Probablemente sepan que en los 90, Tim Burton estaba a bordo de una película de Superman con el reconocido Nicolas Cage como Kal-El. Si bien había traje, equipo y muchas ideas, la entrega no llegó a buen puerto y Warner Bros decidió cancelarla. Pero ¿de qué iba a tratar?
A lo largo de los años, Superman tuvo varios actores que lo interpretaron en la pantalla, tanto chica como grande: Kirk Alyn, George Reeves, Christopher Reeve, Dean Cain, Tom Welling, Brandon Routh, Henry Cavill, Tyler Hoechlin y, próximamente se sumará a lista David Corenswet. Sin embargo, hay otro actor que estuvo muy cerca de tener su propia película como el icónico superhéroe: Nicolas Cage, quien se tuvo que conformar con un pequeño cameo en The Flash (2023).
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Es muy probable que ya hayan escuchado o leído que Nicolas Cage casi se convierte en Superman en una película dirigida por Tim Burton a fines de los 90: Superman Lives. Pero, ¿de qué iba a tratar, cómo llegaron a contratar al actor para el protagónico y por qué la cancelaron?
En 1998, una década después del lanzamiento de Superman IV: The Quest for Peace con Reeve, el superhéroe estaba listo para despegar otra vez. Es más, no solo estaba involucrado Nicolas Cage como Kal-El, sino que también estaba Kevin Spacey como Lex Luthor. Sin embargo, en el último minuto, con productor y director en marcha, los ejecutivos de Warner cancelaron todo y, aparentemente, el estudio terminó gastando la plata en Wild Wild West de Will Smith.
¿Cómo empezó a formarse Superman Lives? El origen de esta película estuvo ligado a The Death of Superman, una serie de cómics que mató al personaje en 1992, para luego devolverle la vida un año después. Por el impacto que tuvo esta historia, Jon Peters (productor de la película de Batman de 1989 con Michael Keaton) aprovechó y compró los derechos de la entrega. La idea era adaptar la muerte de Superman en la pantalla grande. Para esto, contó con el apoyo del presidente de producción mundial de Warner en ese entonces, Lorenzo di Bonaventura.
Pero como se darán una idea, el camino no fue nada fácil. El primero en escribir un guion fue Jonathan Lemkin, quien lo tituló Superman Reborn. Sin embargo, no funcionó. En su lugar apareció Gregory Poirier, que quería que el superhéroe muriera y volviera a la vida sin sus poderes y que sólo pudiera recuperarlos con la ayuda de un exoesqueleto robótico.
Ese guion pareció convencer un poco más, ya que en 1996, se lo mostraron a Kevin Smith, conocido en Hollywood por su fanatismo con los superhéroes. ¿Qué pasó? Smith no quiso tener nada que ver con el guion de Poirier, empezando por el título. Por esto, el director sugirió cambiarlo por Superman Lives, nombre que los ejecutivos de Warner amaron. Es más, le encargaron que escribiera su propio guion.
De esta manera, Kevin Smith y Jon Peters se reunieron para hablar de la película. Aparentemente, Peters le habría dicho a Smith que tenía tres restricciones a la hora de escribir el guion: a Superman no se le permitía volar ni usar su característico traje azul y rojo y tenía que luchar contra una araña gigante. Esta última, que es la única que Peters admite, podríamos decir que apareció junto a Cage en el cameo de The Flash.
Si bien había varias ideas, como tener de villano principal a Brainiac, Nicolas Cage no era una de ellas en un principio. Es más, Peters imaginaba a Superman como “un cruel peleador callejero” y quería que le diera vida Sean Penn porque tenía “los ojos de un violento animal enjaulado, un asesino”, según describió BBC.
Entonces, ¿cómo llegó Cage a la producción? Para hablar de eso primero tenemos que tocar el tema del director. Después de que Peters produjera la primera película de Batman de Tim Burton, el productor convenció al director para que se suba a bordo de Superman Lives.
Una vez que llegó Burton, el director puso sobre la mesa su propia visión del personaje: no era ningún animal enjaulado, sino un solitario que le recordaba al joven manos de tijera. Incluso, el equipo lo apodó “Edward Supermans“. Con esto en mente, Tim Burton descartó el guion de Kevin Smith y trajo a Wesley Strick, con quien había trabajado en Batman Returns.
Pero no solo trajo a Strick, sino que también eligió a un protagonista que se sentiría convincentemente incómodo en su piel: Nicolas Cage. Claro que esta elección no convenció a muchos fans de los cómics, pero el actor estaba comprometido con el papel. A tal punto de que en 1997 pagó una fortuna por una copia rara de la revista Action Comics de 1938 (que presentó a Superman al mundo) y, en 2005, llamaría a su propio hijo Kal-El. Y así fue.
Con Cage vistiendo la capa roja y con un elenco que incluía a Kevin Spacey como Lex Luthor y a Chris Rock como Jimmy Olsen, la película estaba despegando. Entonces, ¿qué faltaba? Parece que el único inconveniente fue que Burton todavía no había decidido qué historia contar. Strick se fue y lo reemplazó Dan Gilroy, pero ni ese cambio ayudó a que se terminara de reescribir el guion.
Entre las ideas de Peters, las de Burton y las preocupaciones comerciales de los ejecutivos de Warner, había demasiadas tramas para incluir en una sola película. Para que se den una idea, Superman tenía que descubrir que era de Kriptón, comprometerse con Lois Lane, morirse, revivir sin sus poderes, recuperarlos con un exoesqueleto y aprender a usar sus poderes sin esa mecánica. A todo esto se le sumaban los villanos y los planes de Lex Luthor y, después de todo, defender la Tierra de cualquier amenaza, incluyendo la araña gigante.
Entonces, con todo esto en mente, iban a empezar el rodaje…pero ni siquiera llegaron a eso. A sólo tres semanas de que comenzara la filmación, Warner se comunicó con Burton y Gilroy para decirles que Superman Lives estaba muerta.
Según explican en What Happened? The Death of Superman Lives, documental que cuenta lo cerca que estuvo el proyecto de completarse, Warner se estaba recuperando de una serie de fracasos de gran presupuesto de 1997, incluyendo The Postman con Kevin Costner, un spin-off de Superman, Steel, con Shaquille O’Neal, y Batman & Robin.
La diferencia es que Warner no solo invirtió años de trabajo en Superman Lives, sino que también más de 10 millones de dólares en preproducción, artistas y diseñadores de vestuario, técnicos y efectos digitales, por decir algunas cosas. Si bien se pudieron ver algunos elementos en el documental, todo lo demás quedó en la nada… o en la imaginación de muchos.