Una investigación en los archivos del juego reveló un arco narrativo que no se llevó a cabo en The Witcher 3.
The Witcher 3, como otros juegos que siguen sobreviviendo al paso del tiempo, todavía nos da de que hablar. Sin embargo, tuvo una ausencia notable: la ausencia total de Iorveth, el elfo guerrillero que se robó el corazón de muchos en The Witcher 2. A pesar de esto, los modders Moonknight, Ferroxius, Crygreg y Glassfish descubrieron en el tercer volumen de What Lies Unseen que Iorveth iba a tener un papel importante en el juego original.
Spoilers para The Witcher 3: Wild Hunt a partir de acá.
Inicialmente, los desarrolladores planificaron que Iorveth intentara asesinar al emperador nilfgaardiano para conseguir una cura para la plaga de Catriona, que devastaba Velen en el transcurso del juego. En la versión final, la plaga se menciona como un trasfondo que afecta a las aldeas. Sin embargo, esto no adquiere un papel relevante en la historia, más allá de la búsqueda de una cura que emprende Keira Metz.
El documento de 154 páginas revela un pequeño arco narrativo que fue descartado, donde Geralt se embarcaría en la búsqueda de un villano llamado Hector Krafft Ebing, un científico loco relacionado con los Nilfgaardianos. Este personaje había sellado un trato con un demonio y Geralt debía perseguirlo para hacer justicia y evitar que el demonio causara caos. Este hilo argumental habría estado profundamente conectado con el intento de Roche, Thaler e Iorveth de acabar con el emperador.
Lo que podría haber sido
El plan era ambicioso y, aunque puede sonar complicado, ofrecería una experiencia narrativa más rica. Iorveth, que también busca una cura para la plaga, y personajes como Sigismund Dijkstra, se integrarían en una trama elaborada que giraría en torno a un objetivo común. En contraste, la historia final del juego presenta líneas argumentales más sencillas y menos entrelazadas.
CD Projekt Red decidió descartar este contenido en octubre de 2014 porque no lograba encajar, para tristeza de muchos. Su inclusión habría aportado mucho, especialmente, en el desarrollo de una trama más compleja y profunda. Además, ¿Quién no hubiera querido ver cómo el plan de asesinar al Rey Radovid se desarrollaba de una manera diferente, quizás más coherente? En definitiva, la ausencia de Iorveth dejó un vacío que, aunque The Witcher 3 es un excelente juego, podría haberse enriquecido con su presencia, dándonos una experiencia completamente distinta.