Shredders es un juego pensado para fanáticos del snowboard por su delicado realismo,quizás dejando un poco de lado la diversión del gameplay. ¿Lo podrá disfrutar todo tipo de jugadores? Probamos el juego en PC y te contamos qué nos pareció.
Para los que somos más retro que otros, hay ciertas varas que tenemos ya establecidas respecto a algunos géneros de videojuegos. Si hoy tuviésemos que jugar a un título de skate, la vara que tendríamos, muy alta, es la saga Tony Hawk, porque nadie nunca pudo superarlo. Si fuese un juego sobre BMX, la saga Matt Hoffman sería nuestra vara. Y, frente a un juego de snowboard como Shredders, tenemos muy marcada a piel la excelente saga Cool Boarders como indiscutida. En este caso, jugamos a este juego de deporte en tercera persona en su versión de PC y te contamos par quién esta pensado y que sentimos al jugarlo.
Seguramente, para quienes encaren por primera vez un juego de snowboard y comiencen con esta propuesta, la experiencia va a ser diferente, pero al menos nosotros no podemos omitir que, en 1996, se hizo el primer gran juego sobre esta disciplina, que era realmente genial en cuanto a su gameplay. Las tres sagas mencionadas tenían algo en particular: eran simples de jugar. Podías hacer un montón de movimientos, cada uno más complejo que el otro, pero empezar de cero se sentía algo muy intuitivo porque los comandos eran fluidos. Saltar, tomar velocidad, los nosepress, los tailpress, los ollies, los grabs, los 180. Una vez que aprendías cómo hacerlos, salían casi por instinto.
El realismo de no ser tan realista
El problema con Shredders entonces, es que se toma demasiado en serio eso de querer brindar la misma experiencia en el juego que la que podríamos sentir haciendo snowboard de verdad. Y acá, nobleza obliga, tenemos que una aclaración: si quisiéramos vivir la experiencia de hacer snowboard, probablemente iríamos a algún paisaje del sur de nuestro país a practicar el deporte. Jugar al FIFA no es lo mismo que meterse en una cancha con nueve amigos a patear una pelota. Y las diferencias son tan obvias que apelamos al sentido común del lector y las damos por entendidas.
Querer emular la “realidad” dentro de un videojuego, haciendo que las cosas más divertidas de dicho exponente sean complicadas, no siempre es una buena idea. Podemos aceptar que vencer a un jefe en el Dark Souls sea sumamente complicado, pero si en un juego de snowboard saltar se siente aburrido, estamos frente a un gran problema. Después de mucho intentarlo, logramos aterrizar un salto sobre una baranda de metal, y se sintió como si apoyáramos una caja de cartón vacía sobre una superficie y la arrastráramos lentamente, con cara compungida, como si ese fuese nuestro monótono trabajo.
La libertad restringida por el gameplay
Shredders te obliga, por así decirlo, a controlar tu adrenalina. Ir a fondo en este titulo probablemente no te lleve a buen destino, y para realizar mucho de los trucos vas a tener que ir regulando tu velocidad. En un principio, cuando cada cosa que intentemos sea una falla y terminemos estrellados contra la nieve, vamos a tener dos opciones: volver a empezar de cero, o volver unos segundos atrás e intentar nuevamente lo que queríamos hacer. Dependiendo en qué instancia del juego estemos, esto de rebobinar unos segundos nos va a penalizar, o nos va a impedir que alcancemos ciertos logros.
Irónicamente, el control de nuestro personaje se aleja de la realidad y de todo conocimiento sobre la física de un objeto cuando estamos en el aire. Tomamos impulso, agarramos la rampa a la perfección, saltamos en el momento justo, y una vez en el aire, podemos girar al personaje hacía los costados y hacia arriba o hacia abajo como si fuese una esfera, siempre girando sobre un mismo punto para poder así aterrizar lo mejor posible. Porque claro, si hablamos de realismo y de querer que el jugador experimente lo mismo que al hacer snowboard, nunca hay que perder de vista que está la realidad, y LA realidad.
Lo que sea por unos likes
La historia persigue a unos youtubers en busca de nuevas aventuras para su canal. La encargada de marketing (o algo por el estilo) de una marca de ropa para snowboard los ve e intenta atraerlos, ya que piensa que su destreza y frescura puede ayudar a que la marca para la que trabaja se haga más conocida entre la gente que los sigue. Y así comienzan las misiones. Muchas son simples, como romper algunas banderas, y de ahí en más se van complicando, no solo por la dificultad de la misión en sí, sino por la habilidad que requiere por parte de los personajes. Como punto fuerte, al menos para quienes conocen el deporte, es que aparecen muchas estrellas del snowboard actuales, que también prestan su voz.
Acá es donde empezamos a pensar que, quizás, el juego esté hecho para amantes y conocedores del deporte obviamente, pero para aquellos que logran disfrutar más del contexto que del juego en sí. Y es una búsqueda completamente válida, aunque deje fuera al resto que solo queremos divertirnos y no nos impactan ninguno de los nombres que aparecen. Quizás ese aire distendido e informal que tiene, esa mirada “cool” y extremadamente yankee que el juego posee sea parte de su impronta, una búsqueda que, como dijimos, quienes no estamos en ese mundo no podemos apreciar pero quizás los snowboarders lo encuentren realmente genial.
Y, de nuevo, acá es donde entra el juego el fanatismo. No dudamos en ningún momento que lograr hacer un 180 en Shredders y que uno de tus ídolos te grite palabras de aliento debe ser algo que se siente genial, el problema, y yendo directamente a lo técnico, es que justamente no son actores de voz, sino profesionales del snowboard. Y si bien hay alguno que logra imprimir un poco más de carisma que otros, todo se siente sin gracia. Cada grito de aliento que nos regalan estos personajes se siente sin vida, sin gracia, es como si lo dijeran por compromiso. Si, es la voz original, ¿pero realmente importa si no nos transmite nada desde lo comunicacional?
El marketing por encima de todo
Las recompensas de las diferentes misiones son todas a nivel estético, desde ropa de marca, equipos con licencias y diferentes accesorios. Las recompensas realmente se sienten como poca cosa para generar la necesidad de completar misiones viejas o volver a rejugarlas para sacar un mejor puntaje, pero seguramente para algunos, tener ciertos trajes o accesorios de las marcas disponibles puede sentirse parte de algo más grande. Y si nos ponemos a pensar, lo mismo podría pasar con el futbol, con la música, o con cualquier disciplina.
Shredders plantea un mundo semi abierto donde vas a poder cumplir todas las misiones que te propone de la forma que mejor te salga. En ese sentido, es muy amplia la posibilidad que te da para jugar y, de la misma manera, es muy amplia la cantidad de misiones disponibles. En ese aspecto, no tiene nada que ver con el ya mencionado Cool Boarders, donde los objetivos iban en la velocidad y la cantidad de puntos que sumábamos. Acá es todo mucho más variado y original, teniendo misiones que se acercarían mucho más a las locuras que podría hacer un youtuber.
Cuando hablamos de realismo, en Shredders existe el factor de quedarse sin velocidad y perder el impulso, sobre todo cuando llegamos a terreno plano y la caída ya nos beneficia con la física, la inercia, el empuje, y todas esas cuestiones. En ese momento, cuando llegamos al extremo del mapa y ya no podemos hacer nada, podemos llamar a una moto de nieve para que nos lleve cuesta arriba. También podemos reiniciar la misión o volver segundos antes de alguna prueba en especial. Todos estos factores le dan más dinámica al juego y si los mezclamos con la cantidad de pistas o mapas disponibles, vamos a tener varias horas de entretenimiento si es que logramos vibrar en la misma sintonía del título.
Shredders para algunos pocos, no para todos
En pocas palabras, Shredders está hecho, a nuestro entender, exclusivamente para fanáticos del snowboard. La impronta de la comicidad que maneja, las misiones y las mecánicas de juego no creemos que sean para todos, pero el resto, todo lo que tiene que ver con el mundo de esta disciplina está muy bien captado. A nivel técnico, el juego no es ninguna maravilla. Sus gráficos son correctos para lo que acostumbramos ver hoy en día, pero hay cuestiones en sus controles, en algunas físicas, en lo poco intuitivo de los diferentes menús de juego, y ciertos bugs que encontramos en el camino, que se nos hizo imposible pasar por alto.
FECHA DE LANZAMIENTO | 16 de marzo de 2022 |
DESARROLLADOR | FoamPunch |
DISTRIBUIDOR | FoamPunch |
PLATAFORMAS | PC, Xbox Series X/S |