Review Assassin’s Creed Valhalla: te están buscando, matador

Assassin’s Creed Valhalla es el próximo título de la saga más exitosa de Ubisoft, ahora con trasfondo vikingo, y te contamos de qué va. Leé todos los detalles, ¡a continuación!

Assassin’s Creed Valhalla ya está entre nosotros como el próximo capítulo en el constante viaje por diferentes períodos a lo largo de la historia. La saga mantiene su formato de mundo abierto, aventura, y su icónica mezcla de acción y sigilo, pero ahora con mucho menos énfasis en este último. Llega por primera vez a la next-gen en PlayStation 5 y Xbox Series X, pero también lanza para PC, Stadia, Xbox One y PS4, donde lo probamos. Esta vez tomaremos el control de un nuevo asesino, un vikingo durante la primer incursión en Inglaterra, y te contamos de qué se trata todo.

Assassin’s Creed Valhalla continúa el camino iniciado por Odyssey y Origins con un combate más involucrado y visceral, pero donde también destacan los elementos de RPG. Como esta vez controlamos a un guerrero vikingo en Inglaterra, el énfasis está puesto más en el combate directo que en el sigilo y hay muchos menos elementos verticales en la jugabilidad. Esto no quiere decir que no vayas a utilizar las sombras a tu favor para tomar ventaja y meter un par de kills antes de cada encuentro, pero andate olvidando de matar desde lo alto de un enorme edificio. En este sentido, se parece poco a los clásicos juegos de la saga, pero el combate es tan atractivo que muy posiblemente te adaptes rápido.

Esta vez pelearemos con espadas, hachas y lanzas que dan acceso a diferentes sets de movimientos, ataques, finishers y especiales. También se suma una barra de resistencia que regula qué tan rápido y agresivamente podemos atacar y nos forzará a ser precisos en vez de golpear al aire hasta que el enemigo caiga. El ataque es brutal, pero tiene una cierta gracia y con el tiempo vas a notar que usar el escudo con Eivor es casi tan importante como usar tu arma.

Si venís de Odyssey y Origins, vas a notar también que el arco ahora es una opción mucho más viable y que vas a usar con mayor frecuencia para despachar enemigos previo a cada encuentro. Su uso es clave a la hora de impactar puntos débiles incluso cuando jugas con tu enemigo a distancia media cosa que puedas acercarte y despacharlo con un finisher.  Lo que sí te recomendamos es subir la dificultad predeterminada porque a medida que subas de nivel cada vez se va a sentir más como que controlas a un superhombre.

Lo que mantiene el gameplay interesante son los momentos donde aparecen las nuevas variedades de enemigos, con muchos arquetipos. Algunos de los más poderosos requieren que repienses tus tácticas y cambies de armas o estilo de combate para causar daño y resistir los embates. Esto se pone particularmente intenso porque tu salud ya no se regenera automáticamente sino que tenés que buscar comida para curarte, y se convierte en un recurso limitado en el fragor de la lucha.

Con los recursos que obtengas vas a poder mejorar tu equipamento y así incrementar la cantidad de comida, daño de las armas, calidad de la armadura, y más. Sin embargo, estos sistemas son menos invasivos que en juegos anteriores, y Assassin’s Creed Valhalla nunca te obliga a subir de nivel antes de poder taclear algún oponente, sino que todo fluye mucho más orgánicamente. Eso sí – si vas sin estar listo, te vas a hacer las cosas innecesariamente difíciles aunque los enemigos escalen de acuerdo a tu nivel.

El otro uso para tus recursos es mejorar el asentamiento de tu clan. Los vikingos no vinieron de a uno sino que se instalaron en grupos, y como uno de los líderes de tu comunidad va a ser tu trabajo elegir cómo se consumen recursos. Vas a poder construir edificios, astilleros, almacenes, y hasta un correo que a la vez te permitirán comprar mejores items, personalizar y expandir tus armas y barcos, y afectar la jugabilidad de forma muy directa. Estos recursos, por supuesto, saldrán de saquear ingleses, masacrarlos, y quemar sus hogares, pero es la vida del vikingo.

Una sorpresa bastante grande que nos llevamos fue la historia con mucho énfasis en la política, bastante más Game of Thrones que Vikings. Nuestra tarea será forjar alianzas con lores de Inglaterra, y a veces causar grandes disrupciones en el poder de turno. Además, si bien Eivor no es particularmente carismático, mucha de la historia la lleva su líder Sigurd que es fascinante cuando está en pantalla.

Con respecto a la performance, Assassin’s Creed es una belleza incluso en la generación previa. Los gráficos y ambientes son de altísima calidad y presentan a la Inglaterra medieval como un lugar creíble y espectacular en donde perdernos. Al ver las primeras imágenes, la estética nos recordaba mucho a The Witcher 3 pero si bien esto es común en algunos pueblos, en los grandes castillos y batallas se ven las diferencias. Eso sí, durante el tiempo que le dedicamos el juego crasheó un par de veces al menú de la consola. También hay que destacar que, al menos en PlayStation 4, se nota lo mucho que el juego exige a la consola y escuchar el ventilador va a ser una constante.

En conclusión

Con más acción que sigilo, o al menos un sigilo diferente al de los primeros juegos, Assassin’s Creed Valhalla se convierte en el más diferente de los títulos de la saga de Ubisoft. Las novedades en el combate hacen que esta quizás sea la entrega más diferente a las demás, y la escala épica de algunos combates te va a sorprender muchísimo. Si bien las dificultades técnicas mancharon un poco la experiencia en la generación previa, pero este es básicamente un título pensado para la next-gen.