Santiago, un ingeniero de machine learning, le puso ChatGPT a un perro robot para que recolecte data de sus misiones de delivery. Skynet ya te sentimos… ¡Leé más acá!
Un ingeniero especializado en machine learning que se llama Santiago tomó el paso que faltaba para darle lugar al apocalipsis de las máquinas… bah, más o menos. El ingeniero le puso la inteligencia artificial ChatGPT a Spot, un perrito robot de Boston Dynamics, para crear una máquina experimental que reciba órdenes y recolecte información de sus misiones de delivery. Según él, la idea es poder procesar los detalles del trabajo más eficientemente y no matarnos a todos.
“Ahora podemos preguntarle a los robots sobre misiones pasadas y futuras y recibir respuestas en tiempo real,” dijo Santiago en Twitter. “ChatGPT interpreta la pregunta, analiza los archivos y formula la respuesta. ¡Es una mejora enorme!”
Obviamente, lo que hizo Santiago es más que ponerle ChatGPT a un robot. En el video muestra que debió crear rutinas específicas para permitir que funcione, y es un proceso constante. Pero, el resultado es que Spot ahora puede aceptar órdenes, dar respuestas, y charlar con los humanos después de sus “caminatas”.
Boston Dynamics crea robots que bailan para entretenimiento, que hacen deliveries, y más. Sin embargo, esta es la primera vez que se dota a una de sus máquinas con una inteligencia artificial tan poderosa como ChatGPT. Seguramente los androides de combate capaces de hacer movimientos ninja con katanas o dispararle a la gente todavía estén lejos, pero uno nunca sabe.
Por cosas menos jugadas que estas arrancó la rebelión de las máquinas, según nos reveló Terminator, y ahora que la inteligencia artificial está en el cuerpo de un perrito lo único que nos salva es que no tiene pulgares. Por lo pronto, si te llamas Sarah Connor, andá pensando en tener hijos que la mano para el futuro viene complicadísima.