Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin marca la primera vez que la saga lanza un “soulslike”, pero no se parece al otro que está de moda. Lo jugamos en PS5 y te contamos qué esperar y qué vas a ver, ¡en esta nota!
Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin es un caso curioso dentro del gaming, que a simple vista parece un Soulslike de Koei Tecmo (Nioh, Ninja Gaiden) que tiene el mal tino de salir pegado a Elden Ring, pero en realidad es más bien un tradicional juego de acción en tercera persona. Este es un título que no es una remake, ni precuela, ni nada que se parezca pero sí toma lugar en el mundo de Final Fantasy 1, y a la vez toma prestadas influencias de toda la serie. Esta es una de las mezclas más extrañas que vas a encontrar en un juego de este estilo.
No, no es un Soulslike
Si alguna vez jugaste Nioh, este juego se parece más a eso que a cualquiera de los “souls”. Tenés un mapa del mundo de donde elegís misiones y empezás a recorrer en tercera persona junto a dos aliados de tres posibles, y así marchas por diferentes áreas enfrentándote a enemigos clásicos de la serie. Tal como en Nioh, tenés tu ataque fuerte y tu ataque rápido, tu botón de esquivar, y tu botón de cubrirte, pero una de las mecánicas más interesantes es poder convocar un escudo de protección que detiene ciertos ataques y te permite aprenderlos para después usarlos vos. Así, podés equipar diferentes clases que dependen del arma que equipes y cada una te dará acceso a distintos combos, movimientos, hechizos y rangos de ataque.
El juego no tiene realmente un “nivel” donde tengas que subir tus stats y personalizar builds como los Soulslikes, y de hecho, no hay mecánicas estilo perder almas o cosas así: ganas experiencia y subís de nivel como en un RPG tradicional. Eso sí – el combate es brutal, pero para beneficio de los que lo piden, hay una configuración de dificultad que va de modo historia a modo acción y modo hard, con un setting especial para jugadores casuales. Los niveles son grandes, hay items para juntar, y pasillos por explorar, pero más que un Soulslike, el minuto a minuto se parece a Devil May Cry o Bayonetta con un sistema de experiencia y personalización tomado de Final Fantasy.
¿Conocés una serie que se llama Final Fantasy?
En Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin controlamos a Jack, Ash, Jed, y Neon – cuatro guerreros que portan un orbe místico que los identifica como los guerreros de la luz, y deberán recorrer el reino para destruir a Chaos, que pudre la tierra, detiene los vientos, enciende los volcanes, y demás. Literalmente es la historia de Final Fantasy 1 – pero, los cristales que cargan nuestros héroes son color negro y no brillan. Esto es porque el juego no es que vuelva a contar la historia como una remake convertida en juego de acción, sino que más bien se presenta como una especie de precuela, pero con elementos futuristas, y cosas que contradicen directamente a la historia del original.
Así, el juego toma una decisión bastante simpática al “recontar” la historia de FF1 con todos los homenajes correspondientes (por ejemplo, la escena de apertura cuando los héroes ven el puente en el fondo, la pelea con Garland, la presencia de la princesa Sarah y más), pero también hace algo más interesante al tomar de otros juegos de la saga para llenar los baches. Por ejemplo, para avanzar, cuando tenés que enfrentarte al pirata Bikke, la misión te hace recorrer una caverna de piratas, y si jugaste FF14 inmediatamente vas a reconocer a Sastasha. Cuando tenés que recorrer un pico nevado, está clarísimo que estás en Mount Gagazet de FF10. La fortaleza voladora de Tiamat está inspirada en el Gigante de Babil de FF4. Sí, es la historia de FF1 con un giro, pero tiene escenarios y monstruos de todos los juegos.
El juego está lleno de detallitos de ese tipo que son muy para fanáticos. Por ejemplo, ¿notaste que los nombres de los héroes todos tienen menos de 4 letras, que es el límite de letras que te daba la Nintendo de 8 bits cuando jugabas FF1 en cartucho? En ese sentido está muy cuidado para que, cual Capitán América, digas todo el tiempo “entendí esa referencia”.
La historia y dirección van a cargo de Tetsuya Nomura (FF7: Crisis Core, Final Fantasy XV, Kingdom Hearts, y muchos más), y tiene muchísimos vicios que a algunos fanáticos les parecen encantadores y a otros no tanto. Por ejemplo, los personajes sonríen y miran a la cámara cuando hacen algún chiste, o tipo Jack, son recontra serios, re serios, re oscuros en un sentido muy edgy de escuchar nü metal en 2022 y las chicas (Bah, Neon, “la” chica) son ultrasensibles sin mucha más personalidad que “soy una buena piba” a lo Kairi, sin muchas metas ni objetivos. Esta es una decisión estética que tiene sus fanáticos y detractores, y depende el grupo en que te encuentres te podés enganchar más o menos, pero la realidad es que está ahí.
La parte jugable y técnica
Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin es puramente un juego de acción así que olvidate de ver pueblos, visitar ciudades, o hablar con personas – eso sólo pasa en las cinemáticas. El mapa del mundo lo ves como una lista de misiones en diferentes lugares, y una vez que te metés en una, recién ahí podés moverte y controlar a tu héroe libremente, siempre acompañado de dos compañeros (¿por qué no tres para ser los cuatro guerreros de la luz, como en el original?) , y si bien tus camaradas aportan lo suyo en combate y necesitan que los equipes y le mejores sus armas, tu protagonista es Jack, que controlas todo el tiempo. Jack puede rotar entre mago, guerrero con espada, con lanza, arquero, y más opciones de combate que tenés que subir de nivel individualmente.
Lo que sí ocurre es que el combate es muy preciso y, si jugas bien, visualmente es increíble cómo transicionás entre clases para hacer golpes con un sistema ultra fluido que empieza fácil pero termina recompensando al jugador que mejor aprende sus mecánicas. Obviamente, nosotros somos periodistas de gaming así que jamás llegamos a jugarlo bien. Cuando lo jugamos en PlayStation 5, notamos que el juego funcionaba bien en modo performance, pero que no destacaba particularmente a nivel gráfico. A la vez, las funciones de vibración son superfluas – nada de lo que veas está mal, pero nada es particularmente memorable si no sos fanático de Final Fantasy y tenés historia con la saga de antemano.
En conclusión
Qué mala suerte salir tan cerca de Elden Ring, se puede pensar con cinismo, pero lo cierto es que este juego no se parece a los Soulslike a menos que juegues en máxima dificultad y te pongas muy hardcore. En realidad este spinoff es la primera vez que Final Fantasy tiene un juego de acción propiamente dicho, con un buen sistema de combate (pobre FF7: Dirge of Cerberus), y hasta tiene sus cosas que demuestran que está hecho con mucho amor y cariño por el primer juego y por la saga en general. Si te preguntás por qué deberías jugar esto, es porque este juego ama tanto a Final Fantasy como concepto como lo amás vos. El tema es que en toda esta mezcla de influencias, géneros, y cosas, a veces falla en encontrar una identidad propia dado que todo recuerda a algo más.
FECHA DE LANZAMIENTO | 10 de marzo de 2022 |
DESARROLLADOR | Team Ninja, Koei Tecmo, Square Enix |
DISTRIBUIDOR | Square Enix |
PLATAFORMAS | Microsoft Windows, PlayStation 4, Stadia, Xbox One, Xbox Series X/S, PlayStation 5 |