En Cultura Geek tuvimos la oportunidad de jugar la última expansión del Destiny, Rise of Iron, y te contamos todas nuestras impresiones, ¡en esta nota!
Destiny, el game FPS masivo de Bungie que tuvo un comienzo un tanto brusco, fue evolucionando en estos últimos años y ahora entrega su última expansión. A días de terminar su año 2, Destiny llega a su último capítulo con Rise of Iron. Esta expansión actúa como predecesora del éxito que fue The Taken King.
En sí, Rise of Iron nos presenta un argumento nuevo, extra, que se aleja una vez más de la historia central de Destiny. No vamos a conocer nada nuevo del Traveller o de la existencia del Stranger. Al contrario, RoI nos da un vistazo al pasado del planeta, cuando ni siquiera existían los Guardians, sino los Iron Lords.
En esos tiempos, los Iron Lords descubren una tecnología denominada SIVA. Si bien su intención era usarla para expandir la humanidad, por alguna razón la tecnología se activa en contra de los propios Lords. SIVA pronto se transforma en una plaga y un peligro que los precursores tuvieron que sellar. Para prevenir complicaciones futuras el último Iron Lord, Lord Saladin, convocara la ayuda de los Guardians para evitar una catástrofe en Old Russia.
Quizá uno de los mejores aspectos de la expansión es lo que trajo aparejado antes de su estreno. La totalidad de la Torre se vio afectada por una serie de virus que cambiaron los stats de los Guardians. Una vez que se lanzó RoI, la cura ya se había conseguido, pero funcionó perfecto como catalizador de lo que se venía. Porque sí, en Rise of Iron los enemigos no son otros que los Fallen de siempre, pero con un nuevo giro.
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En pocas palabras, y para no contarlo todo, la campaña de RoI se basa en un combate contra un enemigo conocido con una batalla final que es completamente inesperada, y compensa la corta duración de las misiones de historia. Incluso compensa la falta de dinámica de Saladin, más después de lo que fue el carismático Cayde-6 en TTK.
Rise of Iron no es sólo una historia más en el universo de Bungie. La expansión también sumó nuevo contenido y locaciones para visitar. Aparte de Felwinter Peak y las Plaguelands en Old Russia, tenemos que nombrar a Archon’s Forge. Este lugar actúa como arena con un simple objetivo: Arrasar a los adversarios con otros Fire Teams. En concepto, suena genial, a la práctica, Archon’s Forge puede convertirse en un dilema. Especialmente cuando se trata del matchmaking, el uso de las ofrendas para comenzar o el drop-rate de ítems que sí valen la pena. Estos son aspectos que probablemente sigan mejorando con parches.
Rise of Iron trae un strike completamente nuevo, Wretched Eye, que combina peleas masivas y segmentos de plataformas; y dos modificados: Devil’s Lair y Summoning Pits. La diferencia de estos dos últimos es que ahora tienen la opción de dificultad en Light Level 320 y su temática se actualizó a la historia del RoI.
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A lo que se refiere a Raids, Wrath of the Machine debe ser una de las mejores adiciones hasta ahora. Es un evento intenso compuesto de cinco grandes combates a los que deberán enfrentarse equipos de seis. Por nombrar algunos, se empieza contra Archpriest Vosik en la apertura de la muralla en Old Russia. De ahí, Siege Engine (también conocido como “Death Zamboni”) en la cima de la muralla que concluye con un salto a la nada para llegar a unas cuevas y seguir la aventura. Un frenetismo atípico se hace presente que implica una colaboración entre los jugadores y reacciones rápidas que no existían en el orden de King’s Fall.
De Raids pasamos al Crucible. Rise of Iron introdujo la opción para generar combates privados, algo que estaba ausente y no deja de ser importante si pensamos en la dificultad que suele presentar el Crucible para nuevos jugadores. Otro aspecto presente son los artefactos de los Iron Lords. Estos se pueden conseguir mediante un side-quest semanal de Felwinter Peak. Lo mejor es que habilitan habilidades únicas como devolver proyectiles al bloquear con una espada, correr sin pausas, convertir en aliados a enemigos, renunciar al poder especial para obtener más granadas o melee. Por último, en Rise of Iron está Supremacy. Una nueva versión del clásico Deathmatch en el que se deben capturar las crestas de los Guardians caídos para que se sume al conteo.
En resumen, Rise of Iron presenta uno de los mejores Raids, Strikes que le dan un nuevo reto a los jugadores y una historia, que si bien es un tanto floja, todos los fanáticos del shooter van a saber disfrutar.