Review Crusader Kings 3: llega a PS5 y Xbox Series X|S uno de los mejores exponentes de su género luego de dos años de éxito en PC

Crusader Kings 3, uno de los mejores juegos de estrategia del último tiempo da el salto desde PC a PS5 y Xbox Series X|S y revivimos la experiencia de jugarlo de nuevo. Lo probamos en PlayStation y te contamos todo.

Desde su lanzamiento en septiembre de 2020 para PC, Crusader Kings 3 está considerado como uno de los mejores juegos en su género. Esta tercera entrega viene de una segunda parte que no fue tan aclamada como se esperaba, por lo que los adeptos a la saga entraron dudosos, y explotaron de emoción una vez que lo empezaron a jugar. Porque esta mezcla entre estrategia y RPG tiene una combinación increíble de elementos que se convierten en variables que hacen de cada partida una experiencia completamente diferente. Si llegaste a leer esta review probablemente seas un usuario de consola, por eso te vamos a contar como fue la experiencia completa jugándolo en PS5.

Los que ya hayan jugado Crusader Kings 2, van a notar que esta nueva versión que vuelve a ser noticia por su llegada a consolas, deja atrás muchos de los detalles molestos de aquella segunda entrega y se concentra en mejorar todo el proceso en general, incluyendo la curva de aprendizaje. Algunos detractores que gustan de los juegos complicados al extremo, pusieron la voz en el cielo diciendo que esta tercera parte había perdido lo que hacía buena a la saga, mientras que otros celebraron el cambio. Lo que los desarrolladores de Paradox Development Studio hicieron fue equilibrar más las cosas. Subieron todos los niveles, emparejando la jugabilidad.

Uno de los primeros puntos que como jugadores comenzamos a notar cuando empezamos, es la amplitud colosal que te propone el juego con sus variables. Los personajes, sus personalidades, sus aptitudes, sus habilidades, los reinos, los súbditos, las alianzas, la descendencia, los negociados, las traiciones, los sobornos, la religión… así podría estar párrafos y párrafos mencionando cada detalle que hace particular a cada partida. Como dijimos antes, la cantidad de variables son tantas, que no solo hace que el juego sea muchísimo más atrapante y complicado, sino que, si llegamos a morir y debemos volver a empezar, la experiencia será completamente nueva. Porque no estamos hablando de decenas de variables, sino de centenas.

Hay una magia en el diseño del juego que realmente pocas veces se vio algo así, incluso en juegos AAA que desbordan de originalidad. Porque no es que simplemente hay muchos elementos que afectan la partida, sino que cada uno de esos elementos tienen un cómo, un por qué, un para qué, una finalidad. Son como pequeños engranajes de una maquinaria inmensa que detrás de lo que podemos ver, están interconectados para afectarse entre sí. En ese aspecto, el trabajo de diseño y desarrollo a nivel técnico es digno de sacarse el sombrero y aplaudir de pie.

Lo que está claro es que Crusader Kings 3 no es un juego de entrada al género. Si nunca jugaste a un juego de estrategia, quizás no sea una buena idea empezar por Crusader Kings 3, porque solo el tutorial puede ser realmente abrumador si uno no está acostumbrado a manejar tanta información. Y porque como juego en sí, no te da respiro. Mientras tenés al Imperio Bizantino declarando guerra santa contra nuestros ejércitos, algún aliado nos traiciona y está prendiendo fuego a nuestro arzobispo, mientras que tropas enemigas aliadas están atacando otro pueblo donde vive nuestro único descendiente hombre y la reputación de nuestro gobernante se está yendo en picada.

Y si bien son solo ejemplos de lo que puede pasar, así es el ritmo de juego. Y lo más atrapante es que todo esto realmente afecta al juego en general. Si perdemos reputación, es más complicado conseguir aliados, o gente que quiera generar negocios con nosotros. Incluso otros reinos nos pueden ver con otros ojos y querer atacarnos porque saben que no tenemos poder cívico ni somos ya influyentes. Todo está entrelazado, y la partida se termina cuando se termina nuestro reinado, por así decirle. Nosotros podemos morir, pero si tenemos un hijo varón que pueda heredar nuestro trono, seguiremos jugando con él. Siempre y cuando lo hayamos criado apto para llevar a cabo dichas tareas.

Ir a la guerra en Crusader Kings 3 realmente se disfruta. Y decimos esto porque el sistema de combate en la entrega anterior era realmente aburrido, siendo un recurso necesario para poder expandir nuestros dominios. En esta tercera entrega se mejoró muchísimo el sistema de combate, siendo más intuitivo, parecido a un RTS y teniendo que tocar muchos menos botones para realizar accionar tan simples como “atacar”. Ahora es tan simple como agrupar a los soldados en un lugar, seleccionar a los enemigos, y mandarlos a pelear. Quizás muchos pasen por alto esta diferencia, pero realmente le dan una dinámica mucho más fluida, algo que siempre se agradece.

A lo largo de este título, lo que se siente como positivo a la hora de hacer un resumen general, es que el juego, de una forma u otra, te obliga a poner a prueba al sentido común. Está claro que no es necesario ser profesor de historia, experto en cívica, veterano de guerra o diputado para jugar Crusader Kings 3, pero sí existe un halo de conocimiento que se nos va impartiendo en el juego, para poder llevar cada partida adelante, que nos va a mantener la cabeza activa segundo a segundo. Muchas reseñas siempre hablan de lo estresante que puede llegar a ser, y sinceramente, tienen toda la razón.

Todo esto le añade una gran profundidad en la táctica que vayamos a emplear a la hora de poner manos en el juego. Con un aspecto de combate mejorado, donde no vamos a perder tanto tiempo intentando que nuestras tropas decidan atacar y hacer lo suyo, podemos dividir el tiempo en las diferentes tareas e ir viendo cómo resolvemos cada una. Y es una gran diferencia con su antecesor, que nos requería gastar muchísimo tiempo en la guerra respecto a los otros flancos, siendo completamente desbalanceado. Por eso, también, es que el diseño del avance del juego nos propone tantos eventos y hechos a resolver.

Pero es verdad que esto hizo que, ahora, conquistar territorios sea mucho más simple, como contraparte a este equilibrio. La IA enemiga es bastante buena, tampoco es cuestión de ser tan duros, pero a veces tiene comportamientos poco evolucionados. Imaginen que llevamos todas nuestras tropas y las escondemos detrás de la frontera que está más acercada a la capital del lugar que queremos conquistar. Al mismo tiempo, mandamos un grupo de soldados al otro extremo a hacer bullicio y caos en el otro extremo del territorio. La IA va a mandar a todas sus tropas a repeler a esos cinco locos que mandamos al otro extremo, dejando a merced de todo nuestro ejercito su capital. Es solo un ejemplo el que ponemos, pero es para hacer notar que así como se han ganado algunas cosas necesarias con el equilibrio del juego, también se han perdido otras.

Por suerte el juego no es solo guerra. Podemos ser muy buenos conquistando territorios, pero si no sabemos administrarlos no va a servir de nada. Hay que tener contentos a los hombres a quienes le cedamos ese lugar, que nos vean con admiración y respeto para que no nos traicionen. Hay que cuidar que los impuestos que se cobren no sean muy altos, pero que tampoco sean muy bajos para que todos estén contentos. Y entre esas cosas, hay que seguir corriendo rumores de que somos buena gente, para que todos aquellos con quienes podamos hacer negocios piensen bien sobre nosotros. El “qué dirán”, en este juego, es algo vital para sobrevivir también.

Y esa variedad de elementos y variables de las que venimos hablando y que son las que hacen impecable al juego desde su diseño, también son su maldición. Porque, para ser sinceros, salvo que seas John Nash, hayas tomado un par de pastillas de NZT (la droga de la película Limitless) o tengas una mente similar a la del propio Stephen Hawking, en algún momento el juego te va a abrumar, por más que lo estés disfrutando mucho. Es tan complejo todo el núcleo del juego, tan intrincada la forma de jugar y son tantos los menús y submenús y cosas para interactuar en pantalla que es imposible no sentirse perdido en muchos momentos. Seguramente guardes muchas veces las partidas, en diferentes lugares, por las dudas.

Crusader Kings 3 es, sin dudas, uno de los juegos más completos y complejos que hayamos jugado. Luego de dos años de su lanzamiento oficial para PC, sigue intacto en su lanzamiento para PlayStation 5 y Xbox Series X|S. Si los juegos de estrategia son lo tuyo y todavía no jugaste a este título, te recomendamos encarecidamente que vayas a buscarlo apenas esté disponible.

FECHA DE LANZAMIENTO 29 de marzo de 2022
DESARROLLADOR Paradox Development Studio, Lab42
DISTRIBUIDOR Paradox Interactive
PLATAFORMAS PlayStation 5, Xbox Series X/S

Posteos relacionados

Steven Spielberg regresa a la ciencia ficción: todo sobre el próximo proyecto del director

Microsoft revela VASA-1: la IA crea videos con solo una foto y una muestra de tu voz

Infinity Nikki: hay un juego que se trata de “vestirse” en un mundo abierto y es de un desarrollador de Breath of the Wild

1 comentario

Preview Victoria 3: A conquistar el nuevo mundo de Paradox Interactive, creadores de Crusaders Kings III – Flipr 30 agosto, 2022 - 14:52
[…] que quedan a su disposición grandes herramientas para el micro y macro juego. También, para todos aquellos que tengan experiencia en Crusaders King III, este juego les resultará familiar, ya que agarraron las mejoras que fueron introducidas en aquel […]
Add Comment