Los noventas nos dieron muchas alegrías fílmicas y varias fueron muy exitosas. Pero existieron algunas que es muy probable que no hayas visto. Y si las viste, seguramente no las recordás. Te invito a que revivamos juntos éstas películas porque se lo merecen.
La década del 90 estuvo llena de películas de todo tipo; de acción, drama, ciencia ficción, comedia, animación, etc. Somos cinéfilos y nos gusta viajar en el tiempo para encontrar esas perlitas que merecen ser descubiertas o vistas de nuevo. En Cultura Geek hicimos un top5 de films que tenés que sumar a tu lista de pendientes. Bienvenido!
5) eXistenZ – Mundo Virtual (1999)
Antes de Matrix y de Inception, hubo otras pelis que fueron bizarras, relacionadas de alguna forma con el concepto de la mamushka y con la conexión a un mundo que difiere completamente de la realidad o que sirve como escape, como una forma de utilizar la fantasía para apaciguar la verdad.
eXistenZ tiene estos ingredientes y muchos más, sobre todo mucha cosa extraña y hasta grotesca.
Particularmente me pareció un largometraje por demás extraño, muy diferente, pero muy bueno. Me generó repulsión en algunas escenas, sobre todo en la creación de la consola y conocer exactamente cómo se fabrica y de qué está compuesta.
Uno se ve sumergido en la presentación del videojuego que bautiza a esta película, en la cual vemos a una Jennifer Jason Leigh encarnando el papel de Allegra Geller, una excéntrica diseñadora de videojuegos que solamente salió de la protección de su hogar para dar un sneak preview de su más reciente éxito para un selecto pero afortunado grupo de fanáticos. Cuando el director hace un acercamiento a la consola, ahí es cuando la película comienza a romper el molde. Lo que vemos no es la típica consola negra, gris o del color que sea tu edición limitada, cuyo material que recubre a la máquina es plástico con joysticks del estilo de una PS3, PS4 o Xbox. Lo que en realidad vemos es una especie de bicho deformado con pezones (¡véanla y verán que no me equivoco!) ultra estirados que cumplen la función de análogos. Me daría mucha cosita tocar eso. Posta les digo.
Pero lo insólito no termina ahí. En este caso, no es un aparato que se alimenta o funciona con electricidad e Internet sino que se conecta directamente a uno mismo. No, les prometo que no estoy loca. Y no es el tipo de conexión estilo Matrix, mejor dicho, si es parecido, pero no es en el mismo lugar. Es más abajo. Más abajo. Sigan. ¿Llegaron a la cola? Bueno, se pasaron.
Volviendo a la presentación del juego, tenemos a un Jude Law que es un mero minion de la empresa Antenna Research llamado Ted Pikul, y fue reclutado para este evento como un guardia de seguridad, aunque su puesto en la compañía es “aprendiz en el área de marketing”.
Por supuesto que no todo es color de rosa, ronda de aplausos y adulación para Antenna Research y sobre todo para Allegra Geller. Un muchacho entra al salón, pasa desapercibido por las medidas de seguridad y toma asiento. Allí es cuando extrae un arma de una consola-bicho en descomposición y cuando la acción surge de forma inesperada. Conspiración, espionaje, tecnología, juegos de rol son algunos de los ingredientes que componen esta película. Dirigida y producida por David Cronenberg, esta cinta canadiense de ciencia ficción tiene los elementos necesarios para mantenerte sentado en la silla, si también te va el Body Horror, por supuesto.
Para evitar más spoilers, les pido que la vean, porque honestamente se están perdiendo una verdadera joyita de la década de los 90.
4) Retroactive (1997)
Si te gustó el día de la marmota; si sos de esos que, como Neo, cree en el déjà vu; y si amas la acción, entonces esta película noventera es para vos. Antes de ver este largometraje, tenés que preguntarte lo siguiente: ¿qué harías si tuvieras 20 minutos para volver atrás en el tiempo? ¿Lo utilizarías para cambiar alguna situación que no resultó como esperabas?
Retroactive es una película que tiene un solo elemento geek/ciencia ficcionesco (sí, invento propio), una máquina que te permite volver atrás en el tiempo. Por lo demás, es una película dramática y de acción, pero que es tan atrapante, que te mantiene al borde del sillón y atento a la pantalla.
Karen (Kylie Travis) es una psiquiatra del Departamento de policía de Chicago que huye de una situación traumática, en la cual inocentes perdieron la vida y todo indica que fue por su culpa. Su vida parece caer en un pozo depresivo hasta que se queda varada en medio de una ruta desértica de los EE. UU. Allí es donde conoce al violento Frank (James Belushi) y a su abusada esposa Rayanne (Shannon Whirry), quienes están apurados por ganar unos cuantos dólares a través de la venta de mercadería robada: unos valiosos microprocesadores que consiguieron a través de un camionero corrupto. Suceden diferentes eventos poco fortuitos para la protagonista que la llevan a un extraño laboratorio escondido en el desierto. Pidiendo ayuda, ingresa al complejo y se posiciona en un punto clave del experimento que se estaba llevando a cabo en dicho lugar: el viaje en el tiempo. Sin darse cuenta, regresa dentro del automóvil justo en un momento importante: aún se presentaba ante la pareja de ladrones. Cuando los hechos comienzan a resultarle un tanto familiares y hasta empiezan a repetirse de manera exacta, Karen comprende que puede modificar las situaciones desastrosas que dejó atrás. Pero las cosas no suelen salir como uno verdaderamente quiere, por lo que Karen se verá envuelta en un loop casi infinito en donde la realidad siempre encuentra una forma de jugarle una mala pasada.
3) Space Truckers – Camioneros del Espacio (1996)
Está película es para un verdadero geek. Tiene muchos elementos familiares con esa tonalidad típica de los noventa. En parte, me hizo recordar a Cowboy Bebop, ese tipo de ciencia ficción pero con una vuelta de rosca, con mucho toque retro. Los escenarios suelen tener de esos carteles de publicidades invadiendo las pistas de vuelo en pleno espacio. Comparten, además, el mismo puerto, una muy parecida estación espacial, la misma moneda, (los créditos) y ¡hasta la música country! Otros toques familiares son vestimentas al mejor estilo Marty McFly de Back to the future.
Con un reparto conocidísimo (si sos de la generación de los 80 y 90), que va desde Charles Dance [Tywin Lannister en Game of Thrones], Dennis Hoper, Debi Mazar y Stephen Dorff, esta comedia roza lo bizarro, lo raro, lo extraño. Sí, todos sinónimos, pero para que quede bien claro ;)
¿Cuál es la película? Hablo de Space Truckers. Todo gira en torno al camionero del espacio John Canyon. Cansado de trabajar para la corporación, decide hacerse independiente, pero uno de estos viajes sale mal, ya que su ex-jefe Keller (George Wendt, el del video de Black & White de Michael Jackson) decide pagarle menos de lo estipulado por la demora. En una revuelta, Keller muere al ser succionado por una ventana rota del restaurante espacial y se sospecha de la culpabilidad de John. John deberá llevar con una nueva carga de supuestas “muñecas sexuales” a la Tierra, pero no irá solo. Lo acompañarán la camarera Cindy (Debi Mazar), y el newbie Mike (Stephen Dorff), pero van a tener demasiados obstáculos, que incluyen un encontronazo con piratas, la policía y cyborgs (o super soldados bioquímicos fabricados genéticamente) asesinos.
https://www.youtube.com/watch?v=IerJF2xKwuo
Para cerrar con esta película y avanzar a la siguiente, solo diré: ¿Alguien pidió un cerdo en cubitos? (van a entender la referencia si la vieron, y si no lo hicieron, ¿qué esperan para verla?
2) Strange Days – Días Extraños (1995)
En los años 90, estábamos muy obsesionados con el año 1999. Para muchos, el apocalipsis, el fin de los tiempos. Para otros, el fallo informático más grande de la historia que podía traer consecuencias fatales.
La cinta arranca con un robo común y corriente a un restaurante aparentemente chino, que de repente sale mal porque llega la policía, todo en primera persona. Muy al estilo de los videojuegos FPS (first person shooter) pero con más adrenalina todavía. Uno corre con el personaje, con la cámara, sube escaleras tratando de huir de unos uniformados, llega al techo, intenta saltar, lo hace pero solo llega a sostenerse de la cornisa del edificio del frente, tu amigo intenta ayudarte a subir, suenan disparos y pum. Mueres. Muy al estilo videojuegos, muy al estilo Matrix.
¿Pero era la realidad? No, eran videos snuff. ¿Qué es eso? Forma una parte importante de la trama de esta película llamada Strange Days.
Desde el principio vemos una ciudad casi sacada de la historia, un 1999 con celulares, disturbios, tiroteos, la economía que se iba al carajo, brutalidad policial, robos, pero con este toque posapocalíptico que todos creímos que veríamos hasta que se convirtiera en el fin de nuestras vidas. Y a todo esto, nuestro amigo Lenny Nero (Ralph Fiennes) comercia videos de persecuciones, relaciones sexuales, etc. para clientes que al parecer no tienen una vida social, o vida en sí.
¿Cómo se hacen estos “videos”? Se contacta con un “actor”, le coloca el Instrumento de Interferencia Quantum Superconductor (Superconductor Quantum Interference Device, SQUID por sus siglas en inglés), que es lo que permite que la cámara receptora le envíe la señal a un grabador, una conexión inalámbrica, diríamos nosotros. Con eso, y colocando el grabador cerca (a casi dos metros), el comerciante tiene su preciado video de la vida real para vender. Pero la verdadera historia sobre este dispositivo es que fue desarrollado por el FBI para reemplazar al body wire y luego, de alguna forma, llegó al mercado negro.
Hasta que nuevamente nos alteramos con la persecución de una chica por parte de dos policías (Vincent D’Onofrio y William Fichtner) que tienen toda la punta de corruptos (extrañamente le dicen que están persiguiendo a un hombre negro de unos 30 años y no es cierto) y todo se va al demonio.
Lo que más destaco de la película es que es tan actual en muchos aspectos y los diálogos, son una joyita, un diamante en bruto, por ejemplo:
-Debes confiar en mí porque yo soy tu sacerdote y tu psicoanalista.
-Soy tu principal conexión con la centralita de las almas.
-Soy el hombre mago.
-El Papa Noel del inconsciente.
Tranquilamente podrían ser frases aplicables a Internet, a las redes sociales, a la “vida” dentro de ese mundo virtual y electrónicamente globalizado.
Dirigida por Kathryn Bigelow, guionada por James Cameron y con música de Deep Forest, este film es un deleite para la vista.
1) Johnny Mnemonic – Fugitivo del futuro (1995)
¿Alguna vez sentiste que tu cabeza iba a explotar? ¿Sentiste que tenías demasiados pensamientos almacenados en la base de datos biológica llamada cerebro? ¿Que Internet y las redes sociales te avasallaron con tanta información que creíste que te daba una migraña? ¿Que te sentías sobrecargado por todas las cosas que querés, tenés y debés hacer? Bueno, así se siente el protagonista de este largometraje.
Año 2021, multitudes protestando por el poder de las corporaciones, los hackers o hacktivistas en boga, y aún así una chica te puede dejar por la típica frase “voy a buscar más hielo” (o también aplica el “voy por cigarrillos”).
Peor aún que llamen por un altavoz a un tal Sr. Smith (encima también trajeado, con un corte de pelo prolijo, solo le faltaron los lentes) y resulta ser nuestro amigo Neo… digo Keanu. Sí, señor, el único en persona. Don Keanu Reeves.
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Pensar que muchos creímos o nos dejamos llevar por la idea de que los Wachowski (o mejor dicho, “las” Wachowski) idearon algo increíble y relativamente novedoso. Pero como vemos en esta película (y en tantas miles de otras como Terminator de James Cameron o Avalon de Mamoru Oshii), la idea de conectarse a un mundo, utilizar el cerebro para algo más electrónico, luchar a favor o en contra de la tecnología, del dominio de las máquinas sobre los seres humanos, siempre estuvo latente. Y al parecer, a nuestro amigo Keanu le encanta interpretar a estos personajes tecnológicos, siempre y cuando tengan un mensaje positivo, según sus propias palabras.
El film que menciono es Johnny Mnemonic, dirigida por Robert Longo y basado en un relato breve del genio del ciberpunk, William Gibson, que cuenta la historia de Johnny, un mensajero mnemónico que posee un dispositivo de almacenamiento de datos implantado en su cerebro, lo cual le permite transportar información de manera discreta. Con el implante, Johnny puede darse muchos lujos debido a la interesante suma que gana por cada negocio, pero al aumentar la capacidad, nuestro personaje principal va perdiendo recuerdos de su infancia. Como desea recuperar esas porciones de memoria, desea quitárselo de su cabeza. Ralfi (Udo Kier), su agente, le ofrece un último trabajo en Pekín que le permitirá pagar la cirugía que necesita, pero todo sale peor de lo que esperaba. Todo esto dentro del marco en el que la tecnología está afectando seriamente a los seres humanos con una enfermedad llamada Síndrome de atenuación nerviosa (Nerve Attenuation Syndrome, NAS) que, básicamente, es causada por la sobreexposición a la radiación electromagnética.
Realmente es una obra de arte: aparecen fragmentos de algún anime de fondo y se compagina con alguna escena de la película, tiene un interesante banda de sonido, la presencia majestuosa de Takeshi Kitano como un jefe Yakuza y la participación del genio de acción Dolph Lungren como un “predicador de la calle”. Lo que siempre recuerdo con fascinación son los chiches, los gadgets que usan para conectarse a la red, algo similares a los de realidad virtual que se comercializan en nuestros días.