Baldur’s Gate 3, a 3 meses de su lanzamiento sigue sorprendiendo a sus jugadores. Jugamos más de 200 horas a este título para responder finalmente: ¿Es realmente la experiencia definitiva de este año? Seguí leyendo y enterate.
Calabozos Y Dragones
¿De dónde vienen los RPG? En la conversación sobre videojuegos esta pregunta queda perdida en la marea de discusiones sobre GOTYs y otras novedades que siempre perseguimos. Si bien hoy en día se entiende como RPG a algo que vagamente use estadísticas puntuadas para medir el poderío de un personaje (criterio que un título como Destiny 2 compartiría con Persona 5 y God Of War: Ragnarok) el origen de el término encuentra su cuna en el juego de rol de mesa creado por Gary Gaygax: Calabozos Y Dragones. Es en este donde el “videojuego de rol” toma forma.
“D&D”, como todos los productos de la índole, permite a sus jugadores actuar limitados solo por su imaginación. Es por esto que al traducirse a videojuegos, distintas respuestas aparecieron replicando las distintas perspectivas de diseñadores a lo largo del mundo. De una lectura eurocentrista se marcaron dos principales distinciones: El JRPG, centrado en la narrativa rica y principalmente proveniente de Japón y el RPG tradicional que favorecía que el jugador tuviera gran agencia al interactuar con su mundo.
Hay varios otros subgéneros que nacieron de este legendario juego de mesa. Sin embargo existe entre estos un grupo de que se propone la tarea enorme de replicar con la mayor fidelidad posible la experiencia narrativa y personal que solo un juego de rol ofrece, el CRPG (mal llamado Computer Role Playing Game). Este subgénero incluye títulos como Shadowrun: Hong Kong o Disco Elysium pero es Baldur’s Gate, el producto oficial de Calabozos Y Dragones, de el que vamos a hablar hoy.
Orígenes divinos
La tercera entrega de Baldur’s Gate difiere mucho de sus predecesores. Originalmente desarrollada por Bioware (antes de ser adquirido por Electronic Arts), la franquicia nos permite embarcar en aventuras que tienen como foco la ciudad homónima. Como mencionamos antes las reglas de D&D aparecen cási calcadas en la pantalla y el maestro de calabozo (jugador encargado de narrar la historia para el resto) es reemplazado por una infinidad de diálogos interactivos magistralmente escritos. Los atributos de nuestro grupo de aventureros van a modificar drásticamente como interactuamos con la historia, demandando un dominio estratégico muy alto. Esta viene acompañada de un uso extenso de la cosmología de Los Reinos Olvidados (el universo ficticio de Calabozos Y Dragones) que contextualiza lo que sucede.
19 años después de la segunda entrega aparece Larian Studios anunciando que serán quienes tomen las riendas de la colosal tarea. El estudio ya había probado de que estaba hecho con Divinity: Original Sin 2 y acompañando un resurgimiento de Dungeons & Dragons gracias a éxitos como Critical Role y Stranger Things, todos los dados estaban puestos sobre este juego.
Si bien la responsabilidad era grande, Divinity ya había creado una base muy fuerte sobre la cual Larian pudo trabajar. Este ingrediente secreto es el approach de “nunca decir no” a lo que hacen los jugadores y es en Baldur’s Gate 3 donde más vamos ver esto funcionar.
No se dice “no”, se dice “sí, y…”
Esta estrategia a la hora de diseñar está presente desde el momento uno, inclusive desde el creador de personajes. Ya sea con tu propio personaje o eligiendo un “orígen” prearmado, la relevancia de de nuestras elecciones se hace evidente apenas empezamos. Estas nos recompensan constantemente con escenas de diálogos perfectamente actuadas o con descubrimientos interesantes. La aventura nunca se pierde, orientándonos mediante entornos interesantes, diálogos, pequeñas notas y objetos o mapas que nos guían sin que nos demos cuenta. Ningún rincón está vacío.
¿Cómo se plantea un sitema de juego en el que todo es posible? Hay muchas caminos que se toman según los géneros. En este juego, como en otros CRPG, jugamos controlando 4 de nuestros personajes guiándolos con el ratón o con el joystick para interactuar con el mundo. Casi todas las interacciones que hagamos con el juego nos dan una pequeña escena doblada con diálogos interactivos. Sin embargo, el sistema de Calabozos & Dragones prevalece constantemente: Tenemos una barra (o rueda si es con joystick) de habilidades con todo lo que nuestro personaje puede hacer. Esto va desde acciones como saltar hasta hechizos y objetos.
El juego hace gran énfasis en que todo lo que hagas tenga consecuencias reales ¿La puerta está cerrada? Podés mandar a tu pícaro mas ágil a forzar la cerradura o a tu bárbara mas forzuda a que la abra de un hachazo. Obviamente, ciertas acciones a veces terminan en conflicto y ahí es donde el combate brilla. Las mismas reglas que cuando se explora aplican, salvo que quienes estén peleando se organizan por turnos para actuar. Una estrategia muy incentivada por el mismo juego es dejar un personaje atrás para que entre al combate ya atacando o emboscando a alguien. Las reglas de D&D son increíblemente extensas para entenderse a la primera y inclusive jugadores veteranos de años tienen el libro de reglas a mano para consultarlas. En su adaptación a videojuego lo mismo aplica, por eso todo poder u objeto te permite ver explicaciones estilo wiki de los conceptos.
La intención de que identifiquemos esto como una versión videojueguil de su original en papel y lapiz está presente constantemente. Por eso, otro detalle sutíl que prevalece todo el rato es la participación del “dado” durante toda la aventura. Este guiño, lejos de ser estética “rolera”, hace que nuestra aventura nunca se vuelva predecible. Muchas situaciones pueden trivializarse con una buena tirada, así como los momentos de mas alta tensión pueden terminar en catástrofe si el azar no están de nuestro lado.
Todo esto no quiere decir que no podamos tomar control de las situaciones con nuestra astucia. Una infinidad de habilidades y objetos y más de 600 hechizos distintos nos van a permitir resolver conflictos de las maneras más variadas imaginables. Si bien hay trés niveles de dificultad, la tendencia de Baldur’s Gate de dejarnos hacer y deshacer a piacere nos va a presentar situaciones donde el verdadero desafío está en encontrar soluciones creativas a los problemas. El combate aprovecha toda esta filosofía también, invitándonos a releer nuestras habilidades para encontrar soluciones mágicas (literalmente a veces) que nos permitan salir victoriosos. Así y todo, como en la vida real, es posible terminar los conflictos antes de desenvainar. Un acercamiento con palabras dulces y mentiras es tan eficas como una espada. El sigilo también es un forma de aventurarse, ya sea para ataques furtivos o para “tomar prestados” objetos de NPCs.
Cómo seducir a tu dragón
Podríamos ya quedarnos con un candidato al mejor juego de este año hablando solo de sus mecánicas interconectadas, pero Baldur’s Gate 3 va más allá. A lo largo de tres inmensos actos la historia y la tonalidad evolucionan constantemente, haciendo protagonistas a todos los personajes sin excepción.
En terminos de contar una historia de D&D tradicional, Larian gana su apuesta con un inicio explosivo que nos pone al centro de una crisis con muchos jugadores en juego. Lejos de ser abrumador, el primer acto acompaña nuestra posición de no saber que está sucediendo y hace de eso el vehículo para que quedemos inmersos.
A pesar de ser un mundo que junta infinidad de conceptos y entidades fantásticas, la trama no pierde la capacidad de traernos historias humanas. Desde una discusión cotidiana entre vendedores hasta una crisis política comparable con el mundo real, todas las tramas de Baldur’s Gate 3 toman protagonismo en nuestra aventura. Muchos NPCs tienen intricadas historias con las que podemos interactuar que por sí solas son memorables y en su conjunto ameritan rejugar para ver todas las perspectivas posibles. A esto se le suma un doblaje de envergadura y calidad nunca antes visto, sumando un total de 174 horas de cinemáticas.
Hablando de doblaje, es imposible pasar por alto el papel estelar que cumplen los personajes secundarios que te acompañan. Ya sea que los veamos como compañeros, rivales o amantes, estos personajes son pilares que sostienen el juego durante todo el trayecto. Como muchas otras características, explorar sus historias personales podría ser una expansión aparte en cuanto a contenido se habla.
Los dos actos finales nos ven ya lidiando con el conflicto principal del juego. En el segundo la aventura gira hacia lo tenebroso y haciendo que hasta el entorno represente un peligro. Una joya de este capítulo es el papel que cumple J. K. Simmons (Whiplash, Invencible, Spider-Man) que sin adelantar la trama es muy memorable. Gente sensible al body horror, vayan con cuidado en esta sección.
El tercer y último acto pone a prueba tanto a los jugadores como si mismo. Los mapas son gigantescos y cada sección no solo esconde los mejores giros de la trama sino también los desafíos más interesantes en cuanto a gameplay. Baldur’s Gate, la ciudad, está repleta de ciudadanos de los cuales ninguno es un adorno no interactuable. Algunas secciones de sigilo brillan como si fueran de Commandos o Shadow Tactics y aunque detonar todo un barrio sea perfectamente viable, las consecuencias serán acordes. Lejos de ser un punto en contra, la conclusión es bastante más acotada respecto del resto del juego. Sin embargo no deja de ser un desafío final que pone a prueba todo lo que construimos a lo largo de esta maratón.
Baldur’s Gate 3, abajo por el arroyo
Como todo lo antes mencionado, la música y el apartado visual también se posicionan mas allá de la excelencia. Si bien los tracks son pocos, hay un excelente trabajo melodico logrando que las pistas se nos queden pegadas sin volverse repetitivas. Los efectos visuales de todas las habilidades tienen su propia identidad audiovisual y es muy difícil encontrar entornos que se vean parecidos entre sí. Uno de los varios aspectos del D&D actual que pisa muy fuerte acá es como se mezclan las historias más modernas con una estética de hace 600 años. Así como sus personajes, las identidades y colores son de lo más variados y eso se ve representado en vestimentas y decoraciones, entre otras cosas. También es de destacar como esta fidelidad visual es constante inclusive yendo desde lo grimdark hasta las secciones mas épicas de fantasía.
Los detalles también relucen en lo técnico. Para quienes jueguen en PC Baldur’s Gate 3 dispone de una gran variedad de mods, con soporte oficial anunciado por Larian Studios para más adelante. En palabras de Swen Vincke, jefe del estudio, el juego dispone de un modo split screen ideal para parejas en todas las plataformas excepto la acotada Xbox Series S. De todos modos, todas las plataformas cuentan con un modo online ya perfeccionado luego de cuatro años de acceso anticipado.
Sin ningún lugar a dudas, hablar del impacto que vaya a tener este juego no es una cuestión de cuánto sino de cómo. Ya sea cambiando el rumbo del rol de mesa o poniendo nuevos estándares de calidad de videojuegos, pocas dudas quedan de que estamos frente a un juego que supera generaciones. Si bien la gran envergadura del proyecto arrastra bugs y problemas de performance (muy especialmente en el acto tres), pocos juegos alcanzan el nivel constante de buen buen juego que Baldur’s Gate 3 logró.
FECHA DE LANZAMIENTO 3 de Agosto de 2023 DESARROLLADOR Larian Studios DISTRIBUIDOR Larian Studios PLATAFORMAS Windows, PS5, Xbox Series X/S, MacOS