Paper Mario: The Origami King marca el regreso de la subsaga de RPGs de Nintendo a las consolas actuales. En Cultura Geek te contamos todos los detalles ¡en esta nota!
Una de las tragedias más grandes del gaming es que Square Enix y Nintendo nunca volvieron a colaborar directamente después del genial Super Mario RPG, uno de los mejores juegos de la SNES. Las compañías tomaron caminos distintos, una con su Final Fantasy, y la otra poniendo al fontanero en una saga de RPGs pero con estética de papel. Esto funcionó muy bien en las eras de la N64 y Gamecube, pero no tanto en las demás. Ahora, Nintendo regresa con un nuevo RPG bajo el título Paper Mario: The Origami King, y te contamos si logra recuperar la magia.
Paper Mario, en la actualidad, trata más del mundo, la exploración y los diálogos que el verdadero sistema de combate con niveles y comandos de menú. La serie se reinventó varias veces con nuevas mecánicas, y su corazón no está en el gameplay sino en el humor. Paper Mario: The Origami King es un fiel seguidor de esta creencia y nos presenta un sistema de combate completamente nuevo con más de un giro.
En Paper Mario: The Origami King el héroe titular recibe una invitación de Peach a un festival, pero ni bien llega se da cuenta que Toad Town está siendo invadido. Los habitantes del reino son capturados uno a uno y convertidos en origami así que habrá que tomarse el trabajo de rescatarlos del malvado King Olly, un personaje completamente nuevo.
Nuestra misión será explorar para conseguir items que resuelvan puzzles bastante graciosos pero obvios, el corazón de la serie que vive a base de encanto. El mundo está lleno de juegos de palabras, o cosas que se atan a la estética de elementos de papel, útiles y objetos chicos como encontrar una mecha para una bomba o usar una máquina de fax para teletransportarnos. La gracia será que, como justamente esto es un mundo de origami, podremos doblar y desdoblar partes de la pantalla para encontrar secretos, misterios y elementos para progresar.
Sin embargo, Origami King no es una aventura gráfica de puzzles, sino que también hay combate por turnos. La parte que le da variedad es que en vez de un clásico RPG, esto es más un puzzle que otra cosa. Mario será ubicado en el centro de una arena con círculos concéntricos (hasta cuatro) de 12 casilleros cada uno, y nuestra tarea será rotar los bloques para crear líneas de enemigos como una especie de cubo Rubik. La idea es manipular el espacio, juntarlos y usar nuestros ataques para despacharlos a todos juntos.
Esta idea del círculo concéntrico empieza muy, muy sencilla, como si este fuera un título apuntado a los más peques. Sin embargo, la dificultad se incrementa muchísimo, muy rápido y lo que en principio parecía obvio y rutinario para la segunda hora de juego te va a tener rascándote la cabeza mientras corres contra el timer para alinear todo. La promesa es que si jugas bien, los combates duran un turno… pero nadie juega TAN bien. Además, como no ganas experiencia, si bien el puzzle es divertido por el placer del puzzle mismo, a veces se siente que molestan para llegar al próximo punto de la trama.
Hablando de la historia, progresar por esta requiere que transitemos el mundo y exploremos sus recovecos mientras hablamos con los habitantes. Muchas veces vas a llegar a bloqueos donde necesitas volver a un área previa para conseguir algún elemento o persona que desbloquea el área siguiente, por lo que si bien tenés mucho para explorar, si no sos la clase de jugador que se toma su tiempo en cada zona seguramente te frustres.
Tenemos un combate combate único, con un aspecto cuidado del mundo y la exploración. ¿Qué más? Falta lo más importante, ¡las batallas contra bosses! En momentos claves de la historia, entraremos en combates que están invertidos con respecto a lo que jugamos durante la progresión normal. Esta vez, los jefes estarán al centro del mapa y Mario comienza el combate en los anillos exteriores desde donde debe transitar hacia el interior mientras esquiva obstáculos para un ataque óptimo. Estos enfrentamientos son bastante difíciles, y a menos que seas muy inteligente, seguramente van a tener un elemento de prueba y error.
Conclusión
Paper Mario: The Origami King es un soplo de aire fresco que no sabemos si la saga realmente lo necesitaba. El mundo es encantador, el combate único y dificilísimo, y la propuesta en general es arriesgadísima. Sin embargo, y aunque es un gran título, no es exactamente el regreso a las raíces por el que varios fanáticos clamaban. De algún modo, es una pena que más allá de en lo estético o el nombre, no haya más juegos de Mario estilo RPG. Para bien y para mal, este juego es su propio monstruo y no es la jugabilidad lo que define la saga sino su estética y humor.
FECHA DE LANZAMIENTO | 17 julio de 2020 |
DESARROLLADOR | Nintendo |
DISTRIBUIDOR | Nintendo |
PLATAFORMAS | Switch |