El dueño del sitio de roms, ROMUniverse, decidió ir a juicio contra Nintendo y sus ejército de abogados, y le costó 2 millones de dólares. Te contamos todos los detalles de lo que ocurrió, ¡en esta nota!
Nintendo acaba de ganar $2.1 millones de dólares porque el dueño de un sitio de ROMs es un porfiado. Estamos hablando del sitio ROMUniverse, una web que tenía enlaces de descarga a ROMs, copias de juegos para emular que casi en todo contexto son ilegales. El juicio se hizo en California, y Nintendo comenzó la demanda a fines de 2019 cuando afirmó que Matthew Storman distribuía copias piratas de sus juegos para su beneficio, dado que cobraba una suscripción.
De acuerdo a lo que reporta la web TorrentFreak, Storman no estaba de acuerdo con los alegatos, y por eso decidió que nadie lo iba a amedrentar: él es adolescente y va de frente, y por eso decidió ir a juicio. Por este motivo, se presentó en la corte solo, sin un abogado. Su defensa es que él no rompió ninguna ley porque él no subió ninguna de las ROMs él mismo, sino que más bien se dedicaba a curar links ajenos. El tema es que este argumento no convenció a la corte, y para peor después se reveló que sí, que subió ROMs al sitio. Bueh, qué querías que pase, mi vida.
“El acusado llenó una declaración para oponerse a la propuesta donde “niega y disputa que subió los archivos a dicho sitio, y en ningún momento verificó el contenido de dicho archivo ROM”, que se contradice directamente con su declaración jurada donde testificó que subió archivos de ROM a su web“, explicó el juez. “Además, el acusado testificó que su web indicó qué copias de videojuegos de Nintendo estaban disponibles en su web“. Con su servicio de suscripción, el sitio generó entre $30,000 y 36,000 en ganancias durante 2019.
Es sabido que ir a juicio contra Nintendo es mala idea porque a la gran N no le tiembla el pulso a la hora de soltarte los abogados más feroces del mundo. Sin embargo, Matthew Storman tenía un argumento legal horrendo que le costó carísimo y lo salvó que la jueza Consuelo Marshall decidió que los $15 millones de dólares que pedían los japoneses eran una ridiculez. Así, Storman deberá pagar $35,000 dólares por cada uno de los 49 juegos pirateados – menos que los $90,000 que pedía Nintendo, pero que igual sumados a los costos por infringir marcas y propiedades intelectuales terminan en $2,115,000. Dentro de la desgracia, la sacó baratísima.