Probamos el God of War en dos máquinas diferentes, te contamos las diferencias y por qué este port se ve beneficiado con la tecnología RTX de NVIDIA.
El lanzamiento de God of War en PC supuso todo un éxito y, seguramente, un antes y un después para muchos títulos a futuro. Uno de los grandes miedos de los usuarios, era no poder correr el juego en sus máquinas, ya que de entrada uno sabía que el título desarrollado por Santa Monica Studio consumía bastantes recursos en la consola donde vio la luz por primera vez. Pero lo que no sabíamos de entrada era que todo el esfuerzo puesto en nuevas tecnologías iba a funcionar tan bien, pudiendo correr el juego de forma más que convincente en diferentes configuraciones.
Los verdaderos beneficiados en todo este asunto, sin embargo, son aquellos usuarios que tienen placas de video con tecnología RTX. Ellos son los que van a poder disfrutar del NVIDIA DLSS y NVIDIA Reflex una vez que los drivers de GeForce Game Ready se hayan actualizado. De esta forma, el juego se va a optimizar gracias a nuevos desarrollos como NVIDIA DLDSR, una mejora de Dynamic Super Resolution (DSR) con IA, y varios filtros Freestyle que le brindan mejoras visuales al juego.
Una de las cosas que notamos a simple vista, y en consecuencia de los filtros Freestyle, es la iluminación. God of War utiliza de forma constante y muy puntual el tema de la iluminación por los diferentes niveles y entornos por los que vamos a ir avanzando. Hay nieve, hielo, madera, roca, agua, por momentos estamos en la oscuridad de una cueva o dentro de un bosque donde solo se filtran algunos destellos de luz, y de repente pasamos a un paramo abierto donde el reflejo del sol o del fuego impacta de lleno en todas las superficies. Acá es donde funciona el SSRTGI (Screen Space Ray Traced Global Illumination), mejorando notablemente la iluminación y las sombras para crear una mayor sensación de profundidad y realismo.
El SSAO (oclusión ambiental del espacio de la pantalla) también es otro filtro de Freestyle que tiene mucho que ver, sobre todo en escenarios con poca luz, como los interiores de las casas o las cavernas o templos. Lo que hace de forma precisa, es enfatizar la apariencia de las sombras cerca de las intersecciones de cada objeto 3D, para darle una nitidez aumentada a las texturas y que los detalles puedan ser más fuertes. De la mano también tenemos al Dynamic DOF (profundidad de campo) que mide la distancia entre todos los objetos que hay en una escena y le aplica un desenfoque de estilo bokeh para crear mucha más profundidad y sentimiento de inmersión visual.
God of War, como muchos de los juegos más exigentes de la actualidad, tiene muchísimos elementos en pantalla que se comportan de forma diferente. Cuando estamos en plena lucha, con varios enemigos en pantalla, nuestra PC necesita procesar toda esa información por separado: movimientos, iluminación, partículas… todo genera una fuerte carga para nuestro procesador y puede llegar a generar una ralentización en la experiencia de juego. Acá es donde entra uno de los pesos pesados de nuestro driver, el NVIDIA Reflex, que logra reducir de forma significativa la latencia y así reacomodar todos los procesos para obtener una fluidez de juego muchísimo más estable.
En el caso del DLSS, cuando lo activamos, se siente la diferencia de como puede ir un poco más el equipo, es como tener una placa de video totalmente nueva. DLSS es una tecnología que mejora la potencia y ayuda a tener más frames con el Supermuestreo de Aprendizaje Profundo. Algo que años atrás podría haber sido catalogado como brujería. Eso si, no está disponible para todos los juegos, por lo que God of War es uno de los nuevos privilegiados por el trabajo realizado entre Nvidia y Santa Monica Studio.
Otro de los temas que entra en juego, sobre todo apuntando directamente al título de Santa Monica Studio, es el tema de los escaladores. Si bien lo que aporta NVIDIA tiene sus propias especificaciones, todo va a depender del fabricante de cada placa de video. Los resultados, como suele pasar siempre con este componente, van a ser diferentes. NVIDIA, de todas formas, recomienda tener en cuenta, tengas la placa que tengas, al NVIDIA Image Scaling (NIS), DLDSR/DSR y DLSS. Esto lo que va a permitirnos es no solo poder escalar el juego en diferentes resoluciones sin perder demasiado rendimiento, sino que también permite escalar y mantener lo más fiel posible la resolución como si fuese nativa, gracias al sistema de Deep Learning. De todo esto ya hablamos en otra nota muy interesante que podés encontrar en el siguiente enlace.
Para hacer un testeo completo, probamos God of War primero en un i7 con 32 Gb de RAM y una GTX 1050 Ti de Gigabyte, y el juego sorprendió a todos. La cantidad de FPS que alcanzaba, incluso en los momentos más complejos a nivel visual del juego. La fluidez de todo en los modos más altos de calidad visual, la respuesta, los detalles. Si bien esta placa no soporta la tecnología RTX, la experiencia de juego es inmensa, y habla muy bien del trabajo que se hizo en este port, abriendo la puerta a toda una nueva gama de posibilidades a futuro, sobre todo para Sony y sus exclusivos.
Por otro lado, probamos nuevamente el juego en un i9 9900k con 64 Gb de RAM y una impoluta RTX 3080. Por cuestiones que están a la vista, el juego iba a responder muchísimo mejor, pero al activar todo lo que NVIDIA te permite al ser RTX, la diferencia se hizo abismal. En una pantalla con resolución 4K y con DLSS corriendo, cada detalle de cada objeto del juego cobraba vida. La piel, el pelo, las texturas de las ropas, los paisajes de fondo, las pequeñas sombras y brillos sobre cada objeto. Los colores, la profundidad, las partículas. Como muchos afirman, God of War con RTX es una experiencia única.
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