Super Mario Bros 35 trae a Nintendo Switch la nostalgia de un clásico, pero con una vuelta de tuerca de aire fresco adaptado a la mecánica online ¡Te contamos todos los detalles en esta reseña!
Con motivo de un nuevo aniversario del lanzamiento de Super Mario Bros. Nintendo lanzó un nuevo título del fontanero más famoso para Switch: Super Mario Bros. 35, en guiño a los años cumplidos. Quienes cuenten con suscripción a la plataforma Nintendo Online, podrán descargar de manera gratuita este juego que parece el mismo producto de 1985, pero con varios agregados nuevos.
Luego de la pantalla de carga, lo primero que se puede apreciar es un apartado de misiones diarias (tres en total) con monedas como recompensa a utilizarse en ciertos beneficios de los que hablaremos más tarde. Tras cerrar, ya se habilitará el menú principal donde la primera opción es “Batalla de 35”. Sí, el objetivo es ponerse a prueba contra 34 participantes, para conseguir quedar entre los primeros puestos, pero a modo símil battle royale.
Una vez que se elige este tipo de encuentro, se podrá optar en qué nivel o capítulo se desea empezar (se desbloquearán a medida que avancemos), aunque en general siempre es el 1-1.
También, a la derecha se exhiben cuatro alternativas para comenzar, las que podremos usar con monedas que se obtienen al derrotar rivales y nos facilitarán el desarrollo, sin beneficios. Podremos elegir entre Super Mario (champiñón activado); flor de fuego (se pueden lanzar bolas de ese elemento) y estrella (para derrotar criaturas con solo tocarlas y por un tiempo corto).
Superada esa instancia, en el centro se visualiza la partida propia, mientras que a cada costado se ven a los contrincantes. Al empezar y matar, por ejemplo, un Goomba, se ve que algo sale de nuestra pantalla y se dirige a la de algún otro participante, es decir, se le suman más criaturas al recorrido (o en todo caso al revés). Por defecto es aleatorio, pero podemos modificarlo a antojo con el analógico derecho con la opción de contraataque; al que más monedas tenga (otro tipo de ellas) o al que menos tiempo posea (sí, hay un contador de tiempo límite por juego).
Como una otra ayuda para cuando estemos en aprietos, las monedas que conseguiremos al golpear bloques o en el camino nos posibilitarán usar una especie de ruleta (por 20 unidades). Allí nos brindarán alguna de las mejoras ya mencionadas al azar, con la inclusión del Bloque POW, con el que se vencerá a todos los villanos visibles.
A medida que progresemos se sumarán mayor cantidad de monstruos, que asimismo serán más difíciles, como la del propio Koopa, por ejemplo. Todo eso, sumado a los obstáculos típicos de cada etapa, hará que los duelos sean cada vez más intensos y requieran mucha precisión aunque todo depende de cómo esté armado el querido Mario.
Otra variante para divertirse es la “Batalla especial”, que es rotativa. En el caso de la primera edición, constaba de tener 100 monedas desde el inicio, además de que el escenario es aleatorio. Veremos qué depara la próxima modalidad este fin de semana. Adicionalmente, hay otras alternativas en el menú principal como Entrenamiento, Estadísticas y Opciones.
El sumar victorias nos permitirá subir el nivel de nuestra cuenta (otro dato visible en la pantalla de entrada, junto a la experiencia faltante) y así desbloquear simpáticos iconos para nuestro perfil. Conforme nuestro rendimiento será mejor la escalada.
Conclusión
Super Mario 35 apela sin dudas a la nostalgia, pero se abre a un público actual al superar la barrera clásica de tan solo dos jugadores (pero no con amigos, al menos que se tenga mucha suerte en el matchmaking). Nos trae un consecuente incremento del desafío y la diversión (o frustración también), además de sumar dinamismo en las partidas. Las misiones, el factor RPG de los niveles y las recompensas aportan a toda esta fusión de épocas.
Un menú y música amigable ofrecen una inclusión a los más chicos, para que puedan conocer la histórica magia del fontanero y sus aventuras. Sin embargo, habrá que apurarse, ya que el 31 de marzo de 2021 dejará de estar disponible este título. ¡A saltar como si no hubiese mañana!