Tuvimos la oportunidad de charlar con Kathrin Thomas, encargada del equipo que diseñó la experiencia de usuario del Moto Razr 2. Nos cuenta todo sobre el dispositivo plegable ¡En esta nota!
El nuevo Razr ya llegó a la Argentina, y en Cultura Geek pudimos hablar con Kathryn Thomas, quien lidera el equipo de experiencia de usuario de Motorola en Chicago. Ella trabajó en el diseño de software para el nuevo smartphone y nos contó que factores son clave para diseñar el software de un equipo que se dobla a la mitad.
“Para la primera generación del Razr estábamos en un proceso de aprendizaje acerca de cómo se podría sentir la gente con un dispositivo que se dobla a la mitad y qué iban a necesitar de él mientras estuviera cerrado”, explica Kathryn. “Aprendimos que hay como una especie de tranquilidad mientras el teléfono está cerrado, pero es importante para los usuarios permanecer al tanto de las notificaciones, información crítica, el clima, la batería, la hora. Y esas cosas necesitaban absolutamente estar en el display externo”.
Además, indica que desde la segunda generación se enfocaron en encontrar la forma de darle a los usuarios herramientas útiles y hacerlo fácil y simple. Por este motivo: “adaptamos la interfaz de la aplicación de la cámara para que encaje en la pantalla externa, adaptamos el launcher para tener acceso al panel de aplicaciones o de contactos. Pero no es como usar una interfaz de usuario que está diseñada para una pantalla grande y tratar de usarla en una pantalla pequeña”.
La encargada de experiencia de usuario de Motorola Razr explicó que decidieron asignar de antemano algunas aplicaciones a la pantalla externa. “Una de las cosas que fue muy importante para nosotros fue mantenerlo simple y fácil. Enfocarse en el uso, pero darles control a los usuarios y darles la posibilidad de customizarlo y hacerlo funcional para ellos”.
También, dijo que aprendieron mucho a partir del comportamiento de la gente, como que algunos gustan de llamar a otras personas mientras está cerrado. “Es muy importante para nosotros escuchar la respuesta y el comportamiento de los usuarios y ser capaz de contestar los mensajes desde afuera es muy importante. Entonces aprendimos de la primera a la segunda generación, todas estas cosas y buscamos maneras en las que podíamos mejorarlo y sentir que les dábamos más poder a los usuarios en la pantalla exterior”.
Con respecto a los datos estadísticos de cómo usan el equipo los usuarios, si bien no nos dió datos específicos, contó cuales eran los puntos claves del uso de los compradores del Razr: “No tengo los números exactos, pero puedo decirte anecdóticamente algunas de las cosas que escuchamos. Hay como un amplio espectro de comportamiento de usuarios. Proveemos acceso a Android Smart replies y al Android quick replies, para que puedan responder instantáneamente. A algunos usuarios les gusta seleccionar emojis de respuesta rápida, otros prefieren abrir el teclado. Incluso si algunos usuarios deciden que quieren abrir el teléfono”.
MY UX en el Razr 2
Luego, Kathryn Thomas comenzó a hablar de MY UX e hizo referencia a lo que el diseño aporta a la experiencia de uso. “Hay mucho que Android le puede dar a los usuarios, pero también hay cosas especiales que nosotros podemos hacer como los fabricantes del dispositivo y con nuestro propio estilo de diseño”, dijo. Se refirió a los diferentes gestos con los que podemos interactuar con el teléfono, como girar la muñeca para encender la cámara. “Mientras tenemos un Android bastante estándar, ese es el estilo que podemos agregar y darles a los usuarios”.
Cuando probamos la primera generación del Razr parecía como si la integración entre la primera y la segunda pantalla no era tan limpia como quizás debería haber sido ¿Cuáles son los cambios que planean hacer al respecto?
“Tratamos de mejorar eso también, hay algunas áreas en las que pusimos un énfasis. Cuando tenés una app o una notificación en la pantalla externa, el sistema debería llevarte a ella cuando abrís el teléfono. Internamente, le decimos a eso continuidad de la actividad. También buscamos desarrollar funciones que permitan esa función en la dirección contraria”. Explicó que incluyeron ajustes que permiten que seleccionemos una app para que continúe activa en la pantalla externa aun cuando cerremos el teléfono: “Así que tengo mi app de mensajería y cada vez que cierro mi teléfono quiero se mantenga ahí, ahora podés ajustar las preferencias para que eso ocurra”.
Podría haber mucha gente que se preocupe por la privacidad con respecto a los mensajes. Entonces, ¿podemos bloquear Whatsapp si lo cerramos, no aparecerá en la pantalla externa?
“Podés configurar muchos aspectos, la continuidad de la actividad funciona así, solo cerrás y la app se mantiene activa. No tenés que ajustar eso para cada una si no querés”, explicó. Sin embargo, comentó que la interacción de los usuarios con esta función es muy subjetiva. “Con respecto a la seguridad, las notificaciones aparecen en la pantalla externa, pero como parte de nuestro framework podés elegir. Si está bloqueado, podés ajustar todo para que las notificaciones no aparezcan. También tiene autenticación de seguridad, así que podés desbloquear la pantalla externa y ver el contenido de las notificaciones, si así lo preferís”.
Al momento de desarrollar el software del teléfono ¿Cuáles fueron los cambios que tuvieron que implementar para usarlo como dispositivo plegable? ¿Cómo se relaciona la pantalla externa con otras aplicaciones como YouTube u otras apps de mensajería?
“Una de las cosas que descubrimos fue que algunas apps no funcionaban bien en ese aspecto de relación (ratio) y en ese tamaño. Así que hicimos una gran cantidad de testeos de usabilidad para ver de entre las apps más populares cuáles son las que funcionaban bien y cuáles eran más riesgosas”. Algunas aplicaciones ya funcionaban bien y entonces podían usarse en la pantalla externa sin problemas, pero los usuarios tienen la libertad de seleccionar las que ellos prefieran y destinarlas a ese espacio. “Algunas apps funcionan fenomenalmente y otras, quizás tomen tiempo hasta que el mercado ajuste el funcionamiento en ese tamaño”.
¿Trabajaste con los desarrolladores de apps para probar eso? O fue más una situación de: ¿si funcionan, funcionan?
“Un poco de ambas. Tenemos algunas aplicaciones que optimizamos, como el teclado numérico, las fotos y un juego llamado Astro Odyssey. También estuvimos en contacto con Google con respecto a esa usabilidad que tienen, hay algunas que funcionan bien desde el comienzo, ya que tienen un gran énfasis en diseño responsivo. Pero no es que hayamos tenido colaboración con desarrolladores todavía, aunque es algo en lo que queremos trabajar y ver si tenemos más oportunidades de llevar a cabo”.
Sobre la cámara ¿Cuáles son los cambios que le hicieron al software de la cámara de la pantalla externa para que funcione con esta nueva versión?
“En la primera generación versus la segunda trajimos algunos de los modos que estaban solo disponibles en la pantalla interna y ahora están disponibles también en la pantalla externa. Necesitábamos rediseñar la interfaz para que hacerla más simple de usar en el exterior”. Thomas cuenta que, con su equipo, emprendieron una iniciativa para rediseñar la interfaz de la cámara del Razr como un todo, también para los demás dispositivos. “El énfasis estaba en actualizar la estética, hacer los elementos más accesibles y alcanzables con una sola mano”. Explicó que hay dos aspectos principales, mejorar la funcionalidad y tener más modos que antes solo estaban disponibles en el interior, además de la estética rediseñada. De esta forma, no será necesario abrir el teléfono para usar la cámara principal para selfies.
¿Creés que los teléfonos plegables son el futuro o serán ideales para un cierto tipo de usuarios en específico?
“Creo que tengo que responder esta pregunta como diseñadora de experiencia de usuario. Cada uno es diferente y creo que hay algo realmente convincente acerca de los teléfonos plegables para algunos ciertos tipos de personas”. La posibilidad de poder cerrar el teléfono puede evitar que nos veamos muy envueltos y atraídos por las redes sociales, lo que nos brinda tranquilidad en algunos casos. Thomas agregó: “Creo que hay algo muy elegante que le atrae a mucha gente. Pero es un nuevo factor de forma y hay gente a la que aún le gusta el de teléfono con forma de barra, así que personalmente pienso que el futuro del mercado es diversidad y elección”.
Lo que sucede con los teléfonos plegables como el Razr es que, cada uno que podamos conseguir, no será tope de gama. Es decir, el dispositivo tiene una pantalla que se pliega, pero por ahí falta en cámara, procesador o quizás espacio ¿Por qué creés que eso pasa?, ¿considerás que tiene que ver con que el usuario no se interesa por más calidad en componentes?
“No creo que pueda responder desde la perspectiva de Motorola, pero sí desde la mía. Personalmente, no creo que eso pase porque esas cuestiones no sean importantes para los usuarios. Considero que este espacio es tan nuevo y tiene tanta innovación, que la madurez en que se debe estar desde la ingeniería toma demasiado tiempo”. Explicó que el desarrollo de esa tecnología es un constante avance y un esfuerzo por ver qué partes va a necesitar, cuántas piezas hay y con qué suministros se cuenta. “Así que creo que lo que veremos mientras esta área prospera es que la capacidad de la batería, las cámaras todo mejorará para estar a la altura, pero mientras resolvemos esas necesidades se tornará en un viaje”.
¿Qué hay de los tiempos? ¿Cuánto tiempo toma desarrollar un teléfono como este en comparación con un teléfono como el Moto G10?
“De nuevo, no puedo hablar por el equipo de hardware, porque ellos hicieron la mayoría del desarrollo e innovación en el producto físico”. Thomas explicó que el desarrollo de la bisagra y la pantalla plegable de la primera generación del Razr tomó mucho tiempo. Los diseñadores que trabajaban en la pantalla externa tuvieron mucho tiempo para experimentar, aprender e hicieron muchos testeos en los usuarios. Agrega: “ahora que hicimos una segunda generación tenemos más experiencia, podemos movernos más rápido y hay más cosas que son conocidas, así que es un proceso un poco diferente”.
Podés leer todos los detalles de este nuevo equipo en este artículo. El Motorola Razr ya se encuentra disponible en la Argentina a partir de un precio sugerido de $149.999. Podes adquirir este nuevo dispositivo en color gris en los Motorola Store ubicados en los principales shoppings, la tienda online de Motorola Argentina y en las principales cadenas de retail y operadores del país.