Los MOBA están pasando una particular época de popularidad ascendente, y entre ellos hay un título que crece a pasos agigantados que se llama Smite.Conocé un poco más juego donde podés ver a Anubis combatiendo contra Zeus entre muchos otros combates épicos.
Gracias al auge de los juegos online y las escenas competitivas cada vez más juegos adoptan formatos competitivos donde podemos ver a equipos jugando y compitiendo uno contra el otro, como si de un deporte se tratara. Justamente de ahí viene el término “e-sport” (“deporte electrónico”), estilo dentro del cuál se encuentran los MOBA (“Multiplayer Online Battle Arena”, o “campo de batalla online multijugador”). En estos juegos, los jugadores toman el control de “campeones”, personajes mucho más grosos que los demás habitantes de estos mundos virtuales, y los usan para batirse a duelo con mecánicas que recuerdan a clásicos como Warcraft o Starcraft, pero de un modo mucho más visceral. Algunos de estos MOBAs son títulos hiper reconocidos como DOTA2, League of Legends, o el que hoy nos compete, Smite.
En Smite lo que vemos son batallas en tercera persona entre dioses – panteones clásicos de todo el mundo aparecen en el juego, listos para destruirse en combate con un estilo fascinante, rápido, que es especial para jugar o para seguir cual si fuera un partido de fútbol o cualquier otro deporte de equipo. En los modos competitivos y profesionales los jugadores deberán viajar de una punta a la otra del mapa por tres posibles caminos y eliminar al titán del otro equipo. Lógico, esto es más fácil decir que hacer, porque el titán está protegido por un fénix, dos torres, y los dioses enemigos con sus súbditos que a la vez constantemente estarán atacando para el otro lado. Esto no es como Civilization o Age of Empires: el combate se gana sólo derramando la sangre del rival, y la acción nunca puede parar, porque esto es lo mismo que perder.
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Smite lanzó en el 2014 para PC, y aunque hay una versión planeada para Xbox One, es justamente en PC en donde rápidamente se convirtió en uno de los títulos más aclamados entre los MOBA por una serie de razones. Para empezar, Smite es gratis y no demanda una PC demasiado potente para funcionar, pero además tiene un foco especial en el balance que lo hace único – todos los dioses pueden ganarle a cualquier otro dios en combate directo, si el jugador es lo suficientemente bueno. En Smite se puede jugar tranquilamente sin gastar un peso, controlando los dioses de la semana, o hacer un pago único que da acceso a todo el panteón de dioses actual o futuro – porque todavía se encuentra en expansión. Incluso, con suficiente tiempo de juego se pueden desbloquear todos los dioses gratis. El jugador casual puede agarrar Smite y disfrutarlo como cualquier otro título, pero a nivel competitivo siempre vas a querer tener acceso a tus dioses preferidos, los que mejor controlas y los que más conocés.
La cuestión del balance es absolutamente vital – el juego recibe parches frecuentes para que los dioses tengan siempre niveles adecuados de poder y no haya personajes “rotos”, demasiado poderosos o demasiado débiles y que el juego no pierda la gracia. Pero como el balance no solo pasa por los dioses, también Smite cuenta con un sistema basado en TrueSkill que asegura que un jugador nuevo no se tenga que enfrentar a un equipo de expertos, como para evitar partidas con resultados tipo el último Brasil-Alemania: Smite es tan balanceado que incluso los propios jugadores están balanceados.
Smite tiene varios modos para jugar casualmente, familiarizarse con los dioses y aprender pero es mucho más interesante a nivel competitivo, ya que existen varias ligas alrededor del mundo, incluso una que nuclea a los latinoamericanos para que podamos jugar en nuestro idioma. No sólo eso, sino que además los precios por los dioses y las gemas (que se usan para adquirir otros dioses, o cuestiones cosméticas que no afectan el balance) están en precios locales así que olvidate de hacer cuentas porque te gustó algún personaje. Si necesitabas una razón nueva para enloquecer, Smite te va a venir justo: combiná la pasión que generan los deportes de equipo con lo que te gustan los video juegos y tenemos una bomba de tiempo a punto de explotar.
Si querés conocer más de Smite y descargar el juego, seguí este link.