Un joven de 19 años creó una cuenta de Twitter para rastrearle los vuelos al magnate de Elon Musk. El CEO de Tesla le ofreció plata para que se detuviera y el chico le hizo una contraoferta. Enterate más en ¡esta nota!
Si bien Elon Musk es una de las personalidades más famosas de la actualidad (y la más rica de la historia), no pudo convencer a un joven de 19 años para que dejara de twittear sobre los vuelos, salidas y aterrizajes del jet privado del magnate. Parece que el director general de SpaceX y de Tesla Motors no duda a la hora de escribirle a sus seguidores en las redes sociales, más si de esta forma garantiza su propia seguridad.
El usuario de Twitter (@ElonJet) rastrea los movimientos de Musk en su jet privado (llamado Gulfstream G650) y los comparte en su cuenta. Para que se detuviera, más bien, desactivara el perfil, el CEO de Tesla le ofreció hasta cinco mil dólares.
https://twitter.com/ElonJet/status/1486471951606599683?s=20&t=osKiPIUNl2IlLo7QmTfFpQ
La persona detrás de la cuenta de Twitter es Jack Sweeney de 19 años. Según Protocol, el joven recibió un mensaje directo de Elon Musk preguntándole si podría “desactivar eso“, ya que su contenido estaba obteniendo bastante popularidad y suponía “un riesgo para la seguridad“. Ante esto, Sweeney contestó (siete horas después): “Sí puedo, pero te va a costar un Model 3. Es broma, a menos que...”. Como respuesta, Musk escribió: “No me gusta la idea de que un loco me dispare“.
Antes de seguir, tengamos en cuenta que @ElonJet es una de las 15 cuentas de seguimiento de vuelos que tiene Sweeney, administrada por bots que programó para analizar los pocos datos que proporciona la Administración Federal de Aviación (FAA). Una vez que los tiene, los bots se encargan de twittear una imagen de la información del vuelo cada vez que un avión elegido despega o aterriza. Cada uno sigue a una persona de alto perfil, casi todos en tecnología, incluidos Bill Gates y Jeff Bezos. Sin embargo, la cuenta de Musk es la más popular, con casi 83.000 seguidores (antes de que hablara con el magnate).
Los bots de Sweeney pueden usar la altitud de un avión, combinada con hace cuánto tiempo que se recibieron los datos, para determinar cuándo despega o aterriza. Luego hacen referencias cruzadas de latitud y longitud con una base de datos de aeropuertos para determinar a dónde se dirige el avión. Y, aunque los bots de Sweeney no pueden extraer los datos bloqueados de la FAA, pueden cruzar los datos ADS-B en tiempo real con otro sitio web que publiquen versiones anónimas de los planes de vuelo de la FAA. Esto permite que el bot haga coincidir el avión que está rastreando en tiempo real con los planes de vuelo anónimos de la FAA y determine el destino previsto de cada avión. Un lío, ¿no?
Pero, ¿cómo sabe todo esto Sweeney? Bueno, su papá trabaja en la industria de las aerolíneas y el joven de 19 tiene experiencia, ya que estuvo rastreando aviones desde que era un niño. Una vez que Sweeney le explicó a Musk dónde estaba encontrando los datos, el empresario, sorprendido de lo accesible que era todo, le dijo: “El control del tráfico aéreo es tan primitivo”.
La conversación siguió para poder llegar a un acuerdo. Loquísimo negociar con Elon Musk por MD, ¿no? Bueno, el magnate le preguntó a Jack Sweeney cuánto dinero obtenía por gestionar todas las cuentas, a lo que el joven le dijo que no más de 20 dólares al mes. Ante esto, Musk le ofreció cinco mil. Una oferta bastante tentadora. Sin embargo, Sweeney respondió: “¿Alguna posibilidad de subir eso a 50 mil dólares? Sería un gran apoyo en la universidad y posiblemente me serviría para conseguir un coche, tal vez incluso un Model 3 (uno de los reconocidos autos Tesla)”. Musk le dijo que lo iba pensar y no respondió más.
Después de un tiempo sin responder, el miércoles pasado Sweeney le volvió a hablar al CEO de Tesla para ofrecerle otra propuesta: si en vez de los 50 mil dólares podía obtener una pasantía. El magnate tampoco respondió. ¿Se habrá ofendido o estará ocupado en su plan de llevar a los humanos a Marte en 5 o 10 años? La verdadera respuesta podría ser más interesante. “Creo que está de vacaciones en Hawái si revisas ElonJet“, comentó Sweeney.
Sin ningún trato a la vista, la cuenta de Twitter sigue funcionando con normalidad y comparte los movimientos del jet de Musk. Por las dudas, Jack Sweeney, quien a todo esto admira al magnate, aclara que solo hacen un seguimiento del avión, “no de quién puede o no estar a bordo”.
Dejando la broma de lado, es entendible la preocupación de Elon Musk, ya que la cuenta de Twitter publica en tiempo real los datos y movimientos de los aviones que rastrea, cosa que podría ser muy peligrosa para personas tan reconocidas en el mundo.
Sin embargo, una vez que esta conversación se hizo popular, la cuenta @ElonJet ganó mucha más popularidad y subió de los 80 mil seguidores a más de 130 mil. Este gran aumento de “audiencia” provocó que Jack Sweeney aprendiera a codificar y conseguir un trabajo como desarrollador de aplicaciones en UberJets.