No, tranquilo, no es una orden, pero si querés aprender cómo borrar tus rastros, en esta nota te traemos varios consejos que pueden ayudarte con eso.
Hay muchos motivos por los cuales uno podría querer borrar su paso por internet: un pasado vergonzoso, desconfianza de algún servicio o, y seamos sinceros, esto pasa, simple y llana paranoia. Después de todo, todos compartimos algún dato u otro públicamente en internet, desde nuestro nombre completo en Facebook hasta qué marcas nos gusta comprar en Amazon o Gmail.
Borrar nuestra huella de internet es una decisión importante y recomendamos pensarlo muy bien para evitar arrepentimientos. Además, antes de presentarles esta guía tenemos dos advertencias importantes: primero que nada, al borrar muchos de estos datos podríamos eliminar las líneas de contacto para un potencial empleador, una posible pareja, etc. La segunda es que estos pasos no son infalibles; en algunos casos necesitaremos la ayuda de terceros, pero no nos adelantemos.
Etapa 1: Las redes sociales y las tiendas online
Lo primero que nos viene a la mente es Facebook, Twitter y… ¿Tumblr? Es muy importante hacer memoria y listar las redes en las que alguna vez abrimos una cuenta para poder acceder y desactivarla o borrarla desde las opciones de privacidad o de seguridad. En caso de que no sea posible eliminarla, lo mejor es cambiar todos los datos para que no correspondan con los reales, de este modo no podrán relacionarla con nosotros. Todo esto es aún más importante en el caso de las tiendas online, que pueden tener datos de tarjetas de crédito o servicios como PayPal.
Etapa 2: Borrarse de sitios específicos
Quizás hiciste un comentario desafortunado en un foro cuando tenías 15 años, o te metiste en una discusión sin sentido en los comentarios de un blog. No está mal, todos cometimos errores, es parte de crecer; pero todo eso quedó registrado y ahora puede ser relacionado con, por ejemplo, tu cuenta de Google, que es la misma con la que te registraste en LinkedIn y donde tal vez te evalúen para ofrecerte tu próximo trabajo.
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La mejor opción en esos casos es contactar directamente al webmaster de cada sitio en particular (es decir, el dueño del foro/blog/página) y pedirle que borre ese desliz por nosotros. Si no conocemos a esa persona o no sabemos cómo contactarla, podemos usar whois.com, un servicio gratuito que nos muestra el nombre de los dueños de los dominios y la forma de contactarnos con ellos.
Sin embargo, en esos casos se trata de personas privadas, es decir, que no están obligados de ninguna manera a ayudarnos, simplemente lo harían “como favor”. En caso de que decidan no ayudarnos con esto, podemos recurrir a un último recurso.
Etapa 3: Cómo nos ayuda Google
Si alguien publicó online algún dato nuestro “sensible“, como nuestro documento de identidad o la información de nuestra tarjeta de crédito, podemos recurrir a Google mediante este link para reportar el uso indebido de sus herramientas. Esto toma tiempo y nadie garantiza que vayan a estar de acuerdo, pero es un último recurso que nos puede salvar de una situación comprometedora.
Etapa 4: Borrar resultados de búsqueda desactualizados
Supongamos que el paso anterior no fue necesario y el dueño del sitio en cuestión accedió a lo que le pedimos. Entramos a su página y ya no hay rastro de nuestros datos o nuestro comentario. Sin embargo, al buscar nuestro nombre no deja de aparecer entre los resultados esa publicación que ya no existe. Esto pasa porque queda una versión vieja de los resultados en el caché del buscador. Para deshacernos de esto podemos contactar a Google mediante este formulario (o desde este, si usan Bing).
Etapa 5: Eliminar nuestro e-mail
Es muy importante que este sea el último paso a seguir, ya que van a necesitar acceso a su e-mail para confirmar desactivaciones o eliminaciones de cuentas. En el caso que ya no quede nada más que hacer, es momento de desactivar nuestras casillas de correo. Según el servicio que usemos (Yahoo! Mail, Gmail, Outlook, etc.), los pasos varían, pero son bastante similares. Algunos de estos servicios no eliminan inmediatamente a la cuenta, sino que la mantienen activa durante un tiempo en caso de arrepentirnos.
Si siguieron esta guía correctamente, su presencia en internet debería ser prácticamente nula. ¡Buena suerte con la desconexión! Pero si se arrepienten en un futuro, saben que tienen las puertas abiertas, Cultura Geek los va a esperar de brazos abiertos.