Naraka: Bladepoint es un battle royale que ya tiene su tiempo en el mercado, pero que recién llega a Xbox Series X/S en Game Pass para romperla. Lo jugamos en PC con el Game Pass y te contamos todo lo que necesitas saber.

China y Japón tienen una riquísima narrativa a la hora de mostrar historias que retraten su pasado, sus costumbres, sus culturas y, sobre todo, su folklore, sus leyendas. Los personajes en sí, sus proezas, sus enemigos. Los miles de años de cultura nutren tanto películas, como series, libros o cómics pero, por sobre todo, videojuegos. Así como el peso cultural en títulos como Ōkami (2006) o Ghost of Tsushima (2020) es contundente (y solo por poner dos ejemplos bien diferentes, lo mismo pasa con Naraka: Bladepoint y todo lo que tiene que ver con el budismo.
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En pocas palabras, Naraka: Bladepoint es un battle royale con predominancia de ataques cuerpo a cuerpo, que mezcla las intenciones de dos juegos como Apex y Fortnite. Sacan lo mejor de cada uno, lo envuelven en cultura y mitología china, y lo lanzan, allá por agosto de 2021, para PC. Hace apenas algunos días, salió para Xbox Series X/S en Game Pass, y la versión para Xbox One y PS5 todavía sigue siendo desarrollada. Si la versión de PC logró vender más de 6 millones de copias, una vez que salga en todas las consolas su alcance va a ser muchísimo mayor, según estiman sus creadores, que buscan que el juego sea todo un éxito entre plataformas.
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Sería fácil comparar a Naraka con la saga fílmica de Zhang Yimou, compuesta por tres películas increíbles como Hero (2002), House of Flying Daggers (2004) y Curse of the Golden Flower (2006). En este título, los paisajes llenos de colores también son protagonistas, y va a ser muy común ver a distintos personajes volando y saltando entre árboles y tejados.
Pero, a diferencia se lo poético de la impronta de Yimou, en Naraka: Bladepoint las batallas son caóticas, frenéticas, y carecen, por completo, de esa magia calma y metafórica: solo basta machacar los botones de nuestro joystick o de nuestro mouse para aniquilar a nuestro enemigo. Estrategia, pocas veces. Locura asesina, siempre.
A esta altura, luego de años de venir jugando a otros battle royale como Fortine, Apex, PUBG, Free Fire o los Call of Duty, Naraka se siente fresco y, en muchos aspectos, diferente. No podemos decir que es novedoso, porque la propuesta en sí la hemos visto en muchos otros títulos de otros géneros. Los propios creadores dijeron que el juego tiene fuertes inspiraciones en Devil May Cry, Sekiro, e incluso con Meteor Butterfly Sword.
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Como decíamos antes, y si bien existen en el juego armas de fuego, solo están para calmar al enemigo, para desorientarlo, para hacer más lento su andar. La verdadera batalla llega en el cuerpo a cuerpo, blandiendo diferentes tipos de espadas. La variedad de armas, y el hecho de que podamos ir mejorando en rango cada una, nos da la posibilidad de elegir una como principal, para usarla siempre.
Cada una tiene sus propios movimientos, y encontrar el tipo de estilo de lucha es algo que vamos a ir ganando con el tiempo. De entrada, todo nos puede parecer lo mismo, sobre todo porque la acción frenética no nos permite detenernos a pensar demasiado. Pero si le dedicamos tiempo, vamos a ir entendiendo estas diferencias que nos van a ayudar a tener nuestras armas favoritas.
Inicialmente, el juego tiene alma de hack ‘n slash. Nos vamos a enfrentar a bots para adentrarnos, la dificultad es moderada, hasta que empezamos a combatir contra jugadores reales, y ahí todo se vuelve completamente frustrante, si es de las primeras veces que jugamos. Hay un sistema clásico de parry, donde ciertos ataques le ganan a otros, ciertas defensas son obsoletas frente a ciertos ataques, y una vez entendemos eso, todo es cuestión de saber sincronizar bien el ataques y la defensa para generar combos implacables. Naraka: Bladepoint es de esos juegos que premia la persistencia. Sabe que en muchos aspectos puede llegar a ser denso, incluso demasiado complicado. Pero también sabe que cuando nos adaptamos a todo eso, la experiencia se vuelve muy convincente y gratificante.
Para quienes vivimos en Argentina al menos, la conexión a los servidores, por momentos, puede suponer un problema. Hubo ocasiones donde estuvimos varios minutos en la pantalla de inicio esperando que el juego decida conectarse a alguno de los servidores. Durante el juego, por lo contrario, no experimentamos demasiado lag. El juego lo probamos en dos máquinas muy distintas, donde siempre solemos hacer este tipo de testeos (incluso probamos la versión de la nube del Game Pass) y podemos afirmar que, a pesar de tener un apartado técnico increíble, el juego no está muy pulido si hablamos de optimización.
Glitches, tiempos de carga de texturas exagerados, algunas pantallas que se quedaba “freezadas” durante varios segundos, incluso crasheos, fueron parte de la velada cada vez que abríamos el juego. Si bien el crasheo fue solo una pocas veces (y siempre se dio al inicio, generalmente cuando buscaba servidor) el resto de estos aspectos realmente no modificaban la experiencia de juego, ya que solo aparecían en los diferentes menú del juego, en las primeras instancias luego de abrirlo.
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El juego, como ya dijimos, es inmenso. Podemos seleccionar varios personajes y customizarlos casi a nuestro antojo. Tiene un menú de modificación de personajes muy al estilo de los últimos Sims, pero creo que, incluso, mucho más completo. Desde el pelo, la ropa o el arma predeterminada que va a mostrar en su versión de avatar, hasta el ancho de la mandíbula, la distancia entre los pómulos, el ángulo y grosor de los labios, el tamaño de la frente y, así, docenas de opciones más.
Como pasa con estos juegos, además tenemos conjuntos de vestimentas, peinados, emojis y otro montón de elementos visuales que vamos a poder ir desbloqueando a medida que vayamos jugando y subiendo de nivel. En esos aspectos, todo lo que refiere a las temporadas, los niveles, los puntajes, los cofres y demás, es casi igual a lo que podemos ver tanto en Fortnite como en Apex. Si hemos jugado a cualquiera de esos dos títulos, nos vamos a sentir más que cómodos en Naraka: Bladepoint.
Aun así, tiene algunas diferencias que, sentimos, son significativas. En este juego no es cuestión de, simplemente, buscar el arma que pegue más duro o la que más brille. Hay elementos que encontramos en el camino que van a potenciar nuestros ataques, la salud e incluso la potencia. Hay armas, sobre todo las espadas, sables o katanas, que luego de usarlas vamos a tener que reparar su “dureza”, para que siga igual de efectiva contra los próximos enemigos.
Esto le genera un valor agregando inmenso, una variedad de posibilidades a la hora de luchar que te hace pensar bien en qué arma tomar, cuáles dejar, en qué momento hacerlo, qué pociones utilizar, y toda esa cuestión estratégica dentro de cada partida mientras corre la acción. Le termina dando una sensación de realismo más amplia, donde tomar decisiones acertadas sobre estos aspectos en segundos nos puede salvar, o costar, la vida.
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El gameplay en sí es simple. Seleccionamos uno de los personajes disponibles, cada uno tiene sus propias habilidades (son dos al iniciar el juego) y nos, con la práctica, nos vamos acostumbrando él. Creemos que ese es uno de los puntos principales, porque la idea, una vez en el campo de batalla, es lograr una comunión casi perfecta con nuestro personaje y todas sus habilidades, formas y estrategias a la hora de luchar.
Cuando comienza la partida, seleccionamos una parte del mapa donde vamos a aparecer, y una vez allí, la clave es recorrer los paisajes, encontrar y recoger todos los elementos (poderes, armas, etc) que encontremos, y luchar por nuestra vida. Al mismo tiempo, los círculos de la muerte se van a ir cerrando y nos van a obligar a correr hasta la zona segura, cada vez más pequeña, quedando expuestos al resto de los jugadores.
Visualmente el juego es asombroso, no solo por la calidad gráfica (que mantiene un muy buen nivel incluso cuando bajamos la calidad) sino por sus diseños. Los paisajes, los árboles, las montañas, los ríos, las flores, el pasto, la tierra, la casas y las chozas, los acantilados, los colores brillantes, los templos y las ciudades abandonadas, las armas, los personajes en si y su vestimenta, el trabajo en las texturas y las luces, todo se ve realmente genial y genera la inmersión necesaria para que logremos ponernos en contexto y en época.
La música y los sonidos acompañan a la perfección, y una vez que realmente entendemos cómo usar al personaje que hayamos elegido, se logra realmente esa comunión tan necesaria para sentirnos unos despiadados, fríos y calculadores guerreros asesinos.
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Naraka: Bladepoint es un titán que no tuvo, a nuestro entender, su merecido reconocimiento. Quizás con la apertura del mercado, su salida en diferentes consolas y plataformas, y un pulido en su optimización y conexión a servidores, logren darle ese empujón que hace falta. Esa misma intensidad que tuvimos cuando jugamos por primera vez a otros battle royale nos la generó también este título, con el agregado fantástico de mostrar un aura completamente oriental, haciendo alarde de un montón de mitos y leyendas para generar contenido. Realmente es un juego al que hay que darle una oportunidad, porque a la larga, te hace sentir en carne propia que el esfuerzo tiene sus frutos.
FECHA DE LANZAMIENTO | 23 de junio de 2022 |
DESARROLLADOR | 24 Entertainment |
DISTRIBUIDOR | NetEase Montreal |
PLATAFORMAS | PC, Xbox Series X/S |