¿Cómo se hace para retener un semblante de frescura en algo que ya exploraste un millón de veces? En Bandai Namco encontraron la respuesta con Dragon Ball XenoVerse, el más reciente título de la saga.
Dragon Ball es como Los Simpson, pasión de multitudes para varios de nosotros y una serie legendaria que gusta seas otaku o no. Una cuestión totalmente pasional. Tal es así que cuando se trata de los juegos de la serie no hay término medio: o son una joya, o son un desastre. Felizmente, este entra en el primer grupo. Dragon Ball XenoVerse ,el nuevo juego de peleas con toques de RPG, está disponible para PlayStation 4, PlayStation 3, Xbox One, Xbox 360 y PC (¡por fin un juego de Goku y compañía para PC!). La versión que nosotros analizamos es la de PS4.
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Imaginate esta situación: mundial del ’86, el Diego Maradona está por meter ese cabezazo (fue de cabeza, ¿ok?) legendario contra los ingleses pero de la nada el arquero se inspira y para la pelota con un manotazo imposible. Año 2015, un viajero en el tiempo viaja a México ’86, y cabecea la pelota antes, acomodándola para que el Diego haga lo suyo: esa es la premisa de Dragon Ball XenoVerse. ¿Cuántas veces más podés derrotar a Raditz, Vegeta, Freezer, Cell y Majin Bu antes de embolarte y darte cuenta que estás haciendo siempre lo mismo con mejores gráficos? Por eso es tan copada la idea de Xenoverse, ahora podés tomar parte de los eventos peleando codo a codo con Goku, Pikkoro, Gohan y los demás con un nuevo modo historia que está inspirado en las sagas originales pero es a la vez una historia original e imaginativa.
El juego arranca con la presentación y el clásico Cha-la head-cha-la, tras la cuál te cuentan que por alguna razón desconocida, la historia está cambiando. Trunks, al frente de una patrulla temporal, reúne las siete Dragon Balls y le pide a Shen-ron que le envíe un guerrero fuerte para ayudarlo a restorar la línea temporal. Ahí el juego te tira a una pantalla donde podés diseñar tu personaje que vas a usar a lo largo de las batallas – humano, saiyan, namekiano, alien (como Freezer) o demonio (como Majin Bu), cada uno con variantes masculino y femenino. Tras esta secuencia, se abre el mapa de la ciudad por donde el jugador puede hacer de todo un poco: jugar partidas en línea, jugar versus (ahí sí se pueden usar los personajes de la serie), hacer side quests, cambiar la ropa o skills de los personajes, o jugar el modo historia (el principal) donde Trunks asigna alguno de los eventos de la serie para que el jugador los vuelva a vivir y se asegure que todo salga como corresponde.
Una vez que empiezan las peleas este título se parece bastante a la serie Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi, con mapas grandes en 3D que se pueden recorrer y pelear a corta o larga distancia. La novedad es la cantidad de gente que puede haber en la pantalla simultaneamente. Por ejemplo, podría darse que haya duelos de 3 contra 3 donde en cualquier momento te cansas de pegarle a un oponente y vas a buscar a otro, y siendo que el juego tiene sistema de progresión a lo RPG donde aplicas puntos a los stats que querés y elegís tus ataques, podes enfrentar a los enemigos de cualquier modo que te guste: con ataques de ki, a puño limpio, o de modo balanceado. Del mismo modo, la pelea puede pasar a plano secundario y mientras los compañeros se dedican a darle masa a los oponentes, el jugador puede recoger materiales para crear nuevos items o buscar las propias Dragon Balls – una joyita de variado.
El juego tiene una lista larguísima de personajes, con varios de las últimas películas de la serie como Beerus o Whis, pero hay un detalle que decepciona: si bien todos los Saiyan pueden transformarse, hay varios personajes (Freezer, Cell o Majin Bu) que no, y usan modelos separados para cada nivel, totalmente desconectados entre sí. Esto es una pena, pues siempre fue divertido empezar una pelea por lo bajo y terminar con 5 transformaciones encima. Fuera de ese detalle, los modelos son espectaculares, los gráficos vibrantes (tanto donde hay animación nueva como cutscenes en el propio engine) y la música en balance justo entre nostálgica y nueva. Mejor todavía, el juego tiene la opción de jugar con las voces en japonés original para no tener que sufrir a los actores yankis. Si sólo hubiera una opción para tener a Mario Castañeda, Laura Torres y demás actores latinos este sería el mejor juego de la saga sin lugar a dudas.
En Dragon Ball Xenoverse están todas las sagas principales (Raditz, Vegeta, Ginyu, Freezer, Cell, Majin Bu, e incluso Beerus, Broly, y un adelanto de la nueva película), donde cada escenario puede contar de varias peleas, y a la vez hay side quests tipo “ok, ahora jugá esa misma pelea pero aliado a los enemigos en vez de los héroes”. Mientras tu personaje sube de nivel puede a la vez entrenar con otros personajes y aprender sus técnicas (no te asustes cuando empieces el juego y no sepas hacer el Kame-Hame-Ha, lo desbloqueás al poquito tiempo) haciendo que el juego tenga una longitud bastante interesante donde podés hacer sólo lo esencial o ponerte a desbloquear cosas que si sos fan realmente garpan.
Este juego es, si sos fan, el primer gran título de Dragon Ball en muchos años y uno de los mejores que jugamos. La historia es excelente por su combinación de nostalgia con nuevos villanos y nuevos ángulos, y el combate y personalización son una joyita. Si no sos fan o no conocés la serie o manga original el modo historia te va a llamar menos la atención, porque no se dedica a contar todo de cero sino que asume que ya sabés quién es quién, y qué hacen – no obstante lo cuál si buscabas un gran juego de pelea en 3d con controles fáciles pero complejidad oculta a lo Super Smash Bros, andá pensando que Dragon Ball XenoVerse es uno de los mejores títulos desde la era de la PS2.