Llegó a Netflix la tercera temporada de Star Trek Discovery, que logró rejuvenecer a la franquicia. Enterate en esta nota todo lo que necesitas saber sobre esta producción de ciencia ficción.
La historia de Star Trek está repleta de idas y vueltas, cancelaciones, proyectos truncos, pero así y todo supo salir a flote cada vez que la dieron por muerta. Incluso podríamos decir que vive un presente inmejorable y un futuro que se siente prometedor. Todo esto gracias a la repercusión que generó una de sus más recientes series: Star Trek: Discovery, cuya tercera temporada arrancó el viernes 16 de octubre en Netflix.
Decimos que Star Trek tiene un gran presente y futuro como franquicia principalmente porque a Discovery le siguió el estreno de dos series más. Estas son Star Trek: Picard y la comedia animada Star Trek: Lower Decks, las dos con una temporada estrenada y una segunda ya confirmada.
Pero hay más, en 2021 seguramente veamos nuevas producciones, como el Star Trek: Strange New Worlds, una suerte de spinoff con personajes que tuvieron un papel destacado en la segunda temporada de Discovery. Además del Star Trek: Prodigy, otra serie animada destinada a una audiencia juvenil que se verá por la pantalla de Nickelodeon.
Pero con respecto a Discovery, y ya con el estreno de su tercer año en televisión vale la pena preguntarnos ¿Qué la hace tan particular? ¿cómo hizo para poder rejuvenecer una franquicia que ya parecía sufrir bastante el peso del tiempo encima? Bueno, vayamos por partes.
En 2005 salía al aire la última temporada de Star Trek: Enterprise, lo marcaba un hito importante y muy negativo para la franquicia. El final de dicha serie indicaba que por primera vez desde 1987 no habría una producción de Star Trek que se emitiera en televisión.
Durante las décadas pasadas tuvimos tres: Star Trek: The Next Generation, Star Trek: Deep Space Nine y Star Trek: Voyager. Con estas producciones la franquicia pudo consolidarse como tal y formar nuevas generaciones de seguidores, que se sumaban a los fieles trekkies de la serie original. Por otro lado, se estrenaron cuatro películas que expandían muchos de los hechos que se dieron en las series, esencialmente The Next Generation.
Tanto es lo que se hizo con la franquicia entre finales de los ochenta y principios de los 2000, que resultaba realmente raro ver de qué manera se podría acomodar todo. Se entraba en un territorio desconocido para fanáticos trekkies.
Todo empezó a aclararse un poco en 2009 cuando se estrenó Star Trek, la primer película de la trilogía, dos de ellas dirigidas por J.J. Abrams, que buscaba darle un reinicio la a franquicia. Para ello se eligió un nuevo reparto de actores, encabezados por Chris Pine, que interpretó a los integrantes de la tripulación de la Enterprise original. Mientras que el mencionado Pine se pondrían en la piel del capitán James Kirk, Zachary Quinto encarnaría a Spock y Karl Urban al doctor McCoy.
La primer película, una historia de origen de las aventuras de este trío y el resto de la tripulación de la Enterprise tuvo una buena repercusión. Pero la frescura de este nuevo universo rebooteado, que empezó a conocerse como la línea temporal Kelvin por sucesos, se separó del resto de las series y películas y perdió fuerza a medida que sus secuelas, Star Trek: Into Darkness (2013) y Star Trek: Beyond (2016), se estrenaban.
Para 2016 ya se hablaba de una cuarta entrega fílmica del universo Kelvin, que todavía sigue en veremos. Aunque ya empezaba a ganar fuerza la idea de volver a llevar a Star Trek al lugar donde más supo brillar, la televisión.
El septiembre de 2017, por la pantalla del nuevo sitio de streaming CBS All Access y en nuestras tierras por Netflix, llegó The Vulcan Hello, el primer episodio de Star Trek: Discovery. Desde el comienzo nos encontramos con una serie que si bien toma muchísimos elementos de la franquicia, se nota que busca apostar por una identidad propia.
Situada 10 años antes de los eventos de la serie original, Discovery es la primera serie de la franquicia que no es protagonizada por un capitán o una capitana. Se trata de Michael Burnham (encarnada por Sonequa Martin-Green), una humana que quedó huérfana luego que sus padres murieran en un ataque klingon a la colonia donde vivía. Fue criada en Vulcano por Sarek y Amanda Grayson, los padres del extraterrestre de orejas puntiagudas más famosos de la galaxia. Esto hace a Spock su hermano adoptivo.
La primera temporada de la serie nos mete de lleno en una guerra sin cuartel entre la Federación y el Imperio Klingon. Burnham será asignada al USS Discovery, una nave de guerra con una tecnología experimental desarrollada en secreto para ganar este conflicto bélico. Allí conocerá a particulares personajes como Saru (Doug Jones), el primer oficial con quien ya comparte un pasado un tanto problemático en otra nave, y el misterioso capitán Gabriel Lorca (Jason Isaacs).
Sin entrar en spoilers, podemos decir que Discovery es una serie ideal para cualquiera que no esté familiarizado con Star Trek y que por obvios motivos, no tiene tiempo ni ganas de ponerse a ver todas las series y películas que la preceden. Presenta muy bien el universo de la franquicia, muchos de sus principales valores y lo hace con una mirada fresca y actual.
Por otro lado cuenta con unos valores de producción sorprendentes, que realmente no vemos seguido en series de ciencia ficción. Si hay algo que a Discovery no le falta es vértigo y acción, eso es algo que se nota desde el primer episodio.
Es cierto que esta nueva mirada del universo Star Trek le valió a la serie muchas críticas, esencialmente del sector del fandom que estaba más acostumbrado a otro tipo de narrativa, pero que ya no tiene demasiada cabida en la televisión actual y quizás este tipo de cambios en la narrativa ayudaron bastante a darle un nuevo (y necesario) aire a la franquicia.
Sucede que en este caso se optó por un arco argumental principal que enlaza todos los episodios, en lugar de capítulos auto conclusivos, algo que solíamos ver en la mayoría de las series de Star Trek. Esta estrategia no se vio tanto en Deep Space Nine, que fue pionera en este y muchísimos otros aspectos, a tal punto que se la consideraba adelantada a su época.
Las dos temporadas ya emitidas de Discovery suman un total de apenas 29 episodios cargados de sorpresas. Realmente presenta de manera muy inteligente un universo que tiene una larga data en la historia de la televisión y el cine, pero para lo tocan de oído les puede resultar abrumadora.
Si te gusta la ciencia ficción tradicional, con naves espaciales, extraterrestres, guerras interestelares y conflictos planetarios, Discovery es la serie para vos y sin duda es un punto de partida a un universo realmente enorme como es el de Star Trek. Si te sumás a este viaje te vas a encontrar con sorpresas de todo tipo. Bienvenido.
Por Damián Silberstein para Cultura Geek