Los nuevos yesos 3D que se vienen serán más cómodos, impermeables y permitirán recuperaciones más rápidas. Son parte de una revolución médica que se viene que incluye todo tipo de dispositivos personalizados impresos en 3D. Todos los detalles en esta nota.
Por fin los yesos están modernizándose. Los nuevos yesos 3D que se vienen incluyen un diseño de entramado de plástico personalizado para cada paciente. Son impermeables, más cómodos y hasta puede que ayuden a que los huesos se curen más rápidamente.
Varias start-ups de todo el mundo están desarrollando esta nueva tecnología. Este año, el alumno de ingeniería Zaid Musa Badwan fundó MediPrint en México para fabricar las férulas NovaCast que diseñaron junto con sus compañeros. Y hace pocas semanas Xkelet, de Girona (España), ganó un premio de diseño Red Dot (una prestigiosa competición de diseño internacional) con su yeso 3D.
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En el video que podes ver aquí Zaid Badwan de MediPrint nos cuenta como surgió la idea y de forma clara, simple y sencilla como funcionan los yesos 3D:
El concepto básico de los yesos 3D es relativamente sencillo: un escáner recopila las características específicas del miembro roto, y un software de diseño las emplea para construir un yeso 3D personalizado. Se imprimen dos piezas, y se fijan al miembro afectado hasta que se cure. Imprimir el yeso elimina la variabilidad del moldeo manual; y su diseño, una estructura de plástico con muchas aberturas redondas, es ligero y transpirable. Hay una mejora obvia en comodidad y en la higiene del tratamiento.
Los agujeros son importantes por otro motivo: permiten al médico y al paciente acceder fácilmente al miembro lesionado. El diseño también ofrece a los médicos la posibilidad de estimular la zona lesionada con ultrasonidos y otras tecnologías que los médicos asegura que pueden ayudar a algunos huesos a curarse.
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En España Jordi Tura y Ricardo Veiga crearon Xkelet, las nuevas férulas impresas en 3D, un modelo a prueba de agua, para continuar con la vida cotidiana. El test final para Xkelet lo hicieron en una paciente real. Se realizó una radiografía del antebrazo derecho, y en junio la inmovilizaron con una férula de color púrpura. La paciente continúa sus actividades diarias sin ningún problema, como ducharse, ir a la nadar o andar en bicicleta. Además se puede ver el progreso de la rehabilitación gracias a las aperturas controladas.
A medida que disminuya el coste de la impresión 3D irán surgiendo más aplicaciones y también nuevas formas de mejorar otros productos médicos ya existentes. Incluso los que, al igual que las yesos, no han cambiado desde hace más de 50 años.