Shawn Layden, el ex-lider de PlayStation, aseguró que los costos inflados de los exclusivos los hacen menos rentables que otros juegos. Leé sus palabras, ¡en esta nota!
En estos tiempos se habla muchísimo de si las exclusividades en los videojuegos sirven o no, y hace un tiempo Microsoft abrió las puertas con varios de sus títulos que lanzaron en PlayStation y Switch. La pregunta de si los exclusivos tienen futuros tiene posiciones como que no tenerlos devalúa tu marca, mientras que otros aseguran que es económicamente poco viable crearlos. Un poco esta es la postura del ex presidente y consejero delegado de Sony Interactive Entertainment America, Shawn Layden, que le dijo a Venture Beat que cuando el costo de un juego supera los 200 millones de dólares, “la exclusividad es tu talón de Aquiles“.
“Reduce tu mercado direccionable“, explicó Layden, antes de usar el éxito de Helldivers 2 que lanzó en PS5 y PC como contraejemplo. “Sobre todo cuando estás en el mundo de los juegos con servicio en directo o free-to-play. Otra plataforma es solo otra forma de abrir el embudo, de conseguir que entre más gente. En un mundo free-to-play, como sabemos, el 95% de esa gente nunca gastará ni un centavo. El negocio gira en torno a la conversión. Tenés que mejorar tus probabilidades abriendo el embudo. Helldivers 2 lo demostró para PlayStation, y saldrá para PC al mismo tiempo“.
Según Layden, los juegos para un jugador tienen una consideración de público similar a la de los juegos multijugador, aunque no exactamente igual. “En el caso de los juegos para un jugador, la exigencia no es la misma“, afirmó. “Pero si te gastas 250 millones de dólares, querés poder vendérselo al mayor número de personas posible, aunque sólo sea un 10% más“.
Los comentarios del ejecutivo se alinean con los del ex jefe de Xbox, Peter Moore, que en una entrevista con IGN sugirió que Microsoft tiene que pensar en llevar Halo a PlayStation.
El negocio de los videojuegos estuvo marcado por los múltiples despidos en todos los gigantes, y Phil Spencer dijo que su motivo es que la industria fracasó a la hora de hacer crecer la audiencia para sostenerla, y que esto requería ir más allá de las consolas tradicionales. Shawn Layden dijo que esto definitivamente era un factor, pero que no es una cuestión tecnológica sino del juego en sí.
“La base instalada global de consolas, si nos remontamos a la PS1 […] nunca supera los 250 millones”, dijo. Por otro lado, agregó: “Simplemente no es así. Los dólares aumentaron con el tiempo. Pero yo lo que veo que estamos sacando más dinero de la misma gente. Eso ocurrió durante la pandemia, que hizo que muchas empresas invirtieran en exceso.”
“No estamos haciendo lo suficiente para que la gente hasta ahora no consolidada se sume a los juegos de consola. No vamos a atraerlos haciendo más de la mierda que estamos haciendo ahora. Si el 95% del mundo no quiere jugar a Call of Duty, Fortnite y Grand Theft Auto, ¿se va a limitar la industria a hacer más Call of Duty, Fortnite y Grand Theft Auto? Con eso no vas a conseguir a nadie más“.