Uno que no debe saber qué hacer con tantas notificaciones (y no necesariamente positivas) es el equipo de Unity, creadores del motor más usado en el gaming. Tras anunciar una tarifa para los devs cada vez que su juego se instale, los desarrolladores dejaron en claro su enojo.
Recientemente, Unity tiró una bomba y dejó a los desarrolladores con mucha bronca, pocas opciones y ganas de irse con la competencia (Unreal Engine de Epic Games calentá que entrás). ¿Qué pasó? En caso de que te hayas perdido el baldazo de agua fría que dieron los creadores del motor más usado en el gaming para los devs (más que nada los independientes) acá te contamos.
Primero que nada, cabe aclarar que Unity es un reconocido motor gráfico de videojuegos que utilizan muchísimas desarrolladoras, la mayoría de ellas independientes, ya que es (o era) una herramienta gratuita. Toda la cosa se complicó cuando la empresa comunicó que iba a empezar a cobrar por instalación de juego a partir de enero de 2024 (en esta nota les contamos mejor). Obviamente, ante esto, los desarrolladores necesitaban mayúsculas más grandes para dejar en claro lo indignados y en desacuerdo que estaban.
Para que se den una idea, algunos juegos desarrollados con este motor gráfico incluyen a Pokémon Go, Amoung Us, Angry Birds, Preguntados, Beat Saber, Cuphead, Outer Wilds, Genshin Impact, Monument Valley, Hollow Knight, Cult of the Lamb, Blasphemous, Superhot, Firewatch, Inscryption, Marvel Snap, Escape From Tarkov y muchísimos más.
Varios de los desarrolladores afectados compartieron comunicados y opiniones (algunos con humor y sarcasmo, mientras que otros más serios) sobre esta polémica medida en sus redes. Acá te contamos algunas:
AggroCrabGames, el desarrollador detrás del próximo Another Crab’s Treasure, fue uno de los primeros en lanzar un comunicado en el que mencionan que esta medida los perjudicará mucho, ya que en 2024 iban a lanzar el juego en Xbox Game Pass (donde hay 25 millones de suscriptores). “En una fracción de esos usuarios que descargan nuestro juego, Unity podría cobrar una tarifa que afectará enormemente nuestros ingresos y amenazará la sostenibilidad de nuestro negocio. Y eso incluso antes de pensar en las ventas en otras plataformas, o en las instalaciones pirateadas de nuestro juego, o incluso en múltiples instalaciones realizadas por el mismo usuario”.
“Esta decisión nos coloca a nosotros y a muchos otros estudios en una posición en la que quizás no podamos justificar el uso de Unity para nuestros títulos futuros”, continúa el comunicado. “Si estos cambios no se revierten, consideraremos seriamente abandonar nuestra gran experiencia en Unity que hemos acumulado a lo largo de los años y comenzar desde cero en un nuevo motor. Lo cual es algo que realmente preferiríamos no hacer”.
Además, AggroCrabGames también les pide a Unity, “en nombre de la comunidad de desarrolladores”, que revierta esta decisión, la cual “parece priorizar a los accionistas sobre los usuarios reales de su producto”.
A esta publicación y pedido se sumaron muchos otros desarrolladores, como Tomás Sala, creador de The Falconeer, quien comentó que él ya se había comprometido con el motor de Unity para su nuevo juego. Sin embargo, ahora que está cerca del lanzamiento, aparece esto. “No es un aumento de precio, sino un cambio fundamental en la forma en que hacemos negocios juntos. No tengo opciones, no puedo volver atrás, sólo puedo doblegarme y pagar. Es una forma de chantaje. No es confiable. ¿Cómo lo cambiarán dentro de dos años o una década? Es asqueroso y me hace querer ir a otro lugar con mi negocio”, escribió. Esto fue similar a lo que compartió Landfall Games.
Por otro lado, el editor de Cult of the Lamb, Devolver Digital, demostró su poco entusiasmo con esta medida con un poco de sarcasmo: “Definitivamente debés incluir qué motor gráfico estás usando al presentar un videojuego. ¡Es una información importante!”. No mucho tiempo después, la cuenta del mismo Cult of the Lamb recomendó (no se sabe si en broma o no) que compren el juego ahora, ya que lo van a borrar el 1 de enero, fecha en la que comenzaría a aplicar esta nueva tarifa de Unity.
Y ya que estamos hablando de este popular juego de acción y aventuras, no podemos dejar pasar el comunicado de su desarrolladora Massive Monster, el cual incluye la particular rana de su juego haciendo caca con el nombre de Unity. “¿Cuál es el impacto en nosotros? Bueno, tenemos proyectos futuros en trámite que inicialmente se planearon desarrollar en Unity. Este cambio resultaría en retrasos significativos, ya que nuestro equipo necesitaría adquirir un conjunto de habilidades completamente nuevo”.
“En Massive Monster, nuestra misión ha sido apoyar y promover juegos independientes nuevos y emergentes. La introducción de estas tarifas por parte de Unity podría plantear desafíos importantes para los aspirantes a desarrolladores. Deja de apestar, Unity“, finaliza el comunicado.
Otro que compartió su desacuerdo con esta medida fue el desarrollador jefe de Gloomwood, Dillon Rogers, quien aseguró que ese juego será “el último” que realice en base a Unity, incluso si revierten los cambios anunciados. También agregó que varios devs de New Blood Interactive piensan igual que él. “Una cuota por instalación es absurdo y un sistema horriblemente abusador”, escribió.
El desarrollador de Among Us, Innersloth, también hizo acto de presencia y declaró: “Esto no sólo nos perjudicaría a nosotros, sino también a otros estudios de juegos de todos los presupuestos y tamaños. Si esto sucede, retrasaremos el contenido y las características que nuestros jugadores realmente quieren para trasladar nuestro juego a otra parte (como otros también están considerando). Pero muchos desarrolladores no tienen ni el tiempo ni los medios para hacer lo mismo”.
Como los comentarios y críticas siguen y siguen, Unity se vio obligado a cambiar algunas cositas de su plan inicial. La empresa mencionó que la tarifa afectará únicamente a la primera instalación del juego o una demo en un dispositivo (no a todas, como había dicho en un principio), aunque sí se aplicará un nuevo cargo si el usuario instala dicho juego en una segunda plataforma. Además, Unity aclaró que el pago de títulos lanzados en Game Pass o PS Plus, por ejemplo, serán responsabilidad de Microsoft y Sony, no de los desarrolladores.
En una declaración posterior a la publicación del blog, el portavoz de la empresa del motor, Marc Whitten, le dijo a Axios que estima que “sólo alrededor del 10% de los desarrolladores de Unity terminarán teniendo que pagar alguna tarifa, dados los umbrales que los juegos deben alcanzar”.
Y como si todo esto fuera poco, todavía queda la frutilla del postre. Como esta noticia no le gustó a nadie, los precios de las acciones de Unity sufrieron una caída bastante significativa tras su anuncio. Y, para sorpresa de muchos, algunos ejecutivos de Unity que recientemente vendieron miles de acciones de la compañía se vieron beneficiados. ¿Casualidad?
Según Guru Focus, el director ejecutivo de Unity, John Riccitiello (quien fue anteriormente CEO de Electronic Arts y es uno de los jefes mejor pagados del sector de los juegos), vendió 2.000 acciones de Unity el 6 de septiembre, una semana antes del polémico anuncio. Aparentemente, Riccitiello ya vendió un total de 50.610 acciones este año y no compró ninguna.
Como les decíamos, Riccitiello no es el único miembro de la junta directiva de Unity que se acordó de vender un montón de acciones recientemente. Según la actividad de mercado de Unity en el Nasdaq, los principales de ellos son Tomer Bar-Zeev, presidente de crecimiento de Unity, que vendió 37.500 acciones el 1 de septiembre por aproximadamente 1.406.250 dólares, y el director de la junta directiva Shlomo Dovrat, que vendió 68.454 acciones el 30 de agosto por alrededor de 2.576.608 dólares.