La revolución de las baterías de silicio-carbono ya está acá, y probablemente te preguntes qué es eso. Quedate tranquilo y enterate ¡En esta nota!
Samsung posiblemente tenga en su próximo Galaxy S24 una batería de silicio-carbono, por lo que dejarían de lado el litio y ánodo de grafito, componentes que actualmente se utilizan para darle energía a nuestros smartphones y dispositivos móviles. Esta decisión llega luego de que varios países industrializados investigaran diferentes tecnologías para las baterías con el objetivo principal de mejorar la industria automovilística, pero ayudaron indirectamente al mundo de los dispositivos móviles.
Algo que destaca a estas baterías por sobre las que tenemos actualmente es que ofrecen más energía en el mismo espacio. Para que te des una idea, las baterías de iones de litio están formadas por dos electrodos metálicos que están sumergidos en un líquido conductor, mejor conocido como electrolito. Este último contiene los iones necesarios para propiciar la reacción química reversible que hay entre el cátodo y el ánodo, que son los electrodos.
Esta diferencia puede hacer que los equipos sean más delgados con la misma potencia actual, mantener el tamaño actual con más horas de uso, o bien, que por fin los teléfonos plegables al cerrarse no queden mucho más anchos que los teléfonos regulares.
Que sean electrodos significa que son conductores eléctricos que están en contacto con un elemento no metálico de un circuito. Este elemento no metálico en las baterías de nuestros smartphones o tablets es el electrolito. La liberación de la energía eléctrica se produce gracias a un fenómeno conocido como reacción redox. Este proceso químico implica que un conjunto de electrones viaje de un elemento a otro y altere su estado de oxidación. El cátodo sufre la reacción de reducción y recibe electrones y reduce su oxidación. Por otra parte, el ánodo hace lo contrario, es decir, pierde electrones e incrementa su oxidación.
¿Pero qué pasará con los smartphones?
Y probablemente te preguntes por qué te explicamos todo esto. La razón es bastante sencilla, ya que es algo que necesitas saber para entender qué implican las baterías de silicio-carbono. Este nuevo tipo de baterías reemplaza el ánodo de grafito por un ánodo de silicio y carbono. El silicio puede almacenar una mayor cantidad de iones de litio que el ánodo, y si hablamos en números cada átomo de este componente se puede enlazar con cuatro iones de litio, por lo que las baterías de silicio-carbono pueden almacenar hasta diez veces la carga de las baterías con ánodo de grafito.
El silicio-carbono es un compuesto mucho más estable y sufre menos cambios de estructura que el litio. Además, proporciona alta conductividad eléctrica y estabilidad estructural. Y su flexibilidad le permite inhibir la expansión de volumen de silicona.
Ya hay una empresa de smartphones que presentó su primer dispositivo con batería de silicio-carbono, y se trata de Honor. A principios de este año, explicaron que desarrollaron esta nueva batería y la compañía asegura que esta tecnología permite una densidad de energía un 12,8 % superior a la de las baterías de litio. Por lo que tendríamos más capacidad en un mismo tamaño como lo tiene el Honor Magic5 Pro.
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