El livestream de funerales es una realidad gracias a la tecnología e infraestructura de red. Leé los detalles de esta tendencia para familiares que viven lejos, ¡a continuación!
No importa cuánta preparación mental haya, nadie está nunca listo para la muerte de un ser querido. Se trata de una situación difícil donde al dolor de pérdida se suma el stress de planear funerales, contactar amigos y familia, y a todas aquellas personas cuyas vidas hayan sido afectadas por el difunto. Esto a veces implica grandes movilizaciones a lo largo de enormes distancias, pero por suerte la tecnología viene como una aliada inesperada: el livestream de funerales.
Una nueva tendencia que ya toma fuerza en Estados Unidos, donde las distancias suelen ser enormes, es crear livestreams de los ritos fúnebres. Por medio de estos, se puede seguir el evento en vivo, o grabarlo para la red y que los usuarios puedan chequearlo para la posteridad. Lo que es más, el obituario incluye además el hiperlink respectivo al servicio. Es decir, podés ver el funeral desde tu casa, en pantuflas y bata.
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Vivimos en una cultura obsesionada con los tweets, con Instagram, los likes, y los streams así que es poco sorprendente que esto se extienda al modo en que morimos. Bryant Hightower, presidente de National Funeral Directors Association (Asociación Nacional de Directores de Funerarias), dice que esta tendencia existe hace más de una década pero recientemente explotó en popularidad debido a la demanda de los clientes del mismo modo que ya se realiza en bodas, bautismos y otros eventos.
El modo que se organiza es una cámara en la capilla conectada a una computadora con conexión Ethernet. De ahí en más los servicios pueden mejorar para incluir incluso camarógrafos profesionales. Algunos dueños de funerarias dicen que en sus respectivos lugares de trabajo hasta un 85% de las familias optan por tener su livestream.
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Una de las ramificaciones más curiosas de esta práctica es que, al usar un servicio de streaming hay que tomar en cuenta factores que de otro modo no serían un problema. Por ejemplo, varias compañías ahora tienen que pagar por licencias de música en el velorio dado que literalmente están haciendo stream del mismo modo que una radio, canal de TV o de YouTube. Esperamos que las familias eventualmente no compitan por los likes que recibe el difunto…