Rocky Balboa, el personaje icónico de la carrera de Sylvester Stallone, no va a ser parte de Creed III, película dirigida por Michael B. Jordan.
Rocky es un hito en la historia del cine, y creemos que eso no se puede discutir demasiado. Uno de los papeles más icónicos de Sylvester Stallone, pasó a la historia, y quedará en la memoria de varias generaciones como una de las sagas de películas deportivas más significativas.
Todas las entregas con el nombre Rocky en su título tenían como principal objetivo empoderar al musculoso actor contra diferentes contrincantes que, en apariencia, suponían ser más fuerte que el protagonista. Sin embargo, a fuerza de voluntad y constancia, nuestro querido Rocky siempre terminaba ganando. Rocky Balboa, sin embargo, ya nos mostraba a un Sylvester Stallone entrado en años, cansado. Todo, en una película que dejaba un poco de lado la acción del combate para meterse de lleno en la emocionalidad, en el paso de los años, en las relaciones humanas.
Y fue justamente el concepto de Rocky Balboa que dio paso a la saga Creed, protagonizada por Michael B. Jordan como Adonis Johnson, quien más tarde aceptaría el apellido de su padre y pasaría a ser Adonis Creed. Tanto Creed como su secuela tenían muchísimo de lo que Rocky Balboa había propuesto, con el factor drama a flor de piel y muchísimo énfasis en las relaciones de los personajes.
Creed III está programada para el 23 de noviembre de 2022, y va a suponer el debut como director de Michael B. Jordan, quien también será el protagonista. Pero esta vez, sin Sylvester Stallone a su lado en la pantalla, como lo confirmó el representante del actor en una entrevista reciente. No se dieron explicaciones ni motivos, solo la certeza de que el actor no iba a ser parte de esta tercera entrega.
Si vamos a los números y al dato duro, Creed recaudó 173 millones de dólares con un costo de producción de 35 millones. Mientras que Creed II obtuvo 214 millones de dólares, con una producción de 50 millones. A pesar de los números, la secuela no llega a la altura de la primera parte, que además de ser una gran exponente, puso a Stallone en una nominación a los premios Oscar.
Quizás sea el final de Rocky Balboa en el cine, por más triste que suene. Es como el final de un personaje que tuvo una evolución fantástica en la pantalla grande. No solo como personaje, sino también a nivel actoral y emocional. Mientras tanto, vamos a poder disfrutar de una suerte de “director’s cut” de Rocky IV que Stallone acaba de terminar de montar y será estrenado muy pronto.