Probamos el disco de estado sólido SP900 , 128 GB, de ADATA y te traemos la review como solo Cultura Geek puede contártela.
En un mercado donde la espectacularidad pasó de centrase en specs, para entrarnos por los ojos de un bello y llamativo packaging, en el caso de Adata no tenemos mucho para decir del embalaje y su presentación. Sí tenemos que destacar que la carcasa, puede aguantar bastantes idas y venidas si instalás este disco en una notebook (aunque no está pensada para resistir golpes) . Es extremadamente pequeño (100, 45 x 69,85 x 7mm) y liviano (47,5 gramos sin los accesorios, de los que hablaremos más abajo) y eso aporta mucho a la hora de viajar con nuestra computadora.
La línea viene en presentaciones de 64GB, 128 GB, 256 GB y 512 GB. Nosotros probamos la segunda opción y quedamos muy conformes con el rendimiento. Recordemos que se trata de un disco de estado sólido; es decir, que no cuenta con partes móviles y que los procesos se realizan de manera totalmente electrónica, lo que cambia muchísimo a la experiencia y la velocidad con la que podemos instalar programas, iniciar el equipo y acceder o transferir archivos.
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La velocidad de lectura de datos multimedia con la que nos encontramos fue de aproximadamente 250 MB por segundo y de poco más de 100 MB por segundo para la escritura, lo que está en el promedio y hasta quizás debajo de la velocidad habitual, pero recordemos que no se trata de un disco de gama alta ni de una línea premium. Sí notamos una diferencia casi abismal en la velocidad en que instaló e inició el sistema operativo con el que lo probamos (Windows 8.1) en relación a un disco duro regular, obviamente.
En nuestro caso, lo probamos con una notebook de tamaño estándar, así que tuvimos que usar uno de los accesorios, un “borde” que podemos colocar alrededor del disco para adaptarlo a la medida de 3,5 pulgadas. Además, dentro de la caja se encuentra una “bandeja” adaptadora a 9,5 mm para poder ubicarlo en una PC de escritorio.
El resumen con el que podemos dejarlos es que el SP900 de ADATA es un SSD “entry level”: vas a notar una diferencia con respecto a tu disco duro normal, sin desembolsar los costos altísimos que tienen los discos SSD de rápida escritura. El precio del ADATA de 128GB ronda los $1.800 pesos argentinos, y ofrece más que aceptables prestaciónes. Si aun no tenes un SSD, y no sos un pro-gamer, el salto de calidad va a ser abismal, y no te va a costar demasiado.