La visión de los creadores extranjeros sobre una Argentina súper autóctona y post apocalíptica y las extrañas costumbres adjudicadas y plasmadas en papel, todo, todo, en esta imperdible nota.
Ni Messi, ni Maradona, ni Ginóbili, ni Gardel. Superhéroes de cómics, del más puro cómic norteamericano. Tipos como vos y como yo que salen vestidos en vistosos y llamativos trajes para salvar al mundo del mal. Eso sí, acá no hay forma de explicar qué tenían en la cabeza los que hicieron lo que hicieron, pero se promete un mundo de sentido del humor de lo más bizarro, pero sin querer ser gracioso, porque originalmente no era la idea.
Resulta simpático pensar que hay superhéroes argentinos no creados por argentinos, sino más bien por personas que tal vez pisaron Argentina, quedaron encantadas y decidieron homenajearla de alguna forma. Lo cierto es que éstos personajes existen por alguna razón, vaya uno a saber específicamente cuál, pero posiblemente sea una mezcla entre buscar una nueva audiencia, homenajear y conseguir alguna que otra innovadora idea.
El cómic creado en Argentina (Cazador o el Eternauta, por nombrar algunos grandes ejemplos), generalmente se basa más en el tipo de cómic europeo y no tanto en el estadounidense, sigue otra línea y es material para otra nota. En éste caso en particular te vamos a contar sobre algunos súper hombres creados en Estados Unidos siguiendo la lógica de la visión yanqui sobre nuestro bonito país, ¿por qué? Porque cuando lean sobre estos representantes se van a caer de espaldas.
El Gaucho
Damas y caballeros, les presento al primer superhéroe argentino, creado por un no argentino, con identidad secreta y nombre real más patriota que el mate y los pastelitos de membrillo: Santiago Vargas, ni más ni menos que El Gaucho o The Gaucho of Argentina.
Apareció en Detective Comics #215 en la historia de The Batmen of All Nation allá por enero de 1955, siendo uno de los tantos superhéroes de otras naciones que aparecían por ahí. En principio llevaba un traje verde horrible, una capa amarilla y unas boleadoras extrañas, pero eso duró poco tiempo.
En 2007 Grant Morrison lo agarró de nuevo, ya formando parte de los Guardianes Globales, y le dio un papel protagónico en otra historia de Batman. Ahora sí, El Gaucho era más gauchito que nunca, motoquero, sin ese traje verde y renovado con un pañuelo rojo sangre en la cabeza. Es rudo en los cómics, toma cervezas Quilmes y muestra un carácter de lo más ¨machote¨ y rebeldón. En esa historia en cuestión hay claras alusiones a la Guerra de Malvinas, y junto con Batman rescatan al Cimarrón, otro superhéroe argentino del que ya te vas a enterar más adelante. Boca, Jorge Luis Borges, la situación del 2001. El Gaucho estuvo en todas y muy pocos están enterados.
Defensor
Ahora es el turno de Marvel. Gabriel Carlos Dantes Sepulveda (alias: ponete un nombre), aparece en 1982. De origen cordobés, en su identidad real trabajaba como obrero en el terreno de la construcción. Un buen día en el trabajo encontró unas catacumbas escondidas, y si bien fue corriendo a informar a su superior, como nadie le dio bolilla, decidió seguir solo por su cuenta esa noche y ver qué había allá adentro. Una vez en el interior de los túneles, encontró una armadura del siglo XIV similar a la que usaron los españoles en las conquistas, pero ésta en especial era de un extraño material llamado Vibranium (otro que Adamantium). Ahí nomás decidió hacerse superhéroe y llamarse Defensor, y parece que más o menos le funcionó un tiempo.
Sus habilidades son básicamente la súper fuerza junto a la resistencia gracias a su armadura. Muere a manos de Everyman disfrazado como Zeigeist, en Capitán América #422 en 1993. Y todavía no sale un fernet con su nombre en su honor, una pena.
Powerhaus
Medio argentino, medio alemán, puede usar sus emociones o absorber las emociones de los demás para incrementar su masa muscular, su tamaño, su fuerza o incluso su durabilidad; en pocas palabras, es un hombre súper emotivo. Y, como si todo esto fuera poco, puede ver y oír a los fantasmas.
Apareció en GEN13 y tiempo después se unió a DV8. Vivió en Miami y luego en Buenos Aires y… eso. No hay demasiado por decir, incluso parece que muere en una de las historias, así que mucha importancia parece que no tuvo.
Súper Malón
Es el primer grupo de superhéroes argentinos creado en el exterior por un extranjero, el escritor Chuck Nixon, aunque el artista fue Quique Alcatena, un compatriota nuestro. Aparecieron por primera vez en el anual de Flash #13, “Haunted Pampas” del año 2000, por supuesto de la mano de DC.
En dicho número Flash es convocado para ayudar al Super Malón arribando, por supuesto, en Buenos Aires, la jungla de cemento en donde se desencadena una catástrofe bastante olvidable.
Años más tarde, en los números #186 y #187 de Wonder Woman, Phil Jiménez y Andy Lannig los vuelven a traer para luchar contra el nuevo Cheetah, un tal Sebastián Ballesteros (y guarda que hay mucho olor a Yabrán en todo esto) en donde nuestro país se luce con sus problemas, convirtiendo todo en una historia mucho más interesante.
Hay referencias al Cordobazo, Videla, la 9 de Julio, los militares en general, el peronismo, los saqueos, los desaparecidos, y un largo etcétera.
Y por supuesto, no se puede no mencionar a los integrantes de Súper Malón porque son un deleite:
Pampero: es el único superhéroe que no es un animal. Hay que tenerlo en cuenta porque el resto está inspirado en la fauna autóctona más descabellada que se les ocurra. Tiene un traje celeste y blanco con nubecitas. Puede controlar el clima, generar viento y formar tormentas. Es como Tormenta de X-Men pero en versión argentina, de DC y con un traje mucho menos sexy.
El Bagual: un tipo con cara de caballo, cuerpo de humano y súper fuerza.
Cachiru: básicamente vendría a ser algo así como el ¨Hombre Carancho¨, ave bochincheras si las hay. Puede volar como Hawkman y atacar con sus garras afiladas: Sí, más o menos como Hawkman.
El Lobizón: más argentino que el dulce de leche, puede controlar sus instintos salvajes para luchar contra las fuerzas del mal.
La Salamanca: una hechicera que puede separar cuerpo y espíritu, algo así como los viajes astrales, pudiendo estar fuera de su cuerpo hasta 3 horas. Tiene una medialuna en la cabeza.
Vizacacha: No, no es Vizcacha, es Vizacacha. Es acróbata y ladrón, pero de los buenos. Su traje es totalmente olvidable. Posiblemente sea muy bueno para los escabeches.
El Yaguareté: como Flash, pero un poco más lento y con las piernas desnudas. Se ganó el premio al traje más ridículo.
Cimarrón: un superhéroe sin súper poderes, que lucha contra el mal con espada en mano y buenas habilidades para la pelea. Y nada más. Encima lo tuvieron que rescatar, así que de súper no tiene nada. Éstos fueron los súperhéroes argentinos creados por extranjeros que tomaron trascendencia y se conocieron a nivel internacional.
Increíble, ¿no? ¿Se imaginan películas o merchandising sobre ellos? ¡Sería una locura!
Por Débora Tamara Schvartz para Cultura Geek