SpaceX, la compañía del multimillonario de Silicon Valley, Elon Musk, lanzó con éxito el Falcon Heavy, el cohete más potente que existe en actividad. Te contamos todos los detalles del histórico evento, ¡en esta nota!
“Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad”, dijo Neil Amstrong cuando en 1969 se convirtió en el primer hombre en pisar suelo extraterrestre. A casi 50 años de este hito en la carrera espacial, otra vez se hace historia en Cabo Cañaveral, Florida, Estados Unidos. Esta vez la hazaña no es de un país o la NASA, sino que el logro fue de un particular: el multimillonario Elon Musk. A través de su compañía SpaceX, Musk lanzó el Falcon Heavy, el cohete más poderoso del mundo capaz de poner en órbita una carga de 64 toneladas. Si no viste este impresionante lanzamiento te lo dejamos debajo.
https://www.youtube.com/watch?v=bCc16uozHVE
La plataforma 39 A del Centro Espacial John F. Kennedy, el mismo lugar donde despegaron el Apolo 11 (1961-1972) y el transbordador espacial de la NASA (1981), fue el epicentro de todo. El éxito en el lanzamiento del Falcon Heavy también marcó un enorme paso para la compañía SpaceX en la conquista del mercado aeroespacial. Además, Musk decidió hacerlo mucho más significativo y puso en órbita su descapotable rojo Roadster Tesla, fabricado por su empresa, que se dirige hacia una órbita cercana a Marte.
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Pero ahora hablando propiamente del Falcon Heavy, este cuenta con ciertas características que lo hacen único. Por un lado, tiene una imponente altura de 70 metros y 27 motores que poseen una fuerza de empuje de más de 2.500 toneladas -el equivalente a las fuerza de 18 aviones Boeing 747-. Además, la nave cuenta con una capacidad de carga de 64 toneladas, doblando de esta forma el volumen de carga del Delta IV Heavy de la United Launch Alliance y convirtiéndose en el segundo después del Saturno V.
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Por otro lado, este gigante es una versión mejorada del reutilizable Falcon 9, un cohete que en la actualidad se utiliza para poner en órbita satélites y cargas en la Estación Espacial Internacional. La diferencia que hay entre ellos es que el Falcon Heavy posee dos cohetes laterales, por lo que está compuesto de tres cilindros reutilizables. La importancia de que lo sean, es que es clave para abaratar los costos al realizar este tipo de misiones, por el lanzamiento del Heavy se pagó 90 millones de dólares, una cuarta parte de lo que se paga por el Delta IV Heavy.
Continuando con la odisea de este súper cohete, lo más llamativo fueron las etapas por las que fue pasando el Falcon Heavy. Primero la nave tuvo que alcanzar la Max Q -el punto de máxima presión y donde se potencia el estrés mecánico-. Luego del despegue, los cohetes laterales, que funcionan como aceleradores, se apagaron y separaron para comenzar con el descenso hacia las plataformas LZ-1 y LZ-2, en Cabo Cañaveral. Por último, detrás de ellos el módulo central liberó la cápsula con la carga y emprendió el regreso a tierra firme e hizo su descenso en la plataforma robótica bautizada como Of course I still love you, en el Atlántico.
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Luego de 9 minutos intensos el lanzamiento fue un éxito y la carga fue puesta en órbita. Lo que nos lleva a hablar de elemento simbólico que esta a más de 400 millones de kilómetros de la tierra, y que según Musk: “a 11 kilómetros por segundo en un viaje de mil millones de años a través del espacio profundo”, tiempo que esperan que el objeto permanezca en órbita.
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Pero antes todos nos preguntamos ¿qué hubiera pasado si el Falcon Heavy no lo lograba? Esta pregunta solo la podía contestar Elon Musk, quien fue muy optimista y se lo tomó con humor. El fundador de SpaceX solo pretendía que la nave se elevara lo suficiente como para no dañar la plataforma en caso de una explosión. Además, bromeó indicando que “o será un gran lanzamiento de cohete o veremos los mejores fuegos artificiales nunca vistos. De cualquier forma será excitante”. Por suerte todo salió de acuerdo a lo planificado y el Falcon Heavy se elevó con éxito, si no hubiera sido así hubiésemos visto el equivalente a casi dos millones de kilogramos de TNT detonando.
Con respecto al objeto que se puso en órbita, se trata de nada más ni nada menos que un Tesla Roadster descapotable color rojo, propiedad de Elon Musk, tripulado por un maniquí vestido de astronauta llamado Starman. Al ritmo de Space Oddity de David Bowie, el auto emprende su viaje por el espacio que va desde la órbita de la Tierra, el Sol hasta llegar a las cercanías de Marte. Además, está equipado con cámaras que retransmiten en directo las increíbles imágenes.
https://www.youtube.com/watch?v=y3niFzo5VLI
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Pero también, el descapotable tiene otros pequeños detalles: en la guantera lleva un ejemplar de la Guía del Autoestopista Galáctico, de Douglas Adams, en caso de que luego de millones de año un grupo de alienígenas lo encuentra, y la frase Don’t Panic se puede ver en el tablero.
Con el éxito del Falcon Heavy ahora Elon Musk puede comenzar a afinar su estrategia de conquistar el mercado aeroespacial y transportar carga a un bajo costo para clientes como: la NASA, empresas de telecomunicaciones o el Ejército de Estadas Unidos. Uno de los objetivos del magnate es convertir al transporte aeroespacial en algo lucrativo, para de esta forma llegar a la meta que es: llevar al hombre a Marte. “El Falcon Heavy fue diseñado desde el principio para llevar a los humanos al espacio y restaurar la posibilidad de volar misiones con tripulación a la Luna o Marte”, aseguró Musk.
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Por ahora el próximo gran paso de Elon Musk será poner en marcha el Big Fucking Rocket, un cohete más grande que el Saturno V, reutilizable y con un coste por lanzamiento más pequeño de todos los tiempos. Con el BFR el fundador de SpaceX busca colonizar Marte en 2022.