La semana pasada Morgan Stanley dio a conocer los resultados de las ventas de los últimos modelos de Blackberry, el Passport y el Classic. Para sorpresa de todos (y seguro que para la misma compañía también), sólo se vendieron ocho mil unidades desde principios de año.
Algo falló en Blackberry. Pero estrepitosamente. Al estilo de “Todo sucede en Elizabethtown” cuando el personaje de Orlando Bloom crea unas zapatillas y la empresa pierde miles de millones de dólares. Algo así fue lo que pasó con la empresa canadiense, aunque sin saber todavía las cifras verdaderas.
Antes de empezar a analizar el destino de Blackberry, hay que ser realistas y separarla en dos. Primero la empresa de software que tanto aporta al mercado empresarial y a la que le va bien. Segundo, la oveja negra, la división de teléfonos que viene fallando el rumbo (por no decir fracasando) hace un rato largo.
Supuestamente estos dos modelos iban a ser los buques insignia de la marca para poder recuperar el terreno que habían perdido. Sin embargo con la llegada de estos equipos y el nuevo sistema operativo Blackberry 10 vino el primer fracaso, dado que tuvieron que abrirse obligadamente al mundo Android.
En vez de hacer lo que la mayoría hacía y elegir el camino fácil produciendo teléfonos con el sistema operativo de Google, decidió diferenciarse del resto, apostar a suyo y crear equipos para sus fieles seguidores. El problema fue que no se dieron cuenta que ya no tenían muchos de estos y se estrelló.
Ocho mil celulares en tres meses es una cifra nefasta, seamos sinceros. Es muy difícil que este año los canadienses puedan remontar ese número. Quizás esta es la forma de que aprendan la lección y hagan borrón y cuenta nueva en su división de celulares. Por otro lado, siempre va a quedar la vieja y buena división de software para salvar las papas, por lo que en todo caso habrá que dedicarse a un solo negocio y quizás así evitar futuras pérdidas.
Fuente: http://www.digitaltrends.com/mobile/blackberry-worst-quarterly-sales-nine-years/