Las naves saiyajin de Dragon Ball son increíblemente icónicas, pero ¿son cómodas? Su autor Akira Toriyama ahora responde todas las dudas. Leé más, ¡en esta nota!
A pesar de lo importantes que son los saiyajin para la historia general de Dragon Ball, lo cierto es que no conocemos demasiado de su cultura. Lo poco que sabemos son por comentarios de Vegeta, un par de flashbacks, la película de Broly, y lo que asumimos que puede ser igual de los guerreros del universo 6. Sin embargo, hemos visto sus estilos de pelea y algo de su tecnología como sus icónicas naves circulares, que ahora el autor Akira Toriyama explicó qué tan cómodas son.
La primera vez que vimos a las naves saiyajin fue cuando Raditz aterrizó en la Tierra en el capítulo 195 del manga dando inicio a la etapa Z del anime. Raditz eventualmente fue derrotado tras una imposible alianza entre Pikkoro y Goku, los dos guerreros más poderosos del planeta, solo para que después llegaran Vegeta y Nappa. Los vehículos usados por ellos se llaman Attack Balls (“Attaku Booru” en el original japonés) y no solo los usaban ellos sino todas las fuerzas de Freezer, incluida la fuerza Ginyu: resulta que las naves no eran de su creación.
Estos vehículos tienen el objetivo de surcar el universo y trasladar a los guerreros entre planetas, pero ¿qué hacen en un año entero que suelen demorar los viajes? Resulta que no mucho. En el especial de Preguntas y Respuestas sobre el Arco de los Saiyajin, Dragon Ball Full Color: Saiyan Arc Volumen #02 de febrero de 2013, Toriyama explicó que son cómodas, pero no amplias. “Son apretadas, pero cuidan el cuerpo. Estas naves existen solo con el propósito de transportar, y llevar gente incosciente de un lado al otro. Por este motivo, no tienen ninguna comodidad en particular, pero están hechas para no causar ninguna presión en el cuerpo”.
Resulta que las naves no eran cómodas, sino que estaban preparadas para que el usuario sobreviva el viaje, se reponga, y duerma mientras dure el trayecto. Su interior acolchado parece estar diseñado para que viaje en esa especie de animación suspendida, en la cuál a pesar de todo el tripulante puede despertarse a voluntad y hasta hablar con tripulantes de otras naves. Como toda tecnología militar en el universo Dragon Ball, su uso era más funcional que otra cosa.