Moana, la última película de Disney tiene una protagonista femenina poderosa, que deja de lado los príncipes azules y los zapatitos de cristal y se enfrenta al mundo en busca de la felicidad. Conocé más, en esta nota.
Después de experimentar por casi 80 años, Disney parece haber realizado la película perfecta. Desde los inicios en 1937 con Blancanieves y Los Siete Enanitos, la compañía mantiene algunos patrones que fue remodelando en cada cuento de hadas que luego se adapto a la gran pantalla.
Moana, al igual que películas anteriores, relata la historia de una joven mujer que abandona la seguridad y comodidad de su casa para lanzarse a un mundo más peligroso en busca de su destino. A lo largo del recorrido, también incluye canciones pegadizas donde cuenta qué quiere y cómo lo conseguirá.
Esta princesa se asemeja en algunos aspectos a Rapunzel, siendo valiente, ambiciosa pero a la vez ingenua y sobreprotegida por unos padres que tenían planeado el futuro para ella. Al igual que la princesa del cabello largo, Moana desafía a su familia y persigue su propio destino, encontrándose en el camino con distintas personas. Maui (Dwayne Johnson) es el hombre “experimentado” que la ayuda en su búsqueda, pero sin embargo, se muestra arrogante y despreciándola. Otro personaje recurrente en las dos películas es un animal compañero de la protagonista.
No es extraño que Disney vuelva siempre a los mismos formatos de cuentos de hadas, ya que en los mismos le permite al espectador relacionarse con un personaje, casi siempre de buena voluntad que consigue su triunfo al final del recorrido.
Los directores de Moana son John Musker y Ron Clements. Ambos trabajaron en películas como La sirenita, Aladdin, Hércules y La Princesa y el Sapo. En esta ocasión generaron una gran confianza diseñando e investigando acerca de la película para poder incorporar los mitos del Pacífico Sur y poder reflejar correctamente su cultura.
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El éxito de esta nueva película tiene que ver mucho con esto, con los cambios culturales y la diversidad del público espectador. Al realizar esto, Disney confirma su jerarquía sobre los grandes estudios. Aunque el estudio tiene un historial de películas que incluyen mujeres en roles principales, en está ultima década fue tomando mayor importancia, y la principal diferencia en Moana, es que la princesa ya no espera a que su príncipe salve el día por ella.
Además, otro giro feminista incluido es que en esta ocasión la película no contiene una historia romántica, sino que su viaje es sobre encontrarse a ella misma y no a un marido.
No hay dudas que Moana marcará un antes y un después en las películas de Disney, y sus directores quieren ir por más. Además de los giros feministas, ya se habla de incluir una princesa LGBT (siglas que designan lesbianas, gays, bisexuales y transextuales).
Fanáticos de Disney han estado apurando al estudio para que realicen una representación LGBT para todas las edades. Una de las peticiones incluyó que le agreguen una novia a la Reina Elsa en la próxima película de Frozen. En esta ocasión, los directores de Moana, Ron Clements y John Musker apoyaron la idea de que exista una princesa LGBT:
“Las posibilidades parecen abiertas en este momento”, dijo Clements. Musker agregó que con la correcta visión creativa, Disney se sumará al pedido rápido: “Tiene que ser llevada a cabo por un director o un grupo de directores que realmente quisieran hacerlo, nosotros nunca tuvimos restricciones puestas a lo que queríamos hacer”.
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Con Moana llegando a los cines de todo el mundo comenzamos a preguntarnos si Disney, los creadores, animadores y guionistas seguirán incluyendo cambios, madurando, haciendo de sus princesas más independientes y sumando temas de la actualidad como la libertad y la identidad de género. Quién dice que pronto no tendremos una historia de cuentos de hadas sobre dos princesas de reinos enemigos que se enamoran. O una princesa que reflexiona sobre su identidad de genero y llega a conclusiones poderosas para el futuro. ¿Qué opinan?