algunas dudas sobre el mundo en el que nos encontramos, vamos a disfrutar a pleno de esta corta pero adrenalínica experiencia.
Nuestra primer misión será rescatar a nuestro mentor en una didáctica misión tutorial donde terminamos aprendiendo los controles básicos y descubriendo ciertas habilidades como hablar con las ratas para descubrir misiones especiales o pistas para nuestra misión actual. Al encontrar a Daud se nos va a revelar que tenemos que matar a “The Outsider” con el mismo cuchillo en el que antiguamente mataron a su forma humana en un ritual para convertirlo en dios.
Ese mismo objetivo no variará por el resto del juego, haciendo que esta experiencia sea lineal, viéndolo desde el lado de la historia. De hecho, el momento en que ganamos nuestro brazo y ojo místicos es bastante al grano y pasa en la primer media hora de juego.
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A partir de ese momento tendremos acceso a las habilidades de teletransportación, robo de identidad y pasar al plano espiritual para hacer un escaneo del área sin correr peligro de ser descubiertos. Estas tres habilidades no sólo son claves para lograr nuestro objetivo, sino que son perfectas para aumentar nuestra capacidad como asesino.
La habilidad Displace nos permite dejar un “fantasma” de nosotros mismos en el lugar donde estemos apuntando y luego teletransportarnos ahí. Esto abre la posibilidad forjar diferentes estrategias ya que podemos dejar una marca, alejarnos de ella y cuando un enemigo se acerca usar la habilidad y matarlo.
Otra habilidad extremadamente útil es la de Foresight. Ésta nos permite detener el tiempo y escanear las áreas aledañas a donde se pueda marcar objetos o enemigos para después poder verlos a través de las paredes. Esto permite un acercamiento más táctico a la hora de avanzar en las misiones. Además, antes de que el poder finalice, podemos dejar un fantasma con Displace y luego teletransportarnos a lugares que antes no podíamos gracias a que nos desplazamos sin que nadie nos vea.
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La última habilidad que tenemos a nuestra disposición es Semblance, la cual nos hace tomar la cara de un enemigo noqueándolo. Aunque es una habilidad muy útil ya que nos deja pasear tranquilamente por el mapa, nos consume energía constantemente, por lo que siempre es recomendable usarla teniendo bien en claro hacia donde vamos, para no encontrarnos sin energía en una situación comprometida.
Un clásico que vuelve es la posibilidad de completar el juego sin matar a un solo enemigo, pero obviamente nos será mucho más difícil avanzar cuando nos comprometamos a un gameplay no letal, ya que si nos descubren tendremos que escapar, escondernos, esperar a que todo se calme y resumir nuestra partida.
Si bien es genial para explotar el gameplay recibir todas las habilidades al toque de empezar a jugar, es un poco contraproducente, ya que al ser sólo 3 terminan siendo sobreusadas al finalizar el juego y vamos a terminar sintiendo fuertemente la falta de más habilidades. Esto también se debe a que no tendremos muchas oportunidades de alterar estas habilidades más que con los bonecharms.
Estos ítems funcionan como “upgrades” y nos dan diferentes beneficios, pero ninguno de ellos cambia significativamente el gameplay y podríamos terminar el juego sin siquiera equipar uno.
Dos cambios significativamente radicales se dan en esta entrega con respecto a sus antecesores son la ausencia del “Chaos System” (mientras más bardo hacemos, más alerta y letales serán los guardias y más huidizos y aterrorizados estarán los civiles), y la implementación del auto fill de la barra de energía.
Si bien la ausencia del “Chaos System” hace que el juego sea mucho menos desafiante que los otros en la saga, la adición del auto fill en la barra de energía hace que podamos volvernos locos con nuestros poderes y desatar el caos en la ciudad sin medir mucho las consecuencias, haciendo que por momentos olvidemos que estamos jugando un juego de sigilo.
Además de las misiones de historia, tenemos la posibilidad de hacer contratos, que son misiones secundarias que descubriremos escuchando conversaciones ajenas, leyendo textos que encontramos escondidos o escuchando lo que las ratas tienen para decir.
Ya dijimos que es un juego que nos puede parecer corto, pero la adición del modo “Original Game+” (un modo de juego donde Billie tiene acceso a las habilidades del Dishonored 2) y la posibilidad de acceder a un modo de dificultad personalizada (permite jugar con la posibilidad de que los guardias escuchen nuestros pasos o que los enemigos sean más corajudos e inteligentes) hace que Dishonored: Death of the Outsider, justifique su valor con creces.
Un punto más a señalar es que si bien no es necesario tener el Dishonored 2 para jugar al Death of the Outsider, es más que recomendable hacerlo, ya que ambas historias están extremadamente conectadas y nos vamos a quedar re en ayunas si no conocemos de dónde vienen los personajes y por qué las cosas se están dando como la vemos en el juego.
Dishonored: Death of the Outsider está disponible par Xbox One, PC y PS4 a U$D 29.99.-