Mientras desayunas, agarras el diario y lo ves. Te subís al colectivo y también está ahí. Bajas, y enfrente de la parada, lo volvés a ver. Llegas a la oficina y escuchas que un grupo de compañeras dice: “Si todos los curas fueran como Mariano Martínez, me hago monja de clausura”. Gritas como si estuvieras frente a frente con Freddy Krueger, y te despertas. Todo fue un sueño, aunque te levantas sabiendo que cuando salgas de casa esa pesadilla se va a convertir en realidad. Si, estás harto de ver los carteles y las promos de Esperanza Mía, con Mariano Martinez vestido de cura por toda la ciudad al lado de una “novicia” muy particular.
A vos que la historia de Mariano Martínez y Lali Espósito no te convence, a vos que ya no sabes dónde esconderte cada vez que alguien dice Esperanza Mía, a vos que te sentís perdido cada vez que te preguntan cuál es tu monja preferida del convento Santa Rosa, te tenemos una solución infalible: un TOP 5 con las mejores película de monjas para que cuando digan cura o novicia pienses en Whoopi Goldberg y el coro eclesiástico con más onda, o en María y la ropa hecha de cortinas viejas para los niños von Trapp.
PUESTO N° 5: THE NUN’S STORY (HISTORIA DE UNA MONJA) – 1959
En la década del ’30, la joven belga Gabrielle van der Mal (Aundrey Hepburn), decide dejar su vida de llena lujos, para ingresar a un convento con la misión de viajar al Congo Belga y ayudar a los más necesitados.
Tras de un largo período de luchas internas frente a los votos de pobreza, castidad y obediencia, Gabrielle se convierte en la Hermana Luc.
Tras servir en una institución psiquiátrica en Bruselas, la religiosa es enviada al Congo para ayudar al doctor Fortunati (Peter Finch) en el hospital local.
La Hermana Luc enferma de tuberculosis y Fortunati logra salvarla. Tras su recuperación, surge una atracción entre ambos, pero la monja logra apagarla.
Años después vuelve a Bélgica en plena Segunda Guerra Mundial, y tras la muerte de su padre en manos del nazismo, la Hermana Luc deja los hábitos impedida de permanecer neutral frente al conflicto, tal como su Orden Religiosa le había ordenado.
PUESTO N° 4: HEAVEN KNOWS, MR ALLISON (SOLO DIOS LO SABE) – 1957
En plena Segunda Guerra Mundial, el infante de marina Henry Allison (Robert Mitchum) sobrevive a un naufragio luego de que el submarino en el que viajaba fuese hundido en medio del océano Pacífico. Arrastrados por la corriente, el cabo llega a la isla Tuasiva.
Creyendo que el lugar está desierto, el solado comienza a recorrer las tierras cuando se cruza inesperadamente con la Hermana Ángela (Deborah Kerr). La religiosa le cuenta que está sola, tras la muerte del sacerdote que la acompañaba en su misión religiosa.
La vida en la isla es placentera hasta que llegan los japoneses y Allison y Sor Ángela tienen que refugiarse en una oscura caverna.
Las tropas enemigas descubren el escondite y el cabo y la monja son intimidados a la rendición o a morir por la explosión de una granada, pero un milagroso ataque aéreo estadounidense les salva la vida.
Antes de dejar la isla, Allison le declara su amor a la Hermana Ángela, pero ella se niega a comenzar una relación por su condición de religiosa, y con lágrimas en los ojos se despide del soldado.
PUESTO N° 3: TWO MULES FOR SISTER SARA (DOS MULAS Y UNA MUJER) – 1970
Como siempre la traducción arruina un buen título, y este western de 1970 no fue la excepción.
La película, protagonizada por Clint Eastwood y Shirley McLaine, se desarrolla en territorio mexicano a fines del siglo XIX, dónde un pistolero y mercenario rescata a una monja cuando estaba a punto de ser atacada. La buena acción le trae un importante beneficio al cowboy, ya que la religiosa tiene información sobre la fortaleza que él quiere atacar.
Como toda película hollywoodense de los ’70 el mercenario se enamora de la Hermana Sara y lucha consigo mismo para detener sus impulsos de besarla cada vez que la tiene en frente. Para sorpresa de este pistolero la monja no es más que una afamada prostituta escapando de la ley, y que, como no podía ser de otra manera, también se enamora de su barbudo héroe.
PUESTO N° 2: THE SOUND OF MUSIC (LA NOVICIA REBELDE) – 1965
Una novicia llamada María (Julie Andrews) es enviada a la casa de un viudo capitán de la Marina Imperial llamado Georg von Trapp (Christopher Plummer), para que trabaje como institutriz de sus siete hijos.
Con el correr del tiempo la joven María entabla una cercana relación con los chicos y se enamora del capitán, quién deja a su prometida, la baronesa Schroeder (Eleanor Parker), para casarse con ella.
Amor en clave musical para este clásico indiscutido que se desarrolla en Salzburgo (Austria), antes de la llegada del nazismo al país.
PUESTO N° 1: SISTER ACT (CAMBIO DE HABITO) – 1992
Como no podía ser de otra manera, el primer puesto se lo lleva Whoopi Goldberg y el coro de monjas con más onda de la historia del cine.
La cantante Deloris Van Cartier (Whoopi Goldberg) se convierte en involuntaria testigo de un asesinato. Asustada, recurre a la policía, que decide esconderla en un convento hasta que puedan dar con el asesino.
La Madre Superiora (Maggie Smith) se niega a esconder a la mujer en el convento, hasta que es convencida por Monseñor O’Hara (Joseph Maher) y accede al pedido.
Como única labor, le piden a Deloris (desde ahora Hermana Mary Clarence) que se una al coro y ayude a las monjas a mejorar su performance.
Como directora, aggiorna el repertorio y logra que la gente se acerque nuevamente a la Iglesia.
El coro llega a los oídos del Papa, quién viaja especialmente a San Francisco para verlas en vivo.
En la víspera del gran día Deloris es secuestrada por los mafiosos de los que escapaba y las monjas corren a su rescate. Finalmente la policía arresta a los asesinos y Deloris vuelve al convento donde el Papa espera ansioso oír al coro que revolucionó el convento.