El informático británico Geoffrey Hinton, conocido como el “padrino de la IA”, dejó su trabajo en Google para alertar los peligros de la nueva tecnología. “Es difícil ver cómo se puede evitar que los malos actores la usen para cosas malas”, dijo en una entrevista. Lee más ¡acá!
No es ninguna sorpresa ni novedad que la Inteligencia Artificial está revolucionando todo. Sin embargo, mientras algunos se enfocan en las cosas positivas que se pueden sacar de esta nueva tecnología, otros temen su rápido crecimiento y el poder que podrían llegar a tener sobre la humanidad. Geoffrey Hinton, conocido como el “padrino de la IA”, es uno de estos últimos y hace poco dejó su trabajo en Google para poder hablar libremente sobre “los peligros de la IA“.
El informático británico de 75 años dedicó su carrera a investigar la red neuronal, un sistema matemático y computacional que aprende habilidades mediante el análisis de datos, lo que dio inicio al desarrollo de la Inteligencia Artificial. Desde 2013 que Hinton trabajaba en Google con los avances de esta nueva tecnología, pero ahora, con la gran competencia para crear productos basados en IA, como el popular ChatGPT, la cosa cambió y el “padrino de la IA” lamenta el trabajo al que le dedicó gran parte de su vida.
“Es difícil ver cómo se puede evitar que los malos actores la usen para cosas malas”, dijo Geoffrey Hinton al New York Times. Por otro lado, Hinton agregó: “Me consuelo con la excusa normal: si no lo hubiera hecho yo, lo habría hecho alguien más”. El informático también remarcó el gran crecimiento que tuvo esta tecnología en tan poco tiempo. “Mire cómo era hace cinco años y cómo es ahora. Tome la diferencia y propáguela hacia adelante. Eso asusta“.
A pesar de irse de Google, Hinton señaló que la compañía fue un “administrador adecuado” de cómo se debe implementar la IA y que actuó de manera “muy responsable”. Entonces, ¿por qué se fue? Según lo que explicó en Twitter, el informático lo hizo para “poder hablar sobre los peligros de la IA sin considerar cómo afecta esto a Google”.
Entre las preocupaciones que giran alrededor de la IA, Geoffrey Hinton remarcó que una de las principales es cómo el fácil acceso a las herramientas de generación de texto e imágenes de Inteligencia Artificial podría conducir a la creación de más contenido falso o fraudulento. Ante esto, el informático señaló que una persona promedio “ya no sería capaz de saber qué es verdad”.
Esto pasó hace unas semanas, cuando varias imágenes falsas del Papa Francisco (con una gran campera blanca y zapatillas Nike) circularon en línea y se volvieron virales. Si bien muchos notaron que eran creadas por IA, otros tantos dudaron. Y este caso es uno de muchos.
Otra preocupación de Hinton es cómo la IA podría cambiar el mercado laboral al eliminar puestos de trabajo. En lugar de ayudar o complementar el trabajo que hacen los humanos, la IA podría reemplazarlos en muchos oficios. “Le quita el trabajo pesado. Podría quitar más que eso”, dijo.
A medida que empresas como OpenAI, Google y Microsoft trabajan en la actualización de sus productos de IA, también aumentan los llamados a desacelerar y regular el ritmo de los nuevos desarrollos. Recordemos que en marzo, algunos de los principales nombres de la industria tecnológica firmaron una carta pidiendo la prohibición del desarrollo de sistemas avanzados de IA. Hinton no firmó la carta, pero sí cree que las empresas deberían pensar antes de escalar aún más la tecnología de IA. “No creo que deban escalar esto más hasta que hayan entendido si pueden controlarlo”, dijo el informático que ganó en 2018 junto con dos de sus estudiantes el Premio Turing, conocido como el Nobel de computación.
Por otro lado, Geoffrey Hinton también compartió sus temores con respecto al desarrollo de una tecnología que funciona mejor que el cerebro humano y que nadie tiene garantías de cómo podrá mantenerse bajo control. “La idea de que estas cosas pudieran llegar a ser más inteligentes que las personas, unos pocos lo creían. La mayoría pensaba que no era así. Y yo también. Pensaba que faltaban de 30 a 50 años o incluso más. Obviamente, ya no pienso eso”.