Review Weird West: un western RPG de acción que mezcla lo mejor del Fallout, del Desperados y del terror

Weird West es una joya oculta que apareció para sorprender a todos. Es un RPG de acción con vista isométrica y un diseño general que resulta increíble. Lo jugamos en PC y te contamos todo.

Hay juegos que, por más excelentes que sean, su grandeza no es sorpresa alguna. Que Elden Ring sea un juego maravilloso no fue sorpresa. Es decir: el juego en sí es excelente, de eso no hay duda, pero era algo que se veía venir, algo que uno podía percibir por todo lo que veníamos viendo, por todo lo que había detrás. Y que su grandeza no sea sorpresa no es algo negativo, al contrario. Esa no-sorpresa habla de su contexto, sea publicidad, marketing o una empresa que ya nos regaló muy buenos exponentes. Con Weird West pasa justamente lo contrario. Lo probamos en PC este RPG de acción que mezcla western con terror y su vista isométrica y te contamos todo, en esta review.

Y que no se malinterprete, no estamos comparando Weird West con Elden Ring. Lo que queremos plasmar en palabras es que el éxito de Weird West fue una sorpresa. Un juego del que mucho no se hablaba, que llega de un momento a otro e impacta directo con todos aquellos que lo han jugado, de forma positiva. Es como esas películas escondidas en la oscuridad del catalogo de algún servicio de streaming, que no conocemos, de la que nunca escuchamos hablar, pero la vemos y descubrimos una pequeña joya oculta.

Como dato de color, y un poco en contraparte de lo que veníamos diciendo, este juego está hecho por algunos veteranos de la industria, que dejaron atrás una empresa como Arkane Studios (Dishonored, Prey, Wolfenstein: Youngblood, entre otros) para crear su propia compañía independiente.

Dios creó a todos los hombres. Samuel colt los hizo iguales.

Weird West nos prepara de entrada. Al western, cuando se lo mezcla con algún otro género, sobre todo con el terror, suele entregar grandes resultados. Y no es que por sí solo no pueda lograrlo, pero ese condimento extra le da otros matices. Y, como decía, el juego en sus primeros minutos nos plantea una situación muy particular: el viejo oeste, bandidos desalmados, grupos de caníbales, una ciudad arrasada por la muerte y, como si fuese poco, secuestran a nuestra pareja.

La protagonista, que había estado alejada de su pasado como cazarrecompensas, se tiene que volver a calzar el peso de la historia que lleva en sus espaldas y meterse de lleno en una lucha que termina siendo propia. Y ahí es donde la gente de Wolfeye Studios, la empresa que desarrolló el juego, tuvieron una visión muy particular: darle a este RPG de acción una libertad inmensa, que mucho no se suele ver en este tipo de propuestas.

¿Me siento con suerte hoy?

Luego de un pequeño tutorial que nos enseña a disparar, a movernos, a interactuar con ciertos objetos y a movernos por el mapa, nos aventuramos a perseguir a la pandilla de forajidos que tiene a nuestra pareja privada de su libertad. En el camino, vamos a poder revisar los cadáveres que encontremos en el piso, así como entrar a diferentes casas y ver qué encontramos dentro. Pero no todo es tan simple: si bien podemos tomar todo lo que esté disponible, hay que tener cuidado de que nadie nos vea, ya que, de ser así, nuestra reputación va a bajar y nos puede jugar muy en contra con el desarrollo de la historia, ya que nadie nos va a querer ayudar y vamos a conseguir enemigos que nos van a complicar la existencia.

Saquear cadáveres y meternos en casas abandonadas para conseguir comida, municiones e incluso armas es una tarea necesaria, pero que vamos a tener que hacer con cuidado. Y es que cada cosa que hagamos en el juego puede tener repercusión en el manejo de la historia. Si vamos a un pueblo, nos batimos a duelo con algunos bastardos locales, y nos vamos, al volver vamos a ver cómo el cementerio tiene nuevas tumbas, una por cada hombre que matamos.

Y de la misma forma, ese sentimiento de evolución, de que la vida continua, de que todo avanza, está vigente en todas las aristas de Weird West. Aquellos pueblos que parecían desiertos, o que habían sido aplastados por la muerte, comienzan a recuperar su encanto. La cantina local, que alguna vez había sido testigo de una masacre y había quedado apestada de muerte, vuelve a abrir sus puertas para la alegría de los locales. Los sheriff que han caído en batalla o han sido asesinados simplemente por ser parte de la ley, son reemplazados por otros que se ponen en los hombros las tareas pertinentes. Lugares desérticos comienzan a tener vegetación nuevamente, o se empiezan a convertir en zonas rurales. El tiempo pasa en Weird West, y queda bien en claro.

Alguien dejó la puerta abierta y entraron los perros equivocados.

Dentro de este contexto, ¿recuerdan que al principio de este análisis dijimos que había que ser cuidadosos con nuestra reputación? Bueno, el paso del tiempo, como ya explicamos, es inevitable, y todas las acciones que cometimos durante el juego se nos vuelven, sin temor alguno, en contra. Los cadáveres que hayamos dejado tirados por ahí, la comida o elementos que hayamos robado, el reguero de sangre… todo va a apuntar hacia nosotros y la gente ya no nos va a mirar con los mismos ojos. De repente, aliados se convierten en enemigos y es muy probable que haya lugares a los que ya no podamos ir, y personas con las que ya no podamos contar si necesitamos ayuda.

Si nos tomamos la libertad de decir que Weird West en algunos aspectos de su desempeño como RPG nos recuerda al viejo y querido Fallout, en cuanto a la acción y a la forma de encarar a los enemigos, recuerda bastante al Desperados, sobre todo a la tercera entrega de la saga. Primero vamos a obtener una mirada completa del escenario y la disposición de algunos enemigos, para ir planificando nuestra estrategia. Caminar agachados a través de la hierba nos permite alcanzar enemigos sin que ellos se den cuenta. Diferentes rocas nos van a permitir escondernos antes de actuar o bien cubrirnos de las balaceras. Y lo más divertido: dispararle a los diferentes elementos explosivos que se encuentran cerca de los enemigos, para matarlos con la explosión.

Hay dos tipos de personas. Los que tienen las pistolas y los que cavan.

Es inmensa la posibilidad de actuar de diferentes maneras para obtener un mismo objetivo. Podes entrar a lugar enemigo a los tiros, o prender fuego el lugar para que ellos solos salgan, al menos los que queden con vida. Cómo hacer las cosas queda en nosotros, y es tan intuitivo como la supervivencia misma. Cuando te pones en el lugar de nuestra protagonista, las ideas salen solas dependiendo de lo que tengas a mano, y ese será el camino a seguir. Lógicamente, todo tiene repercusión. Lo único complicado de todo esto es la curva de aprendizaje, ya que a veces cuesta muchísimo acostumbrarse a ciertas cosas con la vista isométrica. Se siente poco natural y el juego no ayuda mucho en ese aspecto.

Porque no todo es disparos a mansalva, ni sigilo estricto. A veces es una combinación de ambas, o quizás, es no matar a nadie, o hacer explotar todo, o prender fuego los puntos de acceso para que no puedan escapar. Como dijimos, es a tu gusto. Y por momentos también, rescatar a alguien no es llegar desparramando victimas en nuestro camino, porque al menor ruido, los raptores seguramente asesinen a su presa. Entonces tendremos que acceder hasta el lugar a escondidas, quizás por los techos, quizás mediante una soja a lo Indiana Jones, pero primero tenemos que liberar al objetivo y después, si queremos, eliminar a todos. O irnos como llegamos, en silencio, sin levantar sospechas.

Dentro de todos nosotros hay una frontera esperando a ser descubierta.

Visualmente, nos vamos a encontrar con un apartado que cuida hasta el último detalle. Hay diferentes formas de manejar la cámara para ayudar la propuesta isométrica, incluyendo un zoom para acercarnos a la acción que nos permite ver más de cerca todo el trabajo que hay detrás. Cada pueblo, cada casa, cada cantina, todo está diseñado de forma magistral no solo para ayudar a la inmersión del gameplay, sino para situarnos de lleno en la historia, en la época, y así ponernos en la piel de los diferentes personajes.

Weird West es inmenso, y es una joya oculta que todos deberían probar. La gama de posibilidades que tiene para superar obstáculos es muy variada, y se siente una libertad bastante particular. La historia, además de su eje principal, se va abriendo dependiendo de otros personajes importantes con los que nos vamos cruzando, que también tienen su trasfondo y pueden influir en nuestra aventura, o no. Todo depende de nosotros.