Review Final Vendetta: un beat’em up brutal, violento, entretenido y lleno de acción que hace un homenaje tácito al clásico Final Fight

Lo retro sigue pegando fuerte, y luego del lanzamiento de un par de beat’em up que dieron que hablar, Final Vendetta quiere mostrar su amor por el Final Fight. Lo jugamos en PC y te contamos nuestra explosiva experiencia.

Se terminaban los 80s y comenzaban los años 90s. Los que vivimos aquella época, íbamos a los locales de arcades y, inmersos en cada máquina, soñábamos historias ajenas, nos convertíamos en personajes aguerridos. Pero había una historia que intentaba emular aquellos barrios bajos de metrópolis destrozadas por una sociedad en decadencia. Nos secuestraban a un ser muy cercano y la solución aparente era una sola: juntar a nuestros amigos más cercanos e ir a repartir golpes a todos los malechores que se nos cruzaban, hasta llegar al captor y rescatar a nuestra amada/o, hermana/o o conocida/o. Final Vendetta llega para recrear aquellos años dorados.

A veces caemos en esos conceptos de hablar de los años 80s y 90s y tildarlos de años llenos de violencia. Es verdad que la violencia en aquellos años estaba más normalizada, o se la utilizaba, en muchos casos, como parte del medio que justificaba una finalidad. Pero como pasa con muchas construcciones sociales, todas las “modas” vuelven. Charles Bronson, icónico actor de Hollywood, habían marcado el cine en su momento con el concepto del “ojo por ojo”.

Sus películas planteaban esto de “te metes con uno de los míos, yo me meto con todos los tuyos”. Hacía falta solo una acción para justificar la ferocidad con la que se aplicaba la venganza. Más de 30 años después, dicho concepto volvió con películas como Taken, protagonizadas por el grandioso Liam Neeson.

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Final Vendetta es, y no queda duda, un homenaje bien sólido al clásico Final Fight. Desde el nombre, hasta la historia y sus personajes, incluso las locaciones y muchos de sus enemigos. El género beat’em up explotó a fines de los 80s y en los años 90 con títulos como Double Dragon, Golden Axe, Captain Comando, Teenage Mutant Ninja Turtles, Cadillacs and Dinosaurs, Punisher y muchísimos más. Con unos gráficos pixel art muy bien trabajados, y el concepto de que todo aquel quien se cruzaba era un enemigo y había que golpearlo hasta la muerte, estos juegos fueron todos, un éxito.

Final Vendetta quiere recordarte aquellas buenas épocas. Mientras Teenage Mutant Ninja Turtles trajo de nuevo a un ya clásico, o Street of Rage 4 revivió una clásica saga del pasado, los desarrolladores de Bitmap Bureau quisieron traer algo nuevo, pero que tenga una inmensa carga comparativa como para que, en todo momento, tengamos en claro que Final Fight es la sangre que corre por las venas de nuestros personajes. Y el resultado es un juego lleno de acción, que no te da descanso, y que, aunque parezca fácil, el nivel de dificultad con el paso de los niveles se hace cada vez más complicado hasta un punto extremo.

En Final Vendetta encarnamos personajes rudos que tienen que luchar contra personajes que pretenden ser más rudos. Nosotros, con un objetivo fijo, y ellos, solo por el hecho de ser rudos. Comenzamos cada nivel enfrentando a enemigos que aparecen caminando por las calles, incluso algunos están durmiendo en el piso o sentados haciendo tiempo.

Sea como sea, todos están en nuestra contra. Con un botón hacemos el golpe principal, con otro nos defendemos, y con otro hacemos el golpe especial, que generalmente lo vamos a emplear cuando nos vemos rodeados y sin salida aparente. Este golpe nos consume energía, no solo de la barra de vida, sino que hay una barra exclusiva de poder.

Al llegar al final de cada nivel, nos vamos a tener que enfrentar con un jefe diferente. En cada nuevo nivel, van a aparecer nuevos enemigos, que no solo pegan más fuerte, sino que tienen mayor resistencia a los golpes. Tenemos a los enemigos comunes, que viene a puño limpio a intentar detenernos. Después tenemos a unas chicas estilo punk con algo similar a un bastón negro de policía en las manos.

A unos hombres forzudos que nos van a buscar embestir con su cuerpo, otros maleantes con cuchillos, y así, una variedad considera de personajes diferentes que se van a repetir muchísimo a través de cada nivel. Tal cual solía, y suele pasar, en este tipo de juegos. Es ya, una marca registrada.

Los personajes que vamos a poder seleccionar para jugar son tres, cada uno con su propia impronta. Duke Sancho es el personaje medio, con velocidad, fuerza y mucha agilidad. Claire Sparks es el personaje con menos pegada, pero con una velocidad inmensa al igual que su agilidad. Y Miller T. Williams es el peso pesado, el tipo enorme lleno de músculos que es lento a más no poder, pero que muchas veces, con un solo golpe, acaba con los problemas.

Más allá de que cada uno tiene sus propios golpes y movimientos especiales, realmente se nota la diferencia entre uno y otro a la hora de jugar, proponiendo así una experiencia diferente dependiendo a quién seleccionemos.

El soporte multijugador es un alivio para poder superar el juego. Como mencionamos en párrafos anteriores, la dificultad del juego es muy elevada, ya que hay varios personajes y jefes que requieren una ejecución justa y precisa de nuestros movimientos, si no, nos vamos a encontrar en problemas. La campaña dura un poco más de una hora, pero las vidas que nos regalan no logran ser las suficientes, y una vez que perdemos, hay que empezar todo de nuevo.

Existen cuatro modos de juego que complementan un poco la campaña tan corta, y para quienes piensen que la oferta es poca, tenemos que aclarar dos cosas: el juego en Argentina cuesta menos de $300 pesos en Steam y la experiencia que regala es muy gratificante.

Visualmente el juego es hermoso. Todas las locaciones están repletas de detalles, y tienen la ambientación clásica de lo que era el Final Fight, aunque con su propia impronta. Los pasillos del metro, el interior de la formación, las calles grises, los grafitis, las cabinas telefónicas, los tanques vacíos, el interior de una casona, los callejones, el puerto, un restaurante… todo está lleno de pequeños detalles, desde luces en lugares puntuales, papeles pegados en las paredes, cajas con botellas, plantas, bolsas de basura. El trabajo de arte es realmente increíble. A la par se encuentra la música, con temas originales que van de la mano con el juego. Todos los aspectos cierran por completo.

Para ir terminando, y luego de varias sesiones intensas de juego, podemos afirmar que Final Vendetta es un beat’em up hecho y derecho, que tiene una búsqueda muy concreta y que hace tácito su amor por lo retro, por el género y, sobre todo, por Final Fight.

La jugabilidad es impecable, y a pesar de su corta duración, es un juego divertidísimo, sobre todo si jugamos de a dos. Uno de esos juegos que aparecen de la nada y sorprenden, que, dentro de sus propias limitaciones, dan el 100% y terminan siendo, ni más ni menos, todo lo que prometen.