Quien alguna vez haya dicho que el ajedrez es un juego tranquilo, claramente nunca tuvieron de rival a un robot. Durante un torneo en Rusia, un robot ajedrecista le agarró un dedo a su oponente de siete años y se lo rompió. Enterate los detalles en ¡esta nota!
Si buscás algún juego que necesite mucho de estrategia, concentración, tranquilidad, paciencia y cero violencia, el ajedrez es un buen candidato, siempre y cuando no tengas de oponente a un robot. La semana pasada, los medios de comunicación rusos informaron de un caso bastante particular y terrible: un robot ajedrecista agarró el dedo de su rival de siete años y se lo rompió.
Si bien los brazos robóticos se vienen utilizando en torneos de ajedrez desde hace años, nunca se había reportado ningún problema/accidente de este tipo. Esto sucedió durante el Moscow Chess Open, un torneo celebrado la semana pasada en Rusia, y el robot en cuestión fue contratado para jugar contra más de un competidor simultáneamente.
Según The Guardian, Sergey Lazarev, presidente de la Federación de Ajedrez de Moscú, le dijo a la agencia de noticias rusa TASS: “El robot rompió el dedo del niño. Esto, por supuesto, es malo“. Además, agregó que la máquina había jugado varias exhibiciones previas sin problema.
Lazarev también dijo que el niño de siete años, llamado Christopher, había hecho un movimiento y que después de eso, le tendría que haber dado tiempo al robot para que responda. “Pero el niño se apresuró y el robot lo agarró“. De cualquier manera, el presidente de la Federación de Ajedrez añadió que los proveedores del robot “tendrán que pensar en reforzar la protección para que esta situación no vuelva a ocurrir”.
Por suerte, Christopher, cuyo dedo fue enyesado, no parecía demasiado traumatizado por el ataque, según informó Lazarev. “El niño jugó al día siguiente, terminó el torneo y los voluntarios ayudaron a registrar los movimientos”, dijo.
El video del incidente del 19 de julio, publicado por el canal Baza en Telegram, muestra que el brazo robótico saca una pieza de su oponente y, antes de que haga su movimiento, el nene pone su pieza en el mismo lugar donde va a mover el robot. Entonces, el brazo robótico, obviamente sin darse cuenta de esto, pellizca el dedo de Christopher durante varios segundos antes de que una mujer, seguida de tres hombres, lo ayuden.
Estos brazos robóticos pueden “entender” el tablero y las piezas de ajedrez, pero eso no significa que le presten atención a un posible movimiento erróneo o fuera de lugar de su oponente humano. Por esto, cuando el niño se puso por delante, el robot ajedrecista simplemente siguió haciendo su trabajo.
Sergey Smagin, vicepresidente de la Federación Rusa de Ajedrez, le dijo a Baza: “Hay ciertas reglas de seguridad y el niño, aparentemente, las violó. Cuando hizo su movimiento, no se dio cuenta de que primero tenía que esperar. Este es un caso extremadamente raro, el primero que puedo recordar”.
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