Al igual que los últimos dos domingos, HBO y HBO Max estrenaron un nuevo episodio de House of the Dragon, el spin-off de Game of Thrones. Esta vez vimos más batallas, dragones, política y pretendientes para Rhaenyra Targaryen. Te contamos más ¡acá!
Después de enterarnos que uno de los showrunners del primer spin-off de Game of Thrones se despide de la serie, el tercer capítulo de House of the Dragon aterrizó en HBO y HBO Max. Llamado “El segundo de su nombre”, este episodio nos siguió dando charlas políticas, batallas, dragones, cangrejos y conversaciones sobre el matrimonio (pero esta vez no para el Rey Viserys).
Antes que nada, recordemos que en el segundo episodio de House of the Dragon vimos que Viserys Targaryen había elegido a Alicent Hightower (la amiga de Rhaenyra) como esposa. También, Daemon y Corlys Velaryon (a espaldas del rey) se aliaron para enfrentarse a Craghas Crabfeeder y compañía, quienes habían tomado Stepstones. En el capítulo 3 vemos las consecuencias de esto. Si todavía no lo viste, cuidado con los spoilers que siguen.
Como hay mucho para abarcar en House of the Dragon, del segundo al tercer episodio pasaron tres años. Por un lado, la guerra con Crabfeeder está muy avanzada (y no pinta bien para los Velaryon y Daemon, que no tienen el apoyo del Rey), mientras que por el otro Viserys y la Reina Hightower tienen un hijo, Aegon, y esperan el próximo.
Cuando comienza el episodio, nos dan a entender que los Targaryen (menos Rhaenyra) están de festejo por el segundo cumpleaños de Aegon, por el cual se organizó una cacería real en su honor. Sin embargo, esta celebración se ve un poco interrumpida cuando Ser Tyland Lannister le informa a Viserys que Daemon y Corlys están perdiendo los Stepstones y le pide que intervenga, algo que no entusiasma al Rey. “Pasaron tres años, puede esperar otros tres días“, dice Viserys.
Si bien Daemon tiene a su dragón para atacar al ejército de Crabfeeder, una de las escenas nos muestra que no se puede hacer mucho cuando un montón de arqueros les disparan flechas en llamas y el resto de las fuerzas enemigas se esconden en las cuevas Stepstone para que el dragón no pueda llegar a ellos.
Sin embargo, enterarse de esto no parece preocuparle mucho al Rey, quien está tratando de averiguar dónde está su hija y por qué no está presente en la celebración de su hermano menor. La ahora reina, Alicent Hightower, encuentra a Rhaenyra leyendo bajo el árbol Godswood y le pide que se sume a la cacería. Después del casamiento entre Alicent y Viserys, la relación entre ellas parece que cayó en picada, ya que Rhaenyra básicamente le dice a la reina que la deje en paz. Pero, al ser órdenes del Rey, Rhaenyra no tiene otra opción que asistir.
Rhaenyra cree que todos quieren que Aegon sea el heredero del trono. Si bien no está tan equivocada, el rey todavía tiene sus dudas y no parece convencerse fácil ante los comentarios que le remarcan que su hijo pequeño tendría que reemplazar el cargo de su primogénita.
Durante el viaje a la cacería, Viserys intenta acercarse a su hija invitándola a cazar con él, pero ella lo rechaza. El Rey trata de hacerla ver que pronto ella va a estar en su lugar, ya que debería casarse y tener su propio hijo, algo que a Rhaenyra parece no entusiasmarle para nada.
Una vez en Kingswood, un bosque al sur de King’s Landing que contiene un área de caza privada para el ocupante del Trono de Hierro (el mismo lugar donde el rey Robert I será herido de muerte por un jabalí, dando inicio a los eventos de Game of Thrones), Rhaenyra empieza a deambular por la carpa.
Las damas presentes la ven y le preguntan sobre la guerra en Stepstones, algo de lo que Rhaenyra debería estar al tanto, ya que fue su tío quien la empezó. La heredera del trono responde que no habló con Daemon en años y, ante algunos comentarios en contra de la princesa, la Reina Alicent sale a defenderla diciendo que Daemon cometió sus propios errores y que Rhaenyra es una heredera más apropiada. Sin embargo, ya son muchos los que piensan que la corona está en guerra y que el rey no está haciendo nada al respecto.
Rhaenyra sale a tomar aire y se encuentra con Jason Lannister (gemelo de Tyland Lannister), quien comienza a enumerar todas las cosas buenas que tiene y de lo mejor que es Casterly Rock para cazar antes que King’s Landing. Lo único que Lannisport no tiene, dice, es un foso de dragones, aunque estaría feliz de construir uno. Ni lento ni perezoso Jason.
En un intento de coqueteo con Rhaenyra, Jason Lannister le dice que haría cualquier cosa por su reina…”O señora esposa“. Ante esto, la princesa Targaryen entiende rapidísimo que su padre intentó emparejarla y, enojada, enfrenta al Rey en público y le pregunta si todo lo que ella es para él es un premio para ofrecer a las grandes casas y obtener ganancias políticas.
Viserys le responde (también enojado) que desde que Rhaenyra cumplió la mayoría de edad, él se estuvo ahogando en propuestas de matrimonio y que, cuando quería discutirlas con su hija, ella lo rechazaba en todo momento. Rhaenyra dice que no quiere casarse, pero Viserys le grita que él no está por encima de la tradición, así que ella tampoco.
Ante los ojos de todos los que estaban presentes, Otto Hightower interrumpe y le informa al rey que vieron un ciervo blanco en el bosque, un buen presagio de la buena fortuna de Aegon, ya que ese ciervo era el símbolo de la realeza en esas tierras antes de que llegaran los dragones. Cuando Viserys vuelve la vista a su hija, ella ya se había ido.
Rhaenyra se va a toda velocidad en su caballo y Ser Criston Cole, el caballero que ella había elegido como Guardia Real en el capítulo anterior, la sigue. Después de alcanzarla y recomendarle que tendrían que volver al campamento, la princesa le dice que primero podrían pasear por el bosque.
Ya más tarde, Rhaenyra, sentada al frente de una fogata, le pregunta a Ser Criston si cree que el reino alguna vez aceptará a una mujer en el Trono de Hierro, pero antes de que responda, son interrumpidos por un jabalí. Ambos luchan contra él, y Rhaenyra lo apuñala hasta la muerte, cubriéndose de sangre.
Mientras esto pasaba, de vuelta en el campamento, Jason Lannister le regala al rey una lanza para que mate al ciervo y le dice que sería un honor tomar a la princesa Rhaenyra por esposa. “Lo que le ofrezco a la corona y a su hija es fuerza“, dice Lannister. Pero esto no le cae muy bien a Viserys.
Jason trata de arreglarla y dice que Rhaenyra recibirá una compensación justa por su “pérdida de posición” si se casa con un miembro de la familia Lannister, ya que todos saben que el rey algún día nombrará a Aegon como nuevo heredero. Obviamente, esto empeora las cosas, ya que el Rey le dice que están cuestionando la elección de heredero que hizo y que eso es rebelión. “No elegí a Rhaenyra como mi heredera por capricho. Todos los señores de mi reino harían bien en recordar eso“.
Ya estresado, el Rey Viserys empieza a tomar vino, esperando que los problemas desaparezcan. Sin embargo, Otto Hightower se acerca y le pregunta qué piensa sobre la propuesta de Lannister y le recuerda que Rheanyra seguirá las órdenes del rey. Viserys asegura que no quiere darle órdenes a su hija.
Hightower sugiere otra pareja para la princesa, una “más cerca de casa” y que sorprende hasta al mismo rey: el joven Aegon. Sí, el hermanito de dos años de Rheanyra. Pero ese no es el único candidato (por suerte). Lord Strong, su maestro de leyes, propone a Ser Laenor Velaryon, el hijo de Corlys y Rhaenys.
Luego de esto, vemos a Viserys, ya bastante borracho, frente a una gran fogata. A él se suma Alicent y el rey le confiesa que nombró heredera a Rhaenyra para proteger al reino de Daemon, pero que tal vez eso fue un error.
Además, le cuenta que tuvo una visión cuando Rhaenyra era joven: soñó que tendría un hijo varón. Sin embargo, eso se convirtió en una obsesión tan grande para él que lo llevó a sacrificar la vida de su primera esposa en favor de su hijo pequeño, el cual murió. Pensó que nombrar a Rhaenyra su heredera aliviaría su dolor y arrepentimiento. Pero todas estas maniobras políticas a su alrededor lo hicieron dudar de sí mismo.
Al día siguiente, Viserys recibe buenas y malas noticias: capturaron al ciervo, pero no es el ciervo blanco que esperaban. El Rey tiene que ser el que mate al animal y, luego de un esfuerzo fallido que deja al ciervo sufriendo, Viserys da el golpe mortal.
Por otro lado, Rhaenyra y Ser Criston Cole se están preparando para volver al campamento (con el jabalí) y se encuentran con nada más ni nada menos que el ciervo blanco, el cual es un presagio que indica que ella es la verdadera heredera del trono.
De vuelta en King’s Landing, Otto Hightower va a ver a su hija y le dice que tiene que convencer al rey de que Aegon debería ser nombrado heredero. Alicent todavía parece estar del lado de Rhaenyra, pero igual obedece y busca a Viserys. Sin embargo, la conversación rápidamente se aleja del tema del heredero y se enfoca en la guerra que están perdiendo Daemon y Lord Corlys.
El Rey no quiere enviarles ayuda porque fueron ellos los que desobedecieron y si, a pesar de eso, los ayuda igual quedaría como débil. Alicent asegura que la carta que envió Vaemond Velaryon, el hermano menor de Corlys, es un grito de ayuda y lo convence para que responda.
Luego de esto vemos a Viserys dando órdenes para enviar hombres a Stepstones y darle una mano a Daemon. Momentos después, Rhaenyra entra y se sienta para hablar con su padre. Lo primero que le dice al Rey es que está tratando de casarla con un candidato importante porque ya consiguió al hijo varón que siempre quiso y ya no tiene ningún uso para ella. Viserys le dice que él solo estaba tratando de ayudar, ya que en los últimos años la vio sola y enojada.
Si bien casarse por conveniencia es algo que hicieron siempre, Rhaenyra le echa en cara a su padre que si él solo estuviera interesado en servir al reino, se habría casado con Lady Laena (la hija de Lord Corlys), en lugar de con Alicent Hightower. Viserys le da la razón y le dice podrá elegir con quién quiera casarse, pero que lo tiene que hacer. Antes de dar por terminada la conversación, el Rey le jura a Rhaenyra que no la va a reemplazar.
En Stepstones, Daemon, Corlys, su hijo Laenor y el hermano de Corlys, Vaemond están haciendo todo lo posible para ganar, pero están preocupados, ya que no les queda mucha comida. Además, los dragones no funcionan porque los hombres de Crabfeeder se esconden en las cuevas de Bloodstone y encima les disparan a los barcos que pasan.
Laenor propone que alguien se dirija a Bloodstone como carnada y haga que los hombres de Crabfeeder salgan a atacar. Todo apunta a que el voluntario sea Daemon, pero cuando un mensajero del Rey le informa que la ayuda de Viserys está en camino, el príncipe ataca al mismo mensajero.
Antes que aceptar la ayuda de su hermano y que lo “salven”, Daemon rema solo hasta Bloodstone y parece que quiere rendirse, ya que clavó una bandera blanca y ofrece su espada a los hombres de Crabfeeder. Una vez que tiene a algunos enfrente para corroborar que de verdad se rinda, Daemon saca un cuchillo y empieza a matar a cualquiera que se le cruce.
Sin embargo, cuando ya lo inmovilizaron los arqueros y lo rodean casi todos los hombres de Crabfeeder, los soldados de Lord Corlys salvan el día. Además, la frutillita del postre es Laenor Velaryon, quien está montado sobre su dragón Seasmoke. Recordemos que Laenor es hijo de una Targaryen así que también lleva el gen de montar dragones.
Daemon, un poco herido, ve que el Crabfeeder se mete en la cueva y va tras él. Si bien no vemos la batalla, sabemos que el príncipe Targaryen lo atrapa y lo corta por la mitad, ya que el capítulo de House of the Dragon termina con él arrastrando el cuarto superior del Crabfeeder al campo de batalla, dando a entender que la guerra está ganada.
Tendremos que esperar al domingo que viene para ver qué pasa con los pretendientes de Rhaenyra y el regreso de Daemon a King’s Landing, por lo que vemos en el avance del próximo episodio. Los tres primeros capítulos de House of the Dragon ya están disponibles en HBO Max.