Hasta ahora todos los proyectos hacia la Luna permanecieron como estatales, pero Moon Express logró un importante paso para ser la primer empresa privada en llegar la Luna tras haber sido aprobada por el gobierno de Estados Unidos para ello.
Moon Express consiguió luz verde por parte del gobierno Estadounidense para llevar a cabo su plan de ser la primera compañía privada en alunizar en 2017. Moon Express le generó un pequeño conflicto a las fuerzas armadas del país del norte ya que nunca antes encontraron con el problema de tener una solicitud de una empresa privada que necesita utilizar sus instalaciones y tener su aprobación para enviar una carga a la Luna, pero luego de mucha burocracia de abogados, llegaron a un acuerdo en donde se definieron las reglamentaciones que debe seguir una empresa para ser aprobada.
Esto significa que las misiones espaciales privadas podrían dejar de ser supervisadas por la NASA como sucede con SpaceX actualmente, y tener independencia total para sus propios fines.
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La misión de Moon Express a la Luna en 2017 se convertiría en la primera misión privada en abandonar la gravedad terrestre, ya que los planes de SpaceX a Marte probablemente no empiecen hasta 2018 y los hoteles espaciales de Bigelow Aerospace hasta 2020. Por esto, algunos pueden preguntarse que tiene de importante la Luna, y lo cierto es que hoy no mucho, salvo algunos elementos minerales presentes en nuestro satélite que pueden ser de interés para la economía terrestre en el futuro, como por ejemplo el agua.
Bob Richards, cofundador de Moon Express dijo que “agua se convertiría en el petroleo del futuro”, por lo que quien controle las cantidades mas grandes va a poseer una posición ventajosa en la economía mundial.
La necesidad de la misión Moon Express de llegar a la Luna para el 2017 radica en que la compañía entro en un programa de Google llamado Lunar X Prize en 2012 y pone al 2017 como la fecha limite para el viaje. La capsula de Moon Express estará impulsada por el cohete Electron rocket, que es desarrollado por la startup Rocket Lab.
Obviamente la gente de Moon Express dejó en claro que su objetivo va mas allá que sólo llegar a la Luna por el X Prize de Google, sino que esperan con esto lograr captar la atención para nuevas misiones en el futuro, con la idea de buscar minerales y formas de extraer el agua de nuestro satélite natural.
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Para lograr el objetivo de convertir este proyecto en un negocio, el plan es que luego de las misiones posteriores a la del 2017, en 2020 sean capaces de traer de nuevo a la tierra material Lunar como prueba de concepto de que el negocio es posible. Cabe señalar que hasta hace tan sólo unos meses no había seguridad de que si una empresa privada volvía con material a la tierra podría quedárselo, ya que las fuerzas armadas Estadounidenses les retendrían cualquier material espacial.
Para resolver este vacío legal que generaba no tener certeza si valió la pena invertir en una compañía espacial, el presidente Obama firmó la ley Commercial Space Launch Competitiveness Act, que le da la facultad de quedarse con cualquier material que recolecten fuera de la atmósfera terrestre a quien lo consiga. Este beneficio no sólo le sirve al proyecto de Moon Express, sino que también a la iniciativa Planetary Resources que busca minar asteroides para conseguir minerales.
A priori uno puede pensar ¿Por que necesitan permiso del gobierno de los Estados Unidos para la misión?, pero esto tiene un motivo razonable, y es que el país del norte es uno de los 104 países que firmaron el acuerdo Outer Space Treaty, por lo cual, está obligado a supervisar y controlar todos los objetos que salgan al espacio desde sus bordes territoriales o por empresas radicadas en el país. De lo contrario, podría quedar fuera del acuerdo internacional, que entre otras cosas obliga a los países a realizar minuciosas revisiones de las cargas que salen al espacio para evitar llevar bacterias terrestres y contaminar otros planetas, lunas, o el destino que sea.
Por suerte para Moon Express, la Luna es un ambiente hostil en donde las bacterias no podrían sobrevivir demasiado, por lo cual son un poco más leves los controles que deben superar.
Además de los controles habituales, deben cumplir con dos reglas más, la primera es no entrometerse en proyectos de otras naciones para evitar conflictos internacionales, y la segunda respetar las zonas de los alunizajes del proyecto Apollo, sobre lo cual el cofundador de Moon Express en chiste dijo: “No debemos hacer wheelies sobre las huellas de Neil Armstrong”.